ANNE SEXTON

 

Sólo una vez supe para qué servía la vida.

En Boston, de repente, lo entendí;

caminé junto al río Charles,

observé las luces mimetizándose,

todas de neón, luces estroboscópicas, abriendo

sus bocas como cantantes de ópera;

conté las estrellas, mis pequeñas defensoras,

mis cicatrices de margarita, y comprendí que paseaba mi amor

por la orilla verde noche y lloré

vaciando mi corazón hacia los coches del este y lloré

vaciando mi corazón hacia los coches del oeste y llevé

mi verdad sobre un pequeño puente encorvado

y apresuré mi verdad, su encanto, hacia casa

y atesoré estas constantes hasta el amanecer

sólo para descubrir que se habían ido.




















ASÍ ANDAMOS

 


Así andamos...con el agua al cuello.

3 ILUMINADOS


Cuando éramos 3 iluminados, éramos eso, 3 iluminados que pensábamos que nos íbamos a comer el mundo y después de más de cinco décadas que han pasado por el medio, puedo comprobar y asegurar que sólo nos hemos comido un trocito de nada, digamos, que solo fue un detalle de todo el pastel. Una esquinita así de pequeñita. Claro que el pastel de aquellas era grande, enorme, brillante, alucinante y con ese pastel iba cambiar del todo nuestras penosas vidas. Al final, el pastel tampoco era tan grande, ni tan brillante como una estrella rutilante y era un poco de plástico mezclado con ideas cuasi delirantes y por el camino los 3 iluminados y otros, hemos tenido que reconvertir el pastel. Y ahora es más sosegado, no tan febril, menos idealista pero a la vez más realista y más entendido en el tema personal, es decir, se preocupa más por tu bienestar y por la igualdad y porque la guerra se vaya a la mierda y sea del signo que sea. Hoy mismo diría que me quedaría más tranquilo si se acabara la guerra de Israel con Palestino o la de Ucrania y Rusia y antes en cambio, pedía la revolución mundial, cosa que nunca se produjo.

Total que al final hablamos de revoluciones que a lo largo de la historia se han producido, pero desde mi niñez hasta ahora en que soy un viejo maduro, no he visto una revolución que mereciera la pena. Todas han sido pufos que se han llevado la vida de miles de personas y total ¿para qué?...para que el que estaba abajo pase a estar arriba y para después hacer exactamente lo mismo que hacían los otros. Y por el medio repito, han quedado miles de muertos que creían en una causa o en una revolución. Se pone el mundo al revés de lo que estaba pero con distintos protagonistas, con otro ejército, con otra policía y con otros payasos que nos quieren decir que vivimos mejor en su nuevo circo. Ni un circo ni el otro, pero el que nos habla de revolución comete un delito muy grave, nos engaña y nos hace creer en una causa que por supuesto tiene una nueva bandera y un ejército que desfila mucho mejor que el otro y con más armas si cabe.

Nos vendieron una moto y era una bicicleta de pedales. Nos prometieron pan para todos y una nueva élite se apoderó de él. Yo lucho por los derechos sociales y humanos y para que no haya más guerras en la tierra, ni más genocidios, ni más asesinatos de mujeres, ni más hambre en el mundo y es tan larga mi lista, que no me quedaría tiempo y espacio para poder escribir todos mis deseos. Paz y amor y tal como decían los jipis.






























LUCIÉRNAGAS

 

Lo de escribir es algo íntimo, es algo que tengo que hacer solo. Después de estar escrito, me da igual quién lo lea, es más, es mi pretensión que cuantos más lo lean, pues mejor. Y porque antes no y después, sí. Buena pregunta, mi querido camarada, pero la respuesta es más que clara, en el fondo y en la superficie busco la fama que me llevará a no sé donde. Fama y pasta y reconocimiento y miles de libros vendidos y firmados en las mejores ferias del mundo. Perdón señor Bruno me puede usted dedicar éste libro y es que he leído todo de usted. Podría decir que es un sueño de una noche de verano y en la que quiero que me estorbe la gente, que las masas me apabullen, que me arranquen la ropa  y que besen mis calzoncillos. Falsa modestia hay mucha y a todo dios le va la vaina de la pasta y de la fama y que los fans te coman la polla. Falsa modestia de un tío honrado y modesto y quizá llegue algún día en que me transforme en lo contrario de lo que hasta ahora he sido, pero a éstas alturas de mi vida y en la que me quedan cuatro telediarios, dudo y mucho que yo me convierta en un capullo sideral. Quizá hace 40 o 30 años podía ser una verdadera tentación, pero ahora que soy un viejo pellejo, la fama me sirve de alfombra y la pasta para limpiarme el culo.

