Hoy me desperté casi obligado de tener que pensar que estoy de vacaciones, como si fuera un engaño obligado, como si fuera una patraña que me tenía que creer. Y bueno, fue pasando el día y de cada vez ese pensamiento se hizo más grande y ahora y en éste momento, es cuando me siento con fuerzas creíbles para decirlo sin pelos en la lengua: ¡estoy de vacaciones y por 21 días!. Y claro, yo me pregunto ¿qué voy hacer?, porque ésta vez no tengo nada planificado, sólo tengo tareas y asuntos por hacer y no hay más planes dentro de mi, bueno quizá haya los de siempre, los de viajar y sin saber adonde y por eso de poder perderme entre paisajes nuevos, entre calles de ciudades, entre bosques mágicos y entre mis pensamientos liberados. Pero ésta vez he fallado, aunque creo que aún estoy de tiempo de cambiar y de planificar.
Sólo pasa que a veces la vida nos sorprende con sus silencios y de alguna manera te exije el no pensar y ahí entra, el no planificar, porque hay momentos de silencio y como si fuera el silencio de un puto duelo y porque hay algo que ha muerto dentro de mí...pero creo, que de nuevo estoy dando mis primeros pasos tambaleantes, pero señores ¡ya estoy de pie!. Ya no espero nada, ni tampoco espero a nadie, ni tampoco espero a un tren, aunque lo del tren no lo sé muy bien, porque amo las estaciones de tren y digamos que ahora tengo muy pocas cosas que amar y en esa cuatro cosas me quiero centrar.
Huye de lo establecido, me decía mi karma y yo no le hice caso, pues no contaba con que lo establecido era tan fuerte, tan dominante y tan esclavo y que al final, con su extaordinaria fuerza, me iba a vencer. Pero vencido no significa rendido...sólo significa recibir una buena hostia más en mi vida, una entre otras, una y para que aprenda de una puta vez. Lo dicho, sino aprendes por las buenas, aprenderás por las malas...pero ahora es tiempo de empezar a aprender, es tiempo de sacar conclusiones, es tiempo de mirar hacia atrás y de enfrentarme a mi puta realidad. Por mi alma ha pasado un ciclón y ahora toca pegar sus trozos deshechos por los sentimientos. ¡Es que necesitaba reafirmarme!.
Sólo pasa que a veces la vida nos sorprende con sus silencios y de alguna manera te exije el no pensar y ahí entra, el no planificar, porque hay momentos de silencio y como si fuera el silencio de un puto duelo y porque hay algo que ha muerto dentro de mí...pero creo, que de nuevo estoy dando mis primeros pasos tambaleantes, pero señores ¡ya estoy de pie!. Ya no espero nada, ni tampoco espero a nadie, ni tampoco espero a un tren, aunque lo del tren no lo sé muy bien, porque amo las estaciones de tren y digamos que ahora tengo muy pocas cosas que amar y en esa cuatro cosas me quiero centrar.
Huye de lo establecido, me decía mi karma y yo no le hice caso, pues no contaba con que lo establecido era tan fuerte, tan dominante y tan esclavo y que al final, con su extaordinaria fuerza, me iba a vencer. Pero vencido no significa rendido...sólo significa recibir una buena hostia más en mi vida, una entre otras, una y para que aprenda de una puta vez. Lo dicho, sino aprendes por las buenas, aprenderás por las malas...pero ahora es tiempo de empezar a aprender, es tiempo de sacar conclusiones, es tiempo de mirar hacia atrás y de enfrentarme a mi puta realidad. Por mi alma ha pasado un ciclón y ahora toca pegar sus trozos deshechos por los sentimientos. ¡Es que necesitaba reafirmarme!.