LA PLACIDEZ DEL QUE SE ENCUENTRA BIEN

Y es verdad que si tú creas un ambiente cálido, entrañable y cariñoso, los seres humanos más próximos lo agradecen y se sienten como acogidos en una casa que les suena a familiar. Y quizá por eso, porque yo en mi infancia nunca tuve una casa de ese tipo, tenga esa idea tan obsesiva dentro de mi cabeza, la de querer tener un ambiente familiar en mi casa. Y me gustan y me entusiasman las casas con mucha gente, con circulación continua, con niños que chillan y gritan, con conversaciones entrecortadas, con risas y hasta con llantos.

Necesito humanidad dentro de mi casa, necesito que las piedras respiren y rezumen cariño, que me inunden los olores de la cocina, que el baño esté siempre ocupado y haya que hacer cola para poder llegar hasta él. Necesito voces y susurros y risas que corten el ambiente y ruidos de cacerolas y de vasos brindando. Necesito calor hogareño y que mejor que una chimenea para ello y por supuesto, que huela a leña quemada. Deberían hacer una esencia a leña quemada, porque yo sería el primero en comprarla.

Necesito esa embriaguez que da la gente más cercana y como alguno de la tribu se lo toma al pie de la letra lo de la embriaguez, pues a media cena o media comida ya tiene un punto que te cagas, pero ese punto no desentona, al revés alegra más a la  peña. Y las tardes o las noches sentados alrededor del fuego y como si fuéramos indios fumando la pipa de la paz. A ese momento le llaman, "la placidez del que se encuentra bien", no sé si le llaman así, pero yo le llamo así y porque esa frase lo describe perfectamente, por lo menos lo describe para mí... Y además, porque no tengo que dar más explicaciones.

FOTO DE PORTADA

Como ya habréis comprobado puse ésta foto como presentación de portada y tengo que decir una cosa, éste soy yo, sólo que soy yo en una anterior reencarnación, pues de aquellas estaba con la peña de una tribu africana y llevaba por lo tanto, un estilo Afro.

La pintada que llevaba en la cara no era muy original, pues posteriormente la he visto parecida en algunos carnavales, pero ¡señores!, esos colores tan de la tierra y contrastando con el blanco nacarado de la pureza, sientan que no veas. El pelo, el pelo y como ya dije era tipo Afro pero con un toque tirando a Centolla, pues como se ve, cuelgan sus patas marrones al rededor de mi cráneo y encima de mi cabeza tengo la concha del bicho a modo de sombrero y que de aquellas era la moda más in.

Y esa vara en mi manos indica que podía estar remando, pero no señor, estaba pescando en aguas turbulentas. Ya de aquellas era un buen pescador de ideas y conseguía pescar las ideas más truculentas. Y entre esas ciénagas y entre esos lodos, me fue surgiendo la idea de la reencarnación. Y ya está, pues siglos después y en concreto en Vigo, nació un capullo que se llama Bruno  y que a veces se llama, Javier.

PRINCESA (Poema)

Después del cielo, estás tú,

tú con tu túnica blanca,

tú que eras la diosa adorada,

la que un día, estuviste,

y la que en otro día, te fuiste,

tú que pasaste como una corriente de aire,

tú a la que retuve lo que pude,

tú que dejaste una profunda huella,

¡sí es que con tu sola presencia!,

yo me sentía el rey de los mares,

o un príncipe azul entre las nubes,

o un dios, o un pavo real,

y también un desgraciado que en ti confiaba

y ahora me doy cuenta,

que antes  fuiste princesa,

pero que en realidad,

eres de carne y hueso.


PROFUNDIDADES

Hay personas que para decirte una cosa que es más o menos importante, primero necesitan decirte el como tú te encuentras. Y entonces te dicen y a modo de preparación o de introducción, que últimamente no estás bien o que no quieres oír cosas profundas. Y bueno, pues yo me pregunto ¿el como lo saben?. ¿Y para que es necesario analizar primero al contrario o a la otra persona?, supongo que para que tengan más incidencia la “profundidad” de sus palabras.

Claro que arriesgan un huevo y la yema del otro, porque es verdad que se puede acertar, pero se tienen las mismas posibilidades que de fallar. Se la juegan a cara o cruz y si aciertan además te dan un golpe moral mortífero. Porque si últimamente parece que andas sobre la superficie de las cosas, que te digan eso, te deja como un submarino en el fondo del mar, tocado y hundido. Y todo para decirte algo que tiene relación contigo, pero ¡todo tiene relación contigo! y para ello, no es necesario el querer desnudar al contrincante.

No es fácil de explicar, porque las cosas profundas no tienen fácil explicación. ¡Coño!, que en éste preciso momento me digan que soy superficial o que estoy superficial, lo siento pero aparte de no estar de acuerdo, me desquicia. Igual que no soporto los intermedios de las películas, tampoco soporto los intermedios de la vida y sobre todo no soporto, los intermedios en que uno interpreta gratuitamente la situación del otro. La gente cambia, pero no tanto como se dice y yo me considero un tío tan profundo, que a veces penetro por un agujero de la Tierra y salgo por el otro lado del globo terráqueo.



LO MORBOSO

Veo lo que quiero ver y a veces veo, lo que no quiero ver y porque hay cosas que te las plantan delante y tu sin ningún entusiasmo las tienes que ver. Me refiero a tantas desgracias que nos cuentan todos los días y sino te las meten de mañana, te las contarán al mediodía o a la noche y solo lo harán por joder. Y no nos engañemos y nos digamos a nosotros mismos, que esas cosas se cuentan para que adquiramos conciencia y ¡una mierda!, lo hacen porque saben que revuelven nuestra parte más oscura y es la que al final hace, que queramos saber de que va la cosa.

