EL TOBOGÁN DE LA VENGANZA

                     Yo me acuerdo que hace algo más de un año, mandé un correo a una antigua novia, tan antigua como la Dama de Elche y lo hice con la intención de vaciarme, pues yo estaba en proceso de limpiar mi pasado de polvo y paja y de diversos aditivos y entre lo pendiente tenía, el decirle lo que no le pude decir en aquél momento, en aquél momento de cuando se rompió aquella relación, pues yo quería decirlo, pero ella no quiso escucharme. Bueno, pues vale, desahogué y en eso se quedó la cosa, en desahogo simplemente, pero me sigo preguntando si conseguí algo aparte de desahogarme. Pues creo que no, es más mi opinión es que ha sido contraproducente y que dije cosas fuera de contexto y fuera de sitio o sea que meé fuera del tiesto.

                     El tiempo convierte los reproches en resentimientos y eso fue lo que me pasó, que escribí con resentimiento y eso me hizo perderme entre venganzas y odios ya antiguos. No sé, pero me dejé llevar, como si ahora estuviera en aquellos malos momentos y perdí el norte y los papeles y por tanto perdí la objetividad y me convertí en mi propia victima y ella fue un demonio y yo un angelito y pobrecito de mí y...y...demás estupideces que dicen los que van de víctimas por la vida.

                     Y todo mentira, mentira cochina, pues a mi nadie me obligó a tener esa relación, ni ella ni nadie, ni dios bendito. Y yo de aquellas épocas era un cabronazo integral y el que ella también lo fuera y no sé si más o menos, no quita que yo también lo fuera. Pero pasa eso, que hay veces que te tiras por el tobogán de la venganza y no ves nada más que a la otra persona como culpable y como es un tobogán disfrutas mientras te deslizas, lo malo es cuando tocas de nuevo tierra, porque entonces te preguntas: ¿Y yo que hice en ese proceso?. Y de nuevo tienes que volver para atrás, pero mientras ya te has cargado a una persona y la has ultrajado y puesto de vuelta y media y en fin, la has culpabilizado de todo aquél mal rollo.

                   O sea a lo echo pecho y ahora ya no hay quién arregle la desfeita, pero si me sirve para que la próxima vez no me deje arrastrar por el odio y por las riendas del resentimiento, pues una vez que te metes en él, ese camino no tiene posibilidades de retorno. Como se dice, hay que tener un poquiño de sentidiño y pensar las cosa dos o más veces y siempre antes de darle la forma definitiva. Es curioso, pero ahora estoy seguro que hasta que estemos cruzando la puerta del otro lado, nunca, nunca, pero nunca dejaremos de aprender algo.


.

ESPÍAS HUMANOIDES

              Ahora tengo la estufa de leña como si fuera la caldera del infierno, parece un cohete de la Nasa calentando motores. Y hablando de la Nasa, yo cuando aterricé en Chiclana (Cádiz) me llamó la atención una serie de pintadas y que hablaban de eso, de la Nasa y de que nos espiaba. Me acuerdo de una en concreto que más o menos decía esto: "no escuchais ese zumbido, pues ese zumbido indica que la Nasa nos espía". Y claro de aquellas, te reías del pobre tío que escribió aquello, menudo pirado, pensabas.

             Y mira por donde se descubre que ahora y desde no se sabe cuando, nos espían a todos por Internet y a ver quién se creía que había unos cuantos tíos dedicados a leer correos, miles de millones de correos, pues habélos hainos. Si y ya sé que no se leen todos y que ponen unas cuantas palabras o frases mágicas y que le sirven de filtro, pero aún así, debe ser la hostia la cantidad de correos que se tienen que papear, estos espías de salón. Y a ver, ¿quién se creía que esto era posible? y eso que muchos desconfíabamos de tanta petición de datos, para cualquier cosa sin importancia, se te pedía lugar, dirección, teléfono y fecha de nacimiento y hale, directamente a la ficha.

             Entonces el tío de las pintadas, ¿estaba tan desacertado?, pues creo que no, lo que era el tío, era un visionario y ya de aquellas y hablo de 20 años, el tío veía satélites espaciales que podían espiarnos andando por la calle y hasta comprando en el mercado de tu pueblo. Por saber saben adonde vamos y a donde nos dirigimos y que compañía tenemos y si la tía con la que vas, está buena o no tanto y saben que coño comemos cada día y si compraste pescado fresco o congelado. Por saber e insisto, saben cuando cagamos y hasta la cantidad de cada cagada y si nos masturbamos como monos o sólo de vez en cuando.

           Lo único que no pueden saber, es lo que pensamos en cada momento, pueden relacionar cosas y de ahí sacar un prototipo, pero en eso fallan muchas veces, pues por donde no atinan y eso no viene en el manual de espía de
 Internet, es en analizar humanamente a las personas, es decir de sentimientos no entienden nada. ¡Qué se jodan estos espías humanoides y robotizados!.

EL ESPEJO

                Y hoy siento el dolor profundo del mal y no sé porqué siempre es así y cuando es algo malo se siente en profundidad y cuando es algo bueno, se siente o se percibe superficialmente. Cuando uno está bien y lo expresa como tal, suena a algo superficial y transitorio y los pensamientos de los demás van del tipo, de que ya se te pasará la tontería o que lo bueno es flor de un día. Y si con eso no llega, pues habrá algún capullo que hace verdaderos esfuerzos por joder tu momento y te apabulla con datos de siniestros o catástrofes o mira éste país y ves como los niños se mueren de hambre, lo ves y te insisten hasta que entienden que te han vencido y ya de nuevo vuelves a estar jodido.
              Y en cambio si estás mal, primero que no lo pregonas, salvo claro está, los que van de larvas por la vida y que viven de eso, de llorar para ser reconocidos, pero los demás de a pie, no solemos ir contando nuestras penas a las primeras de cambio. Al revés nos solemos envolver más en nuestra concha y quizá sea por eso, que se note más la profundidad de las cosas malas, al aislarnos nos comemos más el coco y todo nos parece más trágico y siniestro. El que manifiesta tranquilamente y plácidamente su estado de bienestar, suele ser tachado de superficial y si me apuras hasta de descerebrado y en cambio el tío metido en sus adentros y con cara de pocos amigos, sueles ser tachado de lo contrario, ¡menudo tío más profundo!.

               Pero la vida  es así, es así de injusta y me viene a la cabeza lo injusta que es y lo digo porque a lo largo de mi vida yo tuve amigos que estaban buenos, buenos físicamente y algunos de ellos no eran precisamente seres muy sociables y por lo tanto parecían que iban mordiendo, pues nada había tías que le iba la marcha macabra y tu preguntándote como siendo tan desagradables, ellos rachaban con algunas o muchas tías y aún encima lo calificaban, ¡como un tío muy interesante!. Y no dejabas de preguntarte lo que era una realidad más que evidente, que si el tío fuera feo o poco atractivo, ¿seguiría siendo tan interesante?.

              No es que descubra nada nuevo y que ya no se sepa, que el tío feo tiene que ser simpático y sociable y amable y buena persona y que sepa escuchar y oír y hablar y bailar y cantar y todo esto si quiere comerse un rosco. El tío feo tiene obligación de buscarse otros posibles atractivos y eso es lógico, pues de entrada ya lo tiene más que difícil. Pero a lo que yo voy, es que un tío que está bueno, está bueno y punto, pero si es huraño, presumido y estúpido, lo que no entiendo es como lo calificaban  de tío muy interesante. Y esta es una verdad irrefutable, pues lo he comprobado un millón de veces y para que después las tías digan que los hombres somos superficiales, pues nada que también ellas se miren al espejo, que falta nos hace a todos.

ME PIERDO (Poema)

Claro que,
claro que me pierdo,
me pierdo en cada instante,
y me pierdo por momentos,
me pierdo..., me pierdo...,
me pierdo entre tus brazos
y con el sabor de tus besos,
me pierdo si me duermo,
y  despierto con tu cuerpo,
me pierdo si me dices que me quieres,
y que nunca quisiste tanto,
me pierdo entre tus caricias,
y entre tus lamentos,
me pierdo entre tus gemidos de sirena,
y me pierdo porque tengo que perderme,
nadie me obliga a ello,
me pierdo porque te quiero,
y porque si no te quiero, me muero,
me pierdo dentro de tu boca,
o es tu boca la que me pierde,
o son tus labios o es tu lengua viperina,
o son tus dientes de nacar,
o eres toda tu la que me pierde,
y yo sólo soy un complemento de tu cuerpo,
o un adorno simpático y tierno,
y entonces, dudo de nuevo,
dudo entre si tu me quieres, porque me quieres,
o porque me quieres y por no estar sola,
no sé..., no sé..., no sé...
quizá sólo me quieras,
mientras yo te siga queriendo

.

OTRAS ÉPOCAS OSCURAS

                     Y hoy he decidido abrazarme a la cama y no soltarla y en consecuencia me levanté a la 1 de la tarde. Es verdad que necesitaba una buena dormida seguida, pues estaba harto de dormir a trozos durante una semana y bueno ya está y deseo cumplido y se acabó. Ahora ya hay que volver a normalizarse. Porque levantarse tan tarde me trae muy malos sabores de boca, me recuerda a otros tiempos ya lejanos. Tiempos de estudio hasta las tantas de la madrugada y de levantarse a las dos de la tarde y para no salirse de la hoja de ruta, los fines de semana también cumplía a rajatabla éste antihorario.

                    Salir de copas hasta las tantas y como todo fue bien una temporada, pero después se convirtió en costumbre de cada fin de semana y por tanto en la fijación de cada viernes y ya se salía porque tenía que hacerse y no porque tuviera realmente ganas y ahí empezaban los problemas. Problemas de que como no te divertías, pues bebías como una bestia parda, pues a ver si borracho hasta las cejas, encontrabas una salida a tu aburrimiento y lo único que lograbas era una borrachera más que penosa y te transformabas en un bulto baboso y asqueroso. Después la levantada era a las 4 o 5  de la tarde y el plan era quedarte en cama, supurando el alcohol restante.¡Menudo plan más divino! y venga a ver pelis horribles que ponían por la tele y así y en la cama te volvían a dar las tantas del sábado.

                    Me acuerdo que en esa época tenía una novia y que ya nos habíamos conocido en un ambiente digamos que bastante tóxico y por tanto era costumbre sine quanum, el salir mucho de copas y nos cogíamos unas cogorzas que no veas. Y el día o mejor dicho, noche que no salíamos del fin de semana, (por la semana no salíamos de copas), pues yo compraba una botella de ginebra o de wiski o de algo fuerte y contundente y hale para la cama. Y así fumando como posesos y bebiendo como cosacos y de vez en cuando echando un polvo y viendo sin parar películas infumables, transcurría esa noche de fin de semana. Recuerdo ésta época como muy negra y espesa y donde se mezclan pensamientos contradictorios y miedos y celos y desconfianzas y broncas y gritos y pesadillas, muchas, muchas pesadillas.Fue una de las épocas oscuras de mi vida y que aún hoy en día me produce escalofríos.

¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS! (Poema)

No te conozco,
yo en cambio pienso que te conozco,
y cuando en realidad,
yo te conocí aquél día,
y era un día nublado de verano,
¡qué tiempos aquellos!,
tiempos ya muy lejanos,
y por el medio ha pasado la locomotora que carga con los años,
los años que no perdonan,
los años que enlentecen los pensamientos,
y que te hacen perder y poco a poco, la memoria,
y en eso años han pasado malas y buenas películas,
películas de terror y miedo,
películas de risas y de lágrimas,
y con distintos epitafios,
y a lo largo de esos años,
 cada vez que lloré,
lloré entre tus manos
y apoyé mi cabeza en tu regazo,
sí, yo vi tus ojos tantas veces,
que con el paso del tiempo,
se fueron deslustrando,
pero sentía tus lágrimas de plata,
y como se juntaban con las mías,
y notaba que juntas las dos, se reían,
si, siempre vi tus ojos,
y los vi cuando oscurecía el día,
o cuando la noche extendía su velo negro,
y yo me encontraba a solas,
a solas y con mi miedo,
miedo a perder lo que tenía,
miedo a ser un don nadie,
miedo a perderme dentro de mis océanos de dudas,
y entre los recovecos de mis debilidades,
y tuve miedo,
miedo a lo desconocido,
y se que tú ahora,
sólo eres un espectro,
un espectro de aquella mujer que conocí aquél día,
aquél día nublado de verano...
y hace tanto tiempo de ello,
que apenas tengo ese recuerdo,
 ¡pero que pena de aquellos tiempos!,
y no sabes como y cuanto, los echo de menos...

CADA NOCHE (Poema)

Cada noche,
cada noche me encuentro un poco más viejo,
 y es que cada noche sufro un poco más,
y eso que me rodeo de abrazos y besos,
y de la ternura con que se adorna mi alrededor,
pues cada detalle está pensado,
cada luz ilumina de forma distinta,
cada flor florece a su manera,
y yo en el medio,
en el medio de mi sala de estar,
o en el medio de mi contradicción,
¿Qué sé yo?.

Cada noche es distinta,
como distinto es cada vez que te veo,
o que te siento o que te quiero,
todo es distinto,
y es distinto, porque así lo siento,
y siento mucho lo poco te dí,
sé que fue intenso pero corto,
que fue sincero y verdadero,
que fue eléctrico, pero fugaz,
y que fue veloz como un rayo del cielo,
y con el estruendo de un trueno feroz,
así fuiste, así fuiste mi amor,
tu fuiste la luz que sale de un volcán,
y tu fuerza fue la de un huracán.

Y yo soy débil,
débil de físico y débil  mental,
y eso que parezco lo contrario,
pues a veces me parezco a dios,
y en realidad... y en realidad,
mis músculos son de papel cartón,
y mi alma son copos de algodón,
y mis ojos lloran cuando les da el sol,
y entonces,
y entonces soy más humano que dios,
y eso en cada noche,
me hace ser un poco más grande...,
un poco más grande que dios.



FLOR NEGRA (Poema)

Envíame una flor negra,
y me da igual que sea,
un tulipán o una rosa,
o un lirio de río,
pero que sea negra,
negra de negro,
 negro azabache o negra es la noche,
negra de luto o negro impoluto,
y hazme una dedicatoria firmada,
 con el mismo lápiz negro,
con que pintas el contorno de tus ojos.

Dame besos en el cuello,
y haz un camino con ellos,
y baja y baja y baja,
 baja hasta llegar a mi cintura,
y rodea mis caderas con tus besos,
y hazme el amor sobre la cama,
y rompe, rompe mis viejos huesos,
 y destroza mi espalda con tus uñas de gata,
y raja mi piel por el medio,
en canal, en vertical y hasta el fondo,
y desde la boca hasta mi cintura,
y por favor hazlo con tus manos,
y no te olvides,
no te olvides de que,
de que no debe quedar nada,
y eso te pido y te ruego,
que me comas todo y entero,
 y que me comas hasta las entrañas.

Me encanta tú flor negra,
es fresca y brillante como la luna negra,
es suave, tierna y espléndida,
y sus pétalos se abren cual abanico,
y huele, huele a tú perfume de hembra,
e irradia tanto,
y tanto irradia,
que lo hace como los destellos de tus ojos negros.

Me duele la boca,
de decirte te quiero,
me duelen las manos,
por cruzar los dedos,
me duele el corazón,
 por latir tan fuerte,
me duele todo,
 me duelen los ojos, los oídos,
y las mandíbulas también me duelen,
son espasmos o son rictus,
o es que a lo mejor me muero por verte,
y al final, pasa lo que pasa,
que sé y lo sé de siempre,
 que aquