ASUNTOS PENDIENTES

 Todo lo que ocurre a mi alrededor,

no es producto de la casualidad,
ni siquiera está cuasado por la buena suerte.
Todo lo que ocurre a mi alrededor,
me lo he ganado a pulso 
y con el sudor de mi frente.
Arduos esfuerzos me ha costado,
papeleras llenas de folios rotos y arrugados, 
miles de bolígrafos se quedaron sin tinta,
y he sufrido calambres en los dedos.
No me escondí de nada,
no huí con la cabeza gacha,
en todo momento dí la cara,
y si hubo que enfrentarse con viejos dragones de otros cuentos,
allí estaba yo con mi espada de fuego.
Yo abrí heridas mal cicatrizadas,
metí el dedo en las llagas,
urgué en cerebros ajenos,
escarbé en mi propia historia,
y despaché asuntos pendientes,
todo eso hice yo, 
y si no hice más, 
es porque todo requiere su tiempo.
 



SOLO

En el fondo yo sé porque estoy solo,

lo sé y voy a decirlo de una forma muy simple
porque quiero.
No hay que darle más vueltas,
ni plantearse grandes preguntas aristotélicas,
yo estoy solo...
porque yo quiero estar solo.
Eso no quita que a veces,
esa soledad se revuelva y me acabe doliendo,
pero insisto en lo principal
yo estoy solo, 
y estoy solo conmigo y conmigo solo.



EL SUICIDIO DE LAS LETRAS

 Si de nuevo tengo que decir algo,
si tuviera que decir algo,
no sé si todo lo que tengo pendiente
entraría en ésta hoja en blanco.
Serán alucinaciones o serán burbujas de aire,
porque lo que yo siento 
es un bombardeo dentro de mi cerebro,
pueden ser desvarios o efectos mariposa,
puede o puede que no,
o puede que sean fenómenos paranormales,
o son las secuelas de una bomba nuclear.
Pero lo que yo sé, 
y lo sé y por eso lo digo,
es que tengo paranoias y delirios de grandeza,
a veces, 
me siento un superman que vuela con su traje de héroe,
y en otras, 
me siento una simple hormiga en busca de su hormiguero.
Si tuviera que decir todo lo que pienso,
no habría puntos y menos puntos y comas,
tampoco habría un orden aritmético,
ni habría frases ni parafrases,
sólo habría el caos
en un desorden absoluto,
y sería el final del abecedario,
el apocalisis de la escritura 
y el suicidio de las letras.

 


 

APÁTRIDA

 Yo soy un apátrida

carezco de estandartes y banderas.
Mi patria es el universo.
Mis luces
son las de millones de estrellas fugaces.
Mis deseos
son deseos de otros cielos.
Mi vana esperanza 
es que desaparezcan las fronteras de la tierra.
Mis preocupaciones 
no entran en éste folio en blanco.
Mi ejército 
son mis dos cansadas piernas.
Mi alma
es el alma de un ángel negro.
Mi dios, 
es el dios de uno y de cada uno.
Yo soy un apátrida 
y no tengo estandartes ni banderas.
Mi vista 
es mi vista panorámica.
Mi escudo
es un escudo antimisiles.
Mis penas
es ver un jardín sin flores.
Mis sueños
son sueños muy personales.
Yo soy un apátrida 
y no tengo estandartes ni banderas.
Mi patria es el universo.
Mi estandarte son mis calzoncillos,
Y mi bandera solo lleva y tal como dice la canción:
dos fémures y una calavera.


 



yo soy mi propio y único sueño.


 En el devenir de los días,

en los corredores de la muerte,

en el fragor de mil batallas ganadas o perdidas,

en las noches teñidas de ignominia y desilusión,

yo soy mi propio y único sueño.

Al llegar la noche y con ella su melancolía,

por un instante, dudo de todo lo que he sido en vida,

por un momento, me interrogo en el espacio tiempo,

por un segundo, me formulo el porqué de mi existencia,

y al final siempre concluyo :

Yo soy mi propio y único sueño.

En los minutos que pasan,

en los segundos que cabalgan desbocados,

y en los meses que están por venir,

yo soy mi único y propio sueño.

