LA PÓCIMA
Hoy me la tomé
quería, no sé...quería quitarme el mal de ojo
y enfrentarme cara a cara con la suerte
y eso quería yo,
quería ser valiente y decidido
y escupir a los ojos de quién decide que va a ser
de nosotros,
o de quién controla nuestro destino,
y quiero saber quién es ese siniestro personaje,
y que además, adolece de tanta mala leche
pues lo bueno lo cubre de verde camuflaje
y lo malo, lo hace crecer multiplicándose...
y como si fuera un tumor en pleno proceso reproductivo
y entonces y según él...
la maldad cubrirá nuestra dulce piel de terciopelo,
y nuestros deseos y quimeras serán pasto de las llamas
y justo en ese mismo momento dije: ¡¡¡Basta!!!
creo que no soporto más las cadenas del destino,
ni las ataduras de los signos celestiales,.
y menos creo en las deidades de las Divinidades,
yo solo creo en mi
y en algunos de los que me rodean
y por eso, hoy me he bebido mi pócima mágica.
para seguir creyendo en los pocos que somos,
y para brindar por esos pocos
que somos tan valientes y tan audaces
y que plantamos cara a todo lo divino y esotérico
y es verdad, somos muy pocos,
pero somos auténticos, además de únicos.