

Porque los llorones y plañideros solo lloran por sus angustias y temores y como se consideran seres ultrasensibles, pues dicen que todo le hace daño y con esa disculpa o coartada no rascan ni el huevo y si ven mi casa inundada de lágrimas, piensan en que como éste tío es tan buena persona, ya él se encargará del fregoteo. ¡Y un huevo!. Pues aparte que con tanta llorada te funden la moral y es que además te exigen que tú les des vidilla o sea que les des consejos buenos y eso agota física y psíquicamente.
Sí podía ser su Santidad el Papa Bruno repartiendo bondades. Yo a los llorones, llorones, los utilizaría para rellenar ríos o pozos secos o presas tiesas de agua potable y como son mogollón, seguro que lo harían perfectamente y por lo menos se sentirían útiles para algo y eso ya se sabe que les refuerza su autoestima. Porque la autoestima la tienen por los suelos y por eso aseguro que sería una terapia cojonuda.