En mi mente está mi Yo y mi propia gloria,

están todas mis coronas de laurel,

están mis medallas de oro y plata,

están mis pecados y vanidades,

están mis ideas atormentadas,

están mis cadenas oxidadas,

están mis peores obsesiones,

están mis malditas pesadillas,

están mis alegrías desajustadas,

y también están mis pensamientos esparcidos por el suelo.

Por el camino he dejado trozos de mi alma,

he dejado corazones rotos,

he jugado a la ruleta rusa con la vida de otros,

he vilependiado a la diosa fortuna,

y alguna vez...

hasta he despreciado a aquél que me tendió su mano.

Todo esto hice yo,

pero al fin y al cabo, yo soy lo que soy,

y yo soy mi propio y único sueño.



















Ángeles Mastretta. Te deseo.

 

Yo te deseo la locura, el valor, los anhelos, la impaciencia.
Te deseo la fortuna de los amores y el delirio de la soledad.
Te deseo el gusto por los cometas, por el agua y los hombres.
Te deseo la inteligencia y el ingenio.
Te deseo una mirada curiosa, una nariz con memoria,
una boca que sonría
y maldiga con precisión divina,
unas piernas que nunca envejezcan, un llanto que te devuelva la entereza.
Te deseo el sentido del tiempo que tienen las estrellas,
el temple de las hormigas, la duda de los templos.
Te deseo fe en los augurios,
en la voz de los muertos,
en la boca de los aventureros, en la paz de los hombres que olvidan su destino,
en la fuerza de tus recuerdos
y en el futuro como promesa donde cabe todo lo que aún no te sucede…











BENDITA ESQUIZOFRENIA. Parte 1ª (2.014)

 El virus de la gripe se presentó ante mí, sin previo aviso y sin enseñarme su tarjeta de visita. Entró como siempre entra, sin decir nada, sin siquiera tener el detalle de saludarte previamente, ni tan siquiera un hola o un que tal o si te viene mal ya vendré otro día o en otro momento. No dejó opción y como es un voraz asesino entró a trapo, se coló por todos los recobecos de mi cuerpo y sin más se instaló cómodamente. Se fue directamente a mi sala de máquinas, en pleno epicentro de mi cerebro y ahí con el mando a distancia, empezó a hacer furibundos ataques. Primero, desconectó las luces de emergencia de mi cerebro y para ello, hizo saltar los plomos. Después, también cómodamente instalado en un gran sillón de cuero, empezó a hacer zapping. Saltó de cadena en cadena a ritmo acelerado y mandó órdenes de que sus súbditos se instalaran en todas las articulaciones. Aquí, sus súbditos obedientes montaron sus tiendas de acampada. Encendieron las hogueras y empezaron una gran fiesta. Se pasaron la fiesta, bebiendo orujo a espuertas, cantaron hasta quedarse mudos, hicieron crecer las llamas de la hoguera a la altura de un rascacielos, se lo pasaron pipa y al final entonaron el "Asturias Patria Querida". Claro que mi cabeza y mis pobres articulaciones no se lo pasaron tan bien, más bien lo contrario. Se quejaron con gritos y chirridos de pura agonía. La cabeza y las articulaciones se pusieron al rojo vivo y el dolor se convirtió en mi compañía.