Radicalicémonos, seamos lo que hasta ahora nunca pudimos ser. Dicen que la edad te hace más conservador y yo puedo decir todo lo contrario, el paso de los años y la última etapa de mi vida, me han insuflado de ánimos y me han dado unas fuerzas mentales y espirituales que nunca tuve (físicas no, claro). Podía decir que estoy llegando al culmen en mi forma de ser y de estar por la vida. Me siento consecuente con lo que pienso y digo. No admito dar la mano a un soplapollas que se cree que está por encima de mí o de nosotros o de todos. No viajo porque aunque me guste ver y observar cosas preciosas, no me compensa padecer las incomodidades de un viaje. Mi sala de estar, mi mesa de escribir, mi baño, mi cagadero, mi cama, mi almohada, mis plantas y la luz de mis flexos y porque ese es mi secreto, me siento encantado entre mis cuatro paredes. Y que nadie piense en que estoy esclavizado a ésta casa y porque si me dejan llevar conmigo mis cuatro cosas a la casa que sea y donde sea, yo me instalo hasta en el fin del mundo y tan contento me quedo.

Dicen que la vida se hace a base de repeticiones y sin ir tan lejos, algo hay de verdad en eso y porque me suenan muchas cosas que ahora estoy viviendo, me suena mi casa antes de vivir en ella, la música envuelve mi alma como antes lo hacía, el viento sigue revolviendo las olas, el faro que tengo dentro de mi mente se parece demasiado al que tengo enfrente, la lluvia al caer en mi cara me trae recuerdos de cuando bailaba desnudo en aquella playa, los pájaros que antes me molestaban, ahora se han convertido en mis amigos  y lo único que echo de menos, son las luciérnagas cuando salían de noche en el verano infinito de mi infancia.


















LAS MAÑANAS

 

Claro que ahora a las mañanas las estoy convirtiendo en verdaderas mañanas y las estoy haciendo largas en el tiempo y en esa tarea estoy ahora, en hacerlas extraordinariamente largas pero que nunca serán aburridas. Las mañanas, que son relativamente nuevas para mi alma y mi mente, pongamos que desde un puñado de años o a lo sumo dos puñados. Antes a mi reinado lo situaba en la noche y en el paso de algunas tardes. Antes había muchas tardes en que me aburría y simplemente dejaba pasar el tiempo entre el tedio y el aburrimiento y en cambio algunas tardes eran entrañables y brillantes. Las noches, de las noches tengo muy buenos recuerdos, pero si me pongo a sumar y restar, hubo pocas noches en que realmente me sintiera iluminado. Pasa igual que con las borracheras, que coges una muy buena y las cien siguientes son terribles de malas, pero te pasas media vida viviendo de aquella borrachera tan bucólica. Como los amores, que funcionan uno de cada diez y ese amor único que has tenido una vez, lo conviertes en tu santa santorum y en tú razón de ser y de estar por la vida. De los otros 9 casi no hablas y porque de los malos rollos nos gusta hablar muy poco.

Pero en la vida, en la puta vida que nos ha tocado vivir, no tienes 10 oportunidades y para fallar en 9. Tienes sólo una única oportunidad y la coges o la dejas. Si decides cogerla, hazlo contra viento y marea, mantén el rumbo y aprovecha los elementos, el mar, el viento, la lluvia, el fuego, el deseo, el ansia por ser mejor persona, deslízate por las oscuras cuevas que alguna vez tenemos que recorrer y hazte triunfador de batallas que se salen de la imaginación, cuando te derrumbes levántate de nuevo y ese debía ser tu lema, levantarse después de caer y volver a levantarse después de caer otra vez. Nadie ha nacido aprendido y sabio, todos tenemos que tener tropiezos y caídas. Lo único que tenemos asegurado en ésta vida de mierda (por decir algo) es que nos moriremos y ahí sí que no vale de nada tener mucha pasta o mucha fama, aunque con buena pasta la vida se puede prolongar un poquito más, pero por ejemplo si te ataca un cáncer asesino no hay pasta en el mundo que lo pueda remediar.

