
que nada tiene sentido,
o que casi nada lo tiene,
y que nadie es mejor que otro,
en tal caso, es distinto a otro,
y que somos humanos y por tanto dependientes,
somos humanos y débiles,
somos fuertes a veces,
y en otras, somos seres insondables,
y en muchas otras, animales inteligentes,
pero que en algunas...,
en algunas somos gigantes con pies de barro
o somos Hércules por la boca,
y es que en realidad somos frágiles y quebradizos,
somos tiernos y tenemos miedo,
somos sensibles y escurridizos,
somos serpientes o anguilas,
somos lascivos y espesos,
y por fuera somos la hostia en verso,
y por dentro temblamos de miedo.
Afirmo que yo me enfrento a lo que sea,
y lucho y caigo y me levanto,
y lucho de nuevo y con más ganas,
y me doblegan y me doblan,
y me pisan y me torturan,
y de nuevo me levanto,
y con más fuerza, si cabe.
Yo afirmo eso,
porque así lo veo y así lo siento,
o así quiero verme ante el espejo,
como un ser que lucha
y que nunca se arrodilla,
yo quiero ser ese,
ese ser, ese ser que es el
producto de mis sueños.