 Además éste virus asesino liquida todo lo que encuentra. Penetra como un taladro en tu córtex cerebral y llega hasta tu disco más duro y más, íntimo. Entonces crea una verdadera "desfeita": destroza sentimientos, pone del revés los sentidos y de un sólo plumazo, borra tus recuerdos y tus sueños. Es un depredador nato, es la muerte con su guadaña, vestida de virus. Inflama tus meninges y tus huesos. El latido de tu cabeza se torna insoportable. Y lo peor, es que no hay cura. No hay antiinflamatorios ni demás hostias que calmen la maldad de éste bicho. Es insaciable y se sabe todopoderoso. Yo lo veo con el mando a distancia entre sus manos, jugando una partida a los barcos hundidos, sólo que en éste caso son mis articulaciones y lo poco que me queda de cerebro. Lo veo, con una sonrisa de sorna, cuando no a carcajada limpia. Se destornilla con su poder, se mea y caga sobre tu cabeza.
   Me duele todo, todo absolutamente todo. Desde las pestañas hasta las cejas, desde las tuberías más finas hasta las que llevan la mierda más gruesa. Me duele desde el Occipucio hasta la Médula, desde los pies hasta las entendederas. Voy capeando, como puedo, éste chaparrón de suplicios víricos, pues al fin y al cabo, siempre queda un consuelo: el virus se irá por la misma puerta que entró o eso espero.
   Ahora, que estoy en plan pseudofilosófico (digo pseudo pues la gripe ya se encarga que lo demás sea una verdadera mierda), pues me viene a la mente que fue de mi vida anterior. !Hostia que profundo me pongo!. Me pregunto, que fue de aquél Bruno anterior al de ahora. Que fue de aquel Bruno que se arrastraba por los lodazales de las siniestras marismas y mendigando, cariño. De aquél Bruno que nadaba sin rumbo por los mares de las dudas. De aquél Bruno que siempre tropezaba con el mismo obstáculo y se daba unas hostias que no veas. Que fue de aquél Bruno, que ejercitaba meditación con las pastillas adormideras. De aquél Bruno, que transitaba con una mochila siempre cargada de angustias y miserias. De aquél Bruno, que siempre tragaba y que apenas se rebelaba. Sí, ¿ que fue de él?,  ¿donde está?, ¿qué hace?. Muchas preguntas y una sóla respuesta : a ese Bruno anterior, yo mismo le hice el finiquito. Lo despedí por matraca y por ser un impresentable. Lo dejé envuelto en su manto de miserias y de penas y después, lo tiré al río. Lo afilié al PP para que se entretuviera chorizando cosas. Lo dejé sólo con su escudo y su armadura de metal de metacrilato. Le hice un corte de mangas para que se fuera directamente, al carajo. Le enseñé el camino para que se fuera a tomar por culo.
   A ese Bruno anterior, ahora en éste mismo momento, quizá lo esté viendo más cerca. Puede que sea, por mis debilidades gripales. Pero que lo vea más cerca, no indica apenas nada. No por ello, mi actual yo, lo comprende. En tal caso sólo lo entiende. Lo entiende, por los tragos que pasó, lo entiende pero a la vez, no lo comprende. Éste nuevo Yo, es un Yo intransigente, no admite ciertas dudas y debilidades. Al tiempo, que es un Yo analítico y es capaz de ponerse en el pellejo del otro, en éste caso en el pellejo de mi yo anterior. Se pone, pero insisto, no lo entiende.


  


BENDITA ESQUIZOFRENIA. Parte 2ª

 Éste nuevo Yo, es capaz de ver que el anterior Yo, se había ido del mundo. Que caminaba por cloacas ancestrales. Que estaba ciego, pues sus pupilas eran conchas de berberecho. Que cualquier sentimiento verdadero, era su mayor enemigo.

