EL PACTO DEL MONASTERIO DE LLUC

Pues ante todo: ¡buenos días!, porque es maravilloso empezar por un ¡buenos días!, porque me alegra el día, porque así pienso que va a ser el mejor día del año y que si lo empiezo bien, acabará siendo mejor. Por optimismo no será y por falta de entusiasmo tampoco. Pero éstas cosas salen porque sí, no porque estén programadas y meditadas, salen en plan espontáneo. O sea que con un ¡buenos días! me alegran el día y mira que soy fácil de contentar, porque podía pedir unos cuantos besos y abrazos y un ¡te quiero! todo cariñoso, pero eso me suena a chino, me suena a extraterrestre, a que quizás en otro mundo podía ser así, pero en éste...pero en éste lo veo casi imposible. ¿Quién sabe?, el día 7 me voy de viaje y a lo mejor tengo la suerte o mala suerte de cruzarme con otro ser que me atraiga, pero aclaro y lo aclaro con buena letra, esa no es mi meta.

De hecho en éste aspecto soy bastante huidizo y porque en el fondo no me preocupa un carajo, porque yo voy a disfrutar de mi viaje y para ello, no necesito tener ninguna compañía. Yo quiero saborear paisajes, hablar con gente, moverme en plan serpiente, meterme en el Monasterio, escuchar cantos gregorianos, descansar en plan rey, comer lo mejor posible, pensar desde la distancia, sentir que estoy ante una nueva etapa de mi vida, visitar unos Faros preciosos (el Faro de Formentor, es una verdadera pasada), pero sobre todo, recuperar mi EGO y mis fortalezas.

Mi EGO  y YO, somos dos egos, que a veces nos entendemos muy bien y que en otras, andamos en sentido contrario y ahora tengo la sensación de que cada uno va a su bola, YO lucho por encontrarme y mi EGO se quedó en otra historia, una bonita y preciosa historia, porque mi EGO no es tonto y sabe lo que se hace, pero de vez en cuando hay que darle un toque, un aviso, una bofetada para que espabile. Pues voy a pasearme YO y mi EGO y quiero que haya una reconciliación o lo que se podía llamar: "El Pacto del Monasterio de Lluc", que es donde principalmente dirigiré mis pasos, me voy al silencio del recogimiento.

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...