¡YA VEREMOS COMO VUELVO!

En el último mes, estoy como raro, como si me faltara el aire y padezco de contínuos suspiros. Dicen que eso es síntoma de preocupación y de cansancio y puede que sea así, pues estoy hasta los cojones de mi existencia. Estoy aburrido de como soy, yo sé perfectamente lo que voy a contestar y decir y conozco al dedillo mis artimañas y desvelos y sé como voy a responder a los estímulos exteriores. Primero escucharé y buscaré su punto flaco, después afinaré mi ironía, que no es precisamente muy fina y por último lanzaré mis dardos envenenados y ya está, esa es toda mi estrategia o mejor dicho, esa es mi táctica para destruír al enemigo.

Yo que sé, que resulta que al final todo se resume en pocas palabras: ¡qué estoy hasta los huevos y qué no puedo más!. Ya no puedo más con algunos vecinos, ni con esos señores que me saludan todos los días y porque me tienen que saludar y por supuesto, yo a ellos y eso se llama educación, educación social y educación de conviviencia. Pues eso que estoy hasta los cojones de tanta civilización, de tanto saludar, de hacer los mismos chistes, las mismas gracias graciosillas, los mismos desayunos, los mismos paseos y creo, que los mismos pensamientos. Me estoy haciendo envolvente y repititivo y como no salga de aquí ya, creo que me voy a cortar los huevos.

Y no es desesperación, es peor que eso, es estar al borde de la locura frenopática y sólo me quedan dos días para coger vía, pero a mi me parece que me quedan dos años en ésta Isla de castigo. Y además estoy tan saturado, que no aguanto ni una, no soporto a los hablan contínuamente de que vivimos en el Paraíso o en una especie de Caribe y venga fotos de la Isla y mostrando la transpariencia de sus aguas y lo digo, porque ahora no estoy para postalitas de película y porque ese agua transparente me parece el agua de una cloaca. Está claro que tal como estoy, no soy capaz de apreciar la belleza de ésta Isla y porque delante de mi tengo un tupido velo que me hace ver que todo a mi alrededor está como nublado. Seguro que después de mi viaje, veré de otra forma las cosas o eso espero, porque sino no aguanto ni un mes más. ¡Y
a veremos como vuelvo!.

BAJO EL MISMO CIELO (Poema)




Bajo el mismo cielo, yo te espero, 

pero date prisa, porque las nubes pasan

y todo se puede teñir de gris, de blanco o de negro,

y yo te espero, pero ten cuidado,

las almas en pena se esconden de noche

y salen en procesión a la luz de la Luna

y si tú estás por el medio, puede que...,

puede que no dejes ni el rastro

y yo te espero,

pero te espero, bajo el mismo cielo.

EL DAÑO Y OTRAS COSAS

Porque últimamente no escriba Poesía, no quiere decir que he dejado de intentarlo, pero la Poesía merece todos mis respectos y hay días en que no te sale nada y si te sale algo, lo dejas en el borrador y porque no te convence. Pero por si acaso suena la flauta, todos los días hago mis ejercicios o pinitos literarios. Por cierto ya me he presentado a mi primer concurso poético y no sé si lo ganaré, pero me supongo que no y porque lo que no puede ser es que yo salga vencedor a la primera de cambio y como dicen los grandes triunfadores, primero, tendré que chupar caña y sufrir nosecuantas derrotas. Problema, es que no tengo tiempo para tener muchas derrotas, mi tiempo es oro y eso innegociable.

¡Joder!, si yo fuera un chavalín de 20 años, aún podría deciorme, que tengo toda la vida por delante, pero yo y a mi edad, tengo por delante mi último trozo de vida y por tanto, no estoy como para perder el tiempo. Si me quieres, dímelo y sino no me quieres, pues también, pero haz el favor de ir directamente al grano y no tengas miedo de el hacerme daños. Más daño imposible, yo ya estoy en el máximo daño posible y no hay factor humano que me acolche en mi sufrimiento y por eso digo, que ya nadie me puede hacer daño y no es por valentía, es por simple saturación.

El daño me resbala y entra y sale igual, sin hacer más daño a mis circuitos más humanos. Daño me hicieron cuando era pequeño, cuando fui un chaval o un adolescente o un tío joven o un adulto inseguro, por ahí si que me dieron sin compasión, pero como se dice, de tanto que me dieron me produjeron un gran callo insensible y ahora y por mucho que me den, ya no siento nada de nada. Lo dicho, estoy saturado de daño, que no de sentimientos o de pensamientos o de ideas peregrinas, en todo esto, me siento demasiado fuerte y nada me resbala y todo lo absorbo y me lo como.

HASTA LA ÚLTIMA GOTA

Pues hoy estamos a Martes y el Viernes yo me doy el piro y no pasan los días y noches y cuanto más deseo tengo el irme de viaje, más lento pasa el tiempo. Menos mal y menos mal que he decidido cambiar de aires y es que ya tengo los billetes sacados y los planes concretados, que tampoco están protocolizados, pues llego en barco a Barcelona y después emprendo la marcha en coche y en dirección hacia el Norte y ya no sé más. Pararé donde me salga de los cojones y los días que yo quiera y aquí si que tengo un principio claro: dormiré en un sitio cómodo y si puede ser, bonito. Pero primero, cómodo.

Sí, soy un puto burgués de mierda. Pero primero está mi cuerpo, segundo también está mi cuerpo y tercero, mi cuerpo necesita el descanso que se merece. A mi ya me llega con mis noches de Guardias y donde duermo muy malamente y eso que dicen que con los años, se duerme mejor, pero yo creo que eso lo dicen los que se han jubilado antes de tiempo o están metidos en Sindicatos y por tanto, no saben de lo que hablan. Yo no concibo que con casi 60 años yo esté descansando por la noche sobre un colchón de mierda, la verdad es que podría liberarme de las noches, me corresponde por edad, pero claro, está la pasta, la vil pasta que pierdo por no recibir los complementos de nocturnidad y dado que he sido un Padre tardío, ahora me toca apechugar con las Universidades de mis hijos.

Bueno, después de éste desahogo, toca seguir hacia delante. O sea que en conclusión, me toca seguir jodiéndome en mi trabajo, pero no en mis Vacaciones. Por tanto, que nadie me hable de ir de camping y de dormir sobre la puta arena, porque después tardaré como una semana en recuperar el tono de mi cuerpo serrano. Es como lo de beber, los de beber siempre se paga al día siguiente y al otro y puede que más días y yo por un momento de gloria efímera y vaporosa, no me jodo dos o tres días. Yo me voy 11 días de mierda y no me voy un año y en conclusión, cada día tiene que ser exprimido hasta la última gota.

JULIO CORTÁZAR