¿Es posible ésta transformación?. Mi nuevo Yo y Yo, damos fe de que es posible, y es más juro y perjuro, que es tan real como que estoy escribiendo en éste momento. Me duele mi anterior Yo, me duele, pero gracias a él ahora siento lo que siento. Y por ello, le estoy muy agradecido, pues yo me me había rendido por el camino y ahora renací de sus cenizas como el ave Fénix.
Tengo que decir, que éste actual Yo, lo tuve conmigo hace mucho tiempo y después, a pequeños ratos. Lo tuve en mis épocas jóvenes, lo tuve hasta que cumplí los 25 años. Éste Yo, me guió en épocas confusas, me dió vidilla en la adolescencia, me dió sabiduría en mis primeros palos vitales. Me dió grandes ratos en mi época de adulto. Era un Yo, como el de ahora, un Yo decidido.  Un Yo con paso firme. Un Yo que absorve como una esponja, todos los estímulos . Un Yo que exprimía los sentimientos. Un Yo que jugaba a ser fuerte. Un Yo que tenía como amigos a los cinco sentidos. Un Yo que bramaba sed de vida. Un Yo que jugaba al billar con sus contradiciones. Ese era mi Yo de hace mucho tiempo y ahora lo tengo de nuevo en mi seno. Solo que ahora, lo mimo y lo cuido. Lo dejo que escriba, que sienta, que disfrute, que se entretenga, que aprecie la belleza y que se ría hasta de mi existencia.
Éste nuevo Yo, fue parido hace 8 meses, 8 largos y sudorosos meses. Fue un parto trabajoso y doloroso, pues el embrión aún no estaba maduro del todo. Pero al final salió y salió entero con su placenta como sombrero. Nada más ver la luz del cielo, se subió a las estrellas fugaces y empezó a viajar por los bordes del Universo. Éste Yo nuevo, se empapó de sabiduría, aprendió las cuatro reglas del juego y sin más se puso a ello. Dentro de mi cerebro medio muerto, hubo una explosión atómica, saltaron todos los circuitos y mis neuronas se pusieron a hacer el pino. Las sensaciones corrieron por todas mis avenidas, las venas fueron regueros de tinta china, mis arterias explotaban como  las tracas de las fallas y todo fue un estallido bestial, una alucinosis sin drogas, un grito desgarrado a la luz de la luna llena.
Así que ahora, yo ya puedo ver hacia atrás. Ya puedo interpretar todo el sufrimiento acumulado (la alegría, ya la tenía traducida). Ahora, ya puedo mirarme al espejo sin miedo. Ya puedo reírme hasta de mi propia sombra. Ya puedo pasearme acompañado, acompañado del mar, el viento, la lluvia y hasta del fuego de los infiernos. Ahora, sí ahora, yo me veo por fuera y por dentro. Veo mi funcionamiento interno, veo mis neuronas como van a todo trapo, veo como se produce mi fotosíntesis, veo todos mis procesos por adentro. Me veo y me veo con gusto. Me veo libre sin cortapisas. En definitiva, me veo y no me lo creo.
Pero también ahora, no sólo me veo Yo, sino que también puedo ver a los demás. Veo si tienen maldad a 1.000 km. de distancia. Veo sus segundas intenciones. Veo el engaño mejor que un lince (aunque hay alguno, que se me escapa y siempre, lo habrá). Y sobre todo, ahora no huyo, no huyo de nada ni de nadie. Ahora aprendí: primero, a observar y escuchar y para ello me quedo lo más quieto posible. Después, decido e inmediatamente actúo ( a veces, quizá demasiado rápido). Por tanto reúno en mi mismo, muchas cualidades del ser humano.
Quizá suene todo esto a estar medio pasado. Quizá lo suene y quizá Yo esté pasado del todo. Pero Yo me encuentro cómodo en mi nuevo traje y eso es lo más importante. Ahora, a 8 meses vista, veo que voy controlando mejor todas mi vorágine de sensaciones. Al principio, fue todo tan alucinante, que pensé que me volvía loco o que ya lo estaba. Además, dada la sensación de placer que experimento, una vez que estaba dentro de ese placer, tenía pánico a soltarlo, tenía miedo a que se fuera definitivamente. Ahora, han pasado 8 meses y me encuentro más asentado y centrado. He aprendido por éste corto camino a seleccionar objetivos, a ponerme prioridades, a no abrir demasiados frentes a la vez (cosa que me ha costado demasiado), a escuchar y ser escuchado, a mostrarme como lo que soy, un alma llena de sentimientos.
Aprendí, como siempre se aprende cuando uno no quiere aprender de otra forma, a base de hostias bien dadas. Cuando hace 8 meses salí desnudo al mundo, yo me creía invencible y hasta cierto punto poseedor de verdades totales. Pero a base de abrir tantos frentes a la vez, de repente me encontré en una encrucijada bestial y no sabía que camino seguir, no sabía si tenía que luchar o morir en el intento. Y eso, me hizo retroceder algo en el tiempo, pero sólo un poco. Pues en mi nuevo Yo, yo soy muy batallador y enseguida me puse mi armadura de lucha. O sea, que en definitiva a mis impulsos iniciales le sumé la reflexión y en ese proceso mental estoy Yo y mi nuevo Yo.
   !Bendita Esquizofrenia !...la mía.