Nosotros, los humanos que andamos por las calles y que a veces recitamos o escribimos poemas y cantamos canciones, somos un ejército de almas en pena que hablamos de amor y nos contamos cuentos mágicos. Nos queda eso, nos queda la imaginación y el poder que tiene. Tenemos una varita mágica dentro de nuestra cabeza y cuando nadie nos ve encendemos la luz de nuestro faro. La imaginación al poder, pero que sería de la imaginación sin el amor. No sería nada.

















ESPACIO TIEMPO

 Hay cosas que necesitan ser practicadas

como la vida

como la muerte

como la suerte de haberte conocido

pero los tiempos fueron crueles con nosotros

no coincidimos en el mismo año

tú ibas en vuelo libre

y yo aún me estaba poniendo el casco.

Dos gotas de agua

nunca son iguales,

como mucho son parecidas

pero para complementarse la una con la otra,

necesitan estar en el mismo plano

a la misma altura y en el mismo ángulo

y tú y yo

estuvimos cerca de estarlo,

nos faltó coincidir en el mismo espacio tiempo.



















BRONCAS Y DEMÁS


 Hoy estoy jodido, pues entre el ruído de una sierra de cortar metales (sierra de disco) y el de una tipa que no hace otra cosa que echarle la bronca a su pequeño hijo y lo hace a base de grandes y contínuos alaridos que a su vez hace que el crío llore a pulmón tendido, pues eso que tendré que cerrar mi ventana lo antes posible. Pero coño yo quería ventilar un poco mis estancias mientras escribía cuatro pequeñas cosas de buena mañana. En este momento la sierra ha parado de dar el coñazo y sólo me queda la tipa y su crío. Y como no es la primera vez que me pasa con ellos, yo me pregunto el como saldrá adelante semejante crío y porque tanta bronca y tanto grito le quedarán grabados en el almacén de su memoria. Y es que el pobre no para de llorar y es cuando me pasa por la cabeza el denunciarla, pero claro me dirán ¿denunciarla porqué?....¿porqué no para de echarle broncas al pobre niño?, pero si yo no le pego, dirá. Pero a veces una buena bofetada es un alivio y porque después de la tormenta suele venir la calma y en cambio de ésta manera, la tipa practica la tortura psicológica las 24 horas del día.

Yo me crié en medio de bronca tras bronca y si me negaba a tener más bronca, pues más bronca se me montaba. La bronca era la norma habitual de convivencia, era el pan de cada día. Mi madre era una maestra en éste arte de la bronca cotidiana. Yo no entendía porque para ella el mundo debía ser así de agresivo, pero daba igual lo que yo entendiera o no, las hostias volaban igualmente. Un día y muchos años más tarde, me dijo una psicóloga, pues de ahí vienen todos tus problemas de inadaptación social, vienen de haber vivido en un infierno y en consecuencia, de haber sido un niño infeliz. Y lo de vivir en un infierno, puede pero sólo en parte, pero lo de ser un niño infeliz, por ahí no paso. Traté de explicarle que a pesar de todo, yo me sentía bien, que estaba feliz y contento, salvo cuando tenía que hablar o enfrentarme a mi madre. Pero para no caer en bronca contínua con ella, cuando me preguntaba por algo sólo hablaba para decir sí o no y sin más palabras. Me decía, ¡que huraño eres hijo!, pero claro como ella no veía guerra por este lado, se las ingeniaba para buscarla con otro tema y otro de sus temas preferidos era hablar de mi padre o de mis hermanos. A mi padre le llamaba de todo, que era un ser profundamente aburrido, porque no quería salir de casa y a divertrise como ella quería. Que si él hubiera querido y por haber sido apoderado de un banco reconocido, ahora estaríamos montados en pasta gansa y claro y por eso, tenía el cartel de ser un fracasado. Claro que mi padre también tenía sus cosas, era demasiado maniático, era profundamente pesado conmigo y el cariño sólo lo manifestaba a pequeños ratos.

Y no hay mejor uno que otro, eran mis padres y así yo lo asumía. Cada uno tenía su papel, pero como con mi madre pasaba mucho más tiempo, pues era con ella con quién más tropezaba. Mi padre estaba de segunda mano, es decir, cuando me madre se veía superada por cualquiera de sus hijos, avisaba al gran señor de la c asa y para que nos diera una hostia de altos vuelos. De cara a la galería, mi padre era más bonachón y más sociable, pero eso formaba parte de la imagen que al le gustaba vender cara al público. Tampoco serían tan malas personas y por eso sigo indagando donde encontrarles un punto positivo. De momento, no lo he encontrado.

















