Me parece interesante lo que es interesante y muchas veces (la mayoría) no tiene nada que ver con el interés turístico. Las cosas de interés turístico son como gomas de borrar hermosos sitios y una vez que un lugar o un sitio aparece en el Internet o en el Google, automáticamente se acabó ese sitio y lo de interés turístico se mide en masas de gente aborregada que cubren el paisaje del sitio. Yo hace dos años fui a ver un más que hermoso Faro en la Isla vecina de Mallorca (Faro de Formentor) y es hermoso porque todos los Faros son hermosos, pero en éste caso lo es más porque se eleva sobre un maravilloso acantilado...Pues me fui yo con mi buga y con mis tonterías(que son muchísimas) y por el camino no dejaba de pensar en la hermosura del lugar y a 2 kilómetros del Faro (sé que eran 2 kilómetros porque estaba perfectamente señalizado) cogí una cerrada curva (que yo sabía o eso esperaba, que fuera la última) y cuando pensé que llegaba el momento de ponerse a alucinar con semejante paisaje, tuve que poner los pies en el suelo y entonces vi que esos 2 kilómetros eran una alfombra de coches. Un coche a continuación del otro y muchos emitiendo pitidos y gritos y yo pensé...¿estoy en una puta feria en medio del campo? o ¿yo venía a ver un Faro?...que se supone que debía ser tranquilo.
La tranquilidad ya no se encuentra como antes, hoy se encuentran otras cosas diferentes, por eso hay que reconocer que hoy en día la tranquilidad es un bien muy escaso. Claro que esto que planteo me hace dudar de varias cosas: una, que si yo vivo en uno de los sitios más tranquilos del mundo ¿qué hago buscando más tranquilidad en los sitios que visito?.Pues os digo una cosa, la tranquilidad es adictiva y porque es una de las drogas duras más potentes que hay en el mercado. De hecho en mi Isla (Menorca) entre otras cosas no hay grandes superficies (tampoco Mc Donalds y muchas cosas más)...pues cuando te vas a la Península (España) tienes que comprar un montón de cosas y por el tema pasta y os juro, que lo de meterse en una gran superficie es un tortura china.
Te haces, el Cuerpo se hace a la tranquilidad y el Alma también se hace, es más el Alma se hace más, mucho más que el Cuerpo...porque hay una gran parte del Alma que necesita el silencio de la tranquilidad y se amolda y se hace a esa situación. Digamos que a mi con 1 hora de follón y de mogollón de gente me llega y me sobra pues enseguida me saturo. Y como acabó mi viaje por la Isla vecina de Mallorca (que es mucho más turística que la mía)...pues viajando a horas intempestivas y en donde me suponía que los guiris estaban recargando comida o durmiendo la mona. Es lo único que nos queda y nos queda el viajar a contracorriente y al revés de lo que va la gente, porque yo no estoy dispuesto a perderme esos lugares tan maravillosos. Eso o ir haciendo amenazas de bomba por todos los sitios...
La tranquilidad ya no se encuentra como antes, hoy se encuentran otras cosas diferentes, por eso hay que reconocer que hoy en día la tranquilidad es un bien muy escaso. Claro que esto que planteo me hace dudar de varias cosas: una, que si yo vivo en uno de los sitios más tranquilos del mundo ¿qué hago buscando más tranquilidad en los sitios que visito?.Pues os digo una cosa, la tranquilidad es adictiva y porque es una de las drogas duras más potentes que hay en el mercado. De hecho en mi Isla (Menorca) entre otras cosas no hay grandes superficies (tampoco Mc Donalds y muchas cosas más)...pues cuando te vas a la Península (España) tienes que comprar un montón de cosas y por el tema pasta y os juro, que lo de meterse en una gran superficie es un tortura china.
Te haces, el Cuerpo se hace a la tranquilidad y el Alma también se hace, es más el Alma se hace más, mucho más que el Cuerpo...porque hay una gran parte del Alma que necesita el silencio de la tranquilidad y se amolda y se hace a esa situación. Digamos que a mi con 1 hora de follón y de mogollón de gente me llega y me sobra pues enseguida me saturo. Y como acabó mi viaje por la Isla vecina de Mallorca (que es mucho más turística que la mía)...pues viajando a horas intempestivas y en donde me suponía que los guiris estaban recargando comida o durmiendo la mona. Es lo único que nos queda y nos queda el viajar a contracorriente y al revés de lo que va la gente, porque yo no estoy dispuesto a perderme esos lugares tan maravillosos. Eso o ir haciendo amenazas de bomba por todos los sitios...