 P.D. : Como tengo amigos que padecen, por desgracia, ésta enfermedad mental. Aclaro, que lo de bendita esquizofrenia, es sólo para mi y mi Yo nuevo. Es una esquizofrenia relativa, que a mí no me molesta. La de esos amigos, es otra cosa...es enfermedad y por tanto, es sufrimiento y no es mi intención faltarles al respeto. Para ellos les deseo también lo mejor.


APÉNDICE DE INAGURACIÓN DEL BLOG (2.013)

 Hoy día 5 de febrero de 2.013 inaguro, como hacía Franco con los pantanos, mi nueva página web. Y éste día, es un día muy especial para mí, pues es mi cumpleaños y cumplo 57 tacos. Como véis ya soy un viejo pellejo, cada día veo peor, pues mis ojos están hartos y cansados, el espejo me devuelve imágenes de un viejo entrañable, pero al fin y al cabo, viejo, y lo de entrañable lo digo porque yo mismo, tengo que decirme algo bonito, pues abuela ya no tengo. Pero mi espíritu se conserva fresco y rebelde, incluso más que cuando era joven. Por eso yo celebro mi cumpleaños y que sean muchos más me da igual, lo que yo quiero es que lo que me quede en ésta tierra de infieles, lo sepa exprimir y disfrutar como lo disfruto ahora. Yo tengo cicatrices de mil batallas, algunas son grandes y para mí inmensas, en cambio otras son pequeñas pero profundas, de las que por fuera no dejan marca, pero por dentro hacen hemorragias internas. Lo importante, es que ahora yo navego en éste viejo cascarón y lo hago con viento de popa, con las velas siempre infladas y por tanto voy a toda hostia, hasta a veces de tan rápido que voy, me produce mareos y vértigos. Pero ésta sensación me encanta y no sabéis como la disfruto.

Las cosas no han cambiado mucho desde el año anterior (2.012), en tal caso están peor que antes, la situación es cuasi catastrófica y al parecer nosotros seguimos tan contentos, como si nada hubiera pasado. Donde está el límite para que la gente estalle, eso a éstas alturas es indescifrable. pero supongo que si llegará ese día, ese día en que explote todo o eso es lo que yo espero. Y si no tampoco pasa nada, yo seguiré tranquilo, eso si a la expectativa y siempre atento, pues pretendo estar en el medio y delante de todo el fregado. Me encantan las revueltas y revoluciones, además nos hace mucha falta una vuelta de tortilla. Se necesita que todo se remueva, porque la miseria no sólo se palpa a nivel económico, pues hay mucha miseria de ideas, de renovación, de avances culturales y eso se nota y mucho. Estamos anquilosados y apergaminados y que no producimos intelectualmente y lo poco que hay, es más bien mediocre (como lo mío). Así que hacen falta aires nuevos, pero aires de tormenta, aires que pongan todo patas arriba, para de nuevo tener que empezar, y así partir de cero.
  También hay otra razón más pragmática para crear éste nuevo Blog y es la siguiente: resulta que en mi anterior página web, me cobraban trimestralmente, es una pequeña cantidad, pero te cobran y resulta que ya van dos veces que ocupé todo el espacio que me dejaban y tuve que solicitar más espacio a la empresa que lleva el tinglado y cada solicitud de ampliación pues es más pasta y a poquitos ya se sabe. Además no me da la gana que me cobren por escribir, !sólo faltaría eso!. De todas formas mantendré la página de 123, pero reduciendo contenido, así elimino los extras, que son los que más me joden. En ésta actual que es de Google, también pago un mínimo, pero con lo que pagaba en un mes en la otra página web, ahora me pago todo el año.
  Ya no me extiendo más, yo sólo espero que disfrutéis de lo escrito y si consigo una sonrisa, una lágrima o un sentimiento que brote de vuestro cerebro y sobre todo, que brote de vuestra alma, con eso, sólo con eso, yo me daré por satisfecho.
   Ya por último, quiero hacer mención a porque a ésta página web le pongo de nombre "Destellos". Pues muy fácil, primero porque simplemente me gusta ésta palabra, pero también por que condensa perfectamente lo que yo siento por dentro. Es la palabra adecuada, pues mi inspiración funciona a destellos, a flashes, no sería capaz de escribir nada sin esos destellos. Por mucho que adquiriera técnicas y conocimientos de escritura, sin la aportación de la inspiración yo no escribiría nada, sólo podría dar clases de técnicas de narrativa o de poesía, pero nada podría hacer de mi propia cosecha. Por eso quiero rendir homenaje a ellos, a los destellos y mostrarles mi agradecimiento.
Y gracias, por escucharme y sobre todo, por leerme.
.