 

DESPEDIDA (Gabriel Celaya)


Quizás, cuando me muera,
dirán: Era un poeta.
Y el mundo, siempre bello, brillará sin conciencia.
Quizás tú no recuerdes
quién fui, mas en ti suenen
los anónimos versos que un día puse en ciernes.
Quizás no quede nada
de mí, ni una palabra,
ni una de estas palabras que hoy sueño en el mañana.
Pero visto o no visto,
pero dicho o no dicho,
yo estaré en vuestra sombra, ¡oh hermosamente vivos!
Yo seguiré siguiendo,
yo seguiré muriendo,
seré, no sé bien cómo, parte del gran concierto.





















ROBERTO BOLAÑO

 

En aquel tiempo yo tenía veinte años

y estaba loco.

Había perdido un país

pero había ganado un sueño.

Y si tenía ese sueño

lo demás no importaba.

Ni trabajar ni rezar

ni estudiar en la madrugada

junto a los perros románticos.

Y el sueño vivía en el vacío de mi espíritu.

Una habitación de madera,

en penumbras,

en uno de los pulmones del trópico.

Y a veces me volvía dentro de mí

y visitaba el sueño: estatua eternizada

en pensamientos líquidos,

un gusano blanco retorciéndose

en el amor.

Un amor desbocado.

Un sueño dentro de otro sueño.

Y la pesadilla me decía: crecerás.

Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto

y olvidarás.

Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen.

Estoy aquí, dije, con los perros románticos

y aquí me voy a quedar.




















JUEVES 22 DE AGOSTO

Jueves 22 de Agosto y yo con estos cuatro pelos que tengo y que me quedan. Claro que hablando de pelos, no alcanzo a comprender como en la peluquería que tengo enfrente de mi casa, me cobran 12 euros por el corte de pelo. Señores, mi corte de pelo y al ser éste un bien bastante escaso sobre mi cráneo, a la peluquera le lleva exactamente 3 minutos de mierda y eso que la mitad de ese tiempo se le va en recortar cejas, pelos de la nariz y de las orejas. Pues ya se sabe que con la vejez crecen más los pelos de esas partes tan innobles (cejas, nariz y orejas) y de otros tegumentos cutáneos y uno si se deja ir un poco a groso modo y al libre albedrío, se va pareciendo al Brezhnev de sus mejores tiempos (Y para muestra, la foto).
Pues mira que se cuelga la peluquera...12 euros de mierda por un puto soplido (el que da al final con el secador de pelo) y por cortar cuatro pelos distonantes en medio de un desierto calvo y brillante. Si lo llevo a saber antes, me voy a Turquía a que me implanten unos cuantos matojos de pelos deslustrados. Y todo por el módico precio de 3.000 euros (implantes más desayunos, comidas y cenas, más estancia en hotel de 3 o 4 estrellas más el puto viaje de ida y vuelta). Y a mi por unos cuantos tijeretazos en dos minutos, va la pajarraca y me cobra 12 euros y mi viaje es cruzar la calle y subir tres escalones, aparte que yo soy el que pongo mis patas como medio de locomoción y transporte. Claro, la tía me busca las cosquillas y llegará el día en que me harte de pagar 12 euros por nada...y no sé...y hasta puede....... que iba yo andando un día por la acera de enfrente de mi casa y de repente tropecé con una piedra que estaba aposentada en medio de la acera y en fin, le di una patada espectacular (sin querer, claro) y no se como hizo la puta piedra de los cojones, pero fue a parar a la cristalera de la peluquería. Esas cosas pasan y yo doy fe de ello y porque los designios del señor son inescrutables, pero lo que me queda muy claro de todo esto, es que esa piedra estaba destinada a romper esa cristalera en concreto.
Y esto no son amenazas, más bien son malos pensamientos que un día tomarán forma y cuerpo y porque al demonio lo llevas muy adentro. Enfrente tengo la cristalera y la veo todos los días (a la cristalera, a la peluquera la veo mucho menos) y 12 euros paquí y 12 euros pallá y dale y toma y vueltas y más vueltas y sigue la cristalera entera y de nuevo los 12 putos euros y mis 4 pelos y Brezhnev y sus putas cejas y sigue la cristalera enterita y en Turquía te lo hacen todo por 3.000 euros y decido que cuando la peluquera eche el cierre, pasaré a dar una vuelta por la acera de enfrente y entonces me supongo que tropezaré con esa piedra (a la cual estaba destinado) y ya sabemos como acabará éste cuento que os acabo de contar...
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Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...