ESQUIZOFRÉNICO

Tras el silencio de la noche y el bullicio de la mañana, viene el mediodía y con él, el sol se pone al máximo. Y ahora son las 4 de la tarde y hasta las moscas desaparecen y por la simple razón de que se van a dormir la siesta. Es la quietud del desierto, nada se mueve sobre la arena caliente, ni las serpientes, ni las lagartijas, ni siquiera los escorpiones mueven su aguijón mortífero. Es el momento ideal, para conquistar un pueblo o una Isla y en una sola hora todo conquistado.

La hora de la siesta, la hora del reposo del guerrero, bueno los que en realidad  han guerreado. Porque después hay los que te venden la moto y dicen que han currado y están recién caídos de la cama. Y eso si que es disléxico, por un lado quieres dar pena y porque estás asfixiado y en el paro y por el otro, necesitas la autoestima que da el sentir que haces algo y para ello mientes como un bellaco. Al final después de un tiempo de andar en ese borde, se complica la película y porque siempre te cazan en una metedura de pata.

Y caen porque el tema en sí, es esquizofrénico y ahora trabajo y ahora no trabajo y ahora sí y ahora no y sino pues curro parcialmente o haciendo un chapucete, pero la realidad es demasiado triste, pues no curran en nada. Y lo de siempre, la verdad por delante y así te quitarás más problemas de encima. La verdad es una daga muy afilada, se clava fácilmente, pero para clavarla hay que tener el valor suficiente y el que es necesario y eso no siempre se tiene. Incluso yo, que me considero un tío entero y con un par de pelotas, a veces recurro a lo que no quiero  y todo por el quedar bien. Pues señores, que yo soy tan esquizofrénico como el resto de los mortales.

MI PACIENCIA...NO ES INFINITA

Mi paciencia es infinita, pero no lo es tanto. Ya no puedo más con mi casa, harto se me queda corto, hasta los huevos, es más aproximado. Y es que coño, que yo no escarmiento, pues dejarse de guinda de la tarta esta trabajera tan ingrata, éste sudor continuo, éste  cansancio perpetuo y éste gran mierda deprimente, pues que tiene huevos la cosa. Joder uno coge vacaciones para descansar y no para trabajar más y en lo que menos que  me gusta. Yo estoy para bañarme en aguas transparentes y después ponerme a la sombra de un pino o de muchos pinos y sin tomar el sol, sólo viendo pasar el tiempo a la fresquita sombra.

Y es que a cada cosa que hago me aparecen 50 nuevas y suma y sigue y mejor dicho, multiplica. Claro que siempre viene el pensamiento de que tuve todo el Invierno para hacer ésta faena y entonces me entran ganas de suicidarme o de matarme directamente y dejarme de pamplinas. Mira que tuve tiempo, pero ese tiempo lo ocupe escribiendo y si hubiera escrito un poco menos y una hora al día ya hubiera bastado, vamos lo que siempre se dice cuando estás jodido. Que no me entero que me estoy haciendo viejo y que mis pilas no son eternas. Ya no puedo meterme faenas a lo bestia y faenas y como siempre de última hora.

La verdad es que no sé si desesperarme del todo y mandar todo a la mierda o...o no sé, tendré que seguir torturándome. Bueno ya metidos y como última vez en mi existencia, tendré que proseguir lo empezado. Pero que conste en acta, que estoy hasta los cojones. Y además digo otra cosa, no pienso alquilar nunca más mi casa y por dos razones, porque estoy hasta los cojones y porque mi casa es mi casa y puedo prestarla o dejarla, pero nunca más la dejo en manos extrañas. ¡He dicho!.

Si ya lo decía mi madre, "hijo planifica las cosas". Y yo las planifico, sólo que después no las hago. De la teoría a la práctica hay un paso demasiado grande. Soy un puto desastre y mi deber, es reconocerlo y en consecuencia debía castigarme por ello, pero creo que ya es suficiente castigo el tener que apencar a todas horas con éstas labores domésticas.

JULIO CORTÁZAR