 



Ojalá me pudiera remodelar

 

Ojalá me pudiera remodelar

y empezar de cero y como un hombre nuevo.

Pero me temo que así no es,

que hay que apechugar con lo hecho y lo deshecho,

que lo bueno ha tenido un alto precio

y que lo malo es un inagotable préstamo hipotecario...

Por tanto,

recogeré velas ante los temporales,

tomaré excepcionales precauciones,

y remaré con todo mi entusiasmo

en ambos sentidos y en todas las dimensiones y direcciones.

Cogeré atajos y hermosos senderos,

conduciré con ambas manos,

aseguraré el equipaje de mi mochila,

y miraré hacia delante y siempre a la lejanía

(hacia atrás ya he mirado demasiado).

Acabaré haciendo vuelos rasantes

y hasta rozar la escarcha de la mañana.

Es muy importante tener

un punto de mira y un objetivo.

Así también... lo es

tener un punto de arranque o de partida,

un punto de apoyo y una perspectiva veraz, clara y concisa.

Y dicho esto

doy por concluido el día.

O acaso ¿hay otra forma de terminarlo mejor?.























-"Gallinas", del anarquista Rafael Barrett, Paraguay, 1910.

  

"Mientras no poseí más que mi catre y mis libros, fui feliz. Ahora poseo nueve gallinas y un gallo, y mi alma está perturbada. La propiedad me ha hecho cruel.
Siempre que compraba una gallina la ataba dos días a un árbol, para imponerle mi domicilio, destruyendo en su memoria frágil el amor a su antigua residencia. Remendé el cerco de mi patio, con el fin de evitar la evasión de mis aves, y la invasión de zorros de cuatro y dos pies. Me aislé, fortifiqué la frontera, tracé una línea diabólica entre mi prójimo y yo. Dividí la humanidad en dos categorías; yo, dueño de mis gallinas, y los demás que podían quitármelas. Definí el delito. El mundo se llenó para mí de presuntos ladrones, y por primera vez lancé del otro lado del cerco una mirada hostil.
Mi gallo era demasiado joven. El gallo del vecino saltó el cerco y se puso a hacer la corte a mis gallinas y a amargar la existencia de mi gallo. Despedí a pedradas al intruso, pero saltaban el cerco y aovaron en la casa del vecino. Reclamé los huevos y mi vecino me aborreció. Desde entonces vi su cara sobre el cerco, su mirada inquisidora y hostil, idéntica a la mía. Sus pollos pasaban el cerco, y devoraban el maíz mojado que consagraba a los míos. Los pollos ajenos me parecieron criminales. Los perseguí, y cegado por la rabia maté a uno. El vecino atribuyó una importancia enorme al atentado. No quiso aceptar una indemnización pecuniaria. Retiró gravemente el cadáver de su pollo, y en lugar de comérselo, se lo mostró a sus amigos, con lo cual empezó a circular por el pueblo la leyenda de mi brutalidad imperialista. Tuve que reforzar el cerco, aumentar la vigilancia, elevar, en una palabra, mi presupuesto de guerra. El vecino dispone de un perro decidido a todo; yo pienso adquirir un revólver.
¿Dónde está mi vieja tranquilidad? Estoy envenenado por la desconfianza y por el odio. El espíritu del mal se ha apoderado de mí.
Antes era un hombre.
Ahora soy un propietario".

SÁBADO

Sábado, primer sábado después de mi cumpleaños que fue el día 5 de febrero y ese día el mundo tuvo la mala suerte de saber que en una esquin...