O sea, pican nuestra curiosidad y como en éste aspecto somos como larvas, queremos saber porque mataron a tantos niños de hambre o bajo el efecto de balas humanas y sobre todo queremos saber el porqué. Bueno algunos queremos saber el porqué y en cambio otros, sólo se quedan con el aspecto más morboso del como murieron y cuantos murieron y si fueron niños, pues precisamente más llamará su atención morbosa.


Nacimos para vivir y para después morir y como seres humanos que somos, solo nos debería importar el bienestar de la humanidad. Pues pasa, que hay gente que no busca ese bienestar humano y solo se queda con el desastre y devastación humana. Y es que además se recrean en esas imágenes impactantes de niños muertos y de niños malheridos. Y es que en el fondo aceptan que ésta sociedad sea sucia y amoral o mejor dicho, que sea una sociedad donde lo importante es vivir por encima de los demás y si para ello, hay que matar, se mata, y si para ello hay que aceptar que somos cómplices, ellos serán los primeros en entrar en el reino de los cielos.

DESPUÉS DE ÉSTA, ME VOY AL CIELO

Y es verdad que mientras ahí afuera muchos roban y chorizan y se ponen hasta las botas de farlopa, de wiski y demás drogas ilegales, yo sigo aquí al pie del cañón viendo como poco a poco se reconstruye mi casa y sin drogas legales o ilegales, sólo con el sudor de la frente de los que se la están currando y entre ellos, me incluyo. Y lo que sudo por dentro y lo que sufro viendo si las cosas quedan como tocan, aparte que siempre hay algo por hacer, recoger y tirar los escombros, quitar las puertas, en fin, es un sufrimiento.

Ya sé que sarna con gusto no pica y mi casa al final quedará como el palacio de Versalles o casi. Podría hablar del mar azul o verde o de como fornican las hormigas, pero hoy estoy limitado, mi pensamiento no alcanza a salir de estos cuatro muros o paredes. La verdad es que se me retuerce el pensamiento como un puto tornillo y no salgo de mi asombro porque solo veo escombros. Veo basureros de escombros, veo ladrillos, veo cemento.


De todas formas sé que las cosas pasan y que hoy estoy limitado, pero que mañana estaré volando a 5.000 kilómetros de la Tierra. Porque yo no me ando por las ramas y si me pongo a volar no lo hago a 100 pies de distancia. De irme al espacio me voy al espacio interestelar, allí entre estrellas y constelaciones y donde la luz del sol ya no existe, existe la luz del cielo del Universo, que es la misma que usa dios para iluminar sus palacios celestes.

FRÁGIL MEMORIA

Y dentro del contexto del caos en el que estoy ahora, en mi casa, ¿como puedo encontrar las cosas?. Pues ejerciendo la memoria a su máxima intensidad, porque lo más frecuente es que piense que tengo que acordarme de cada cosa en concreto y esto lo pongo aquí, porque así me acordaré, y es que además es un sitio cojonudo y que nunca uso y cuando llevas 5 cosas diciéndote lo mismo, empieza a surgir la confusión astral.

Ya confundes el sitio con lo que guardas y se mezclan los sitios y se mezclan los objetos guardados. Pues sabiendo que va pasar eso y porque tiene que pasar, yo sigo apostando por mi memoria de cristal y no apunto nada, ni los sitios ni lo que tengo guardado. Y así me va por la vida, que pierdo todo y no guardo nada, porque en el fondo ¿para qué quiero guardar las cosas?, ¡si después no me acuerdo de donde las he guardado!.


Ahí soy un tío práctico, un tío que conoce sus propias limitaciones, aunque un poco tonto, también lo soy, pues con solo apuntar las cosas, asunto resuelto y asunto arreglado. A veces lo intento y juro que lo intento y empiezo todo diligente a apuntar las cosas y los sitios donde las guardo. Pero eso me dura dos minutos y porque me he dejado la libreta o el boli en otro sitio y entonces ya empezamos de nuevo otro ciclo. Nací de frágil memoria y moriré exactamente igual.

EL FRACASO

Sí, hoy es Lunes y es el comienzo de una de mis semanas más decisivas, pues sigo dilucidando se me quemo a lo bonzo o simplemente enciendo un cigarrillo. Semana crucial donde las haya, semana de poner un poco de orden en mi desordenada vida, semana de vanaglorirme de mis decisiones anteriores o de hacerme el harakiri. Seguramente hay alguno que piensa que las cosa no se deben tomar tan a la tremenda y que hay veces en que solo hay que dejarse llevar, para después reengancharse de nuevo.

Puede que sea así, pero reconozco que no es mi método, yo acabo lo empezado o lo empezado acaba conmigo. En éstas cosas pienso, si ahora estoy así y dejo las cosas a medias, a la vuelta me niego a empezar de nuevo y lo peor de todo, es que me quedo con el sabor amargo del fracaso. Y el fracaso no tiene remedio, ni con pastillas, ni con terapias intensuivas. El fracaso lo mascas tu solito y no puedes compartirlo, porque nadie se puede poner en tu lugar.

Además los razonamientos que te llevaron a marcarte un objetivo, vienen tras un largo proceso de meditación, más profunda o más superficial, y ese proceso es muy íntimo y alguien se puede aproximar un poco, pero no del todo a lo que tu pasaste por el medio. Es muy fácil decir, que yo te comprendo pues ya he pasado por ello, pero cada uno ante la misma o parecida situación, en realidad tiene sus propios mecanismos de razonamiento y porque cada uno es un mundo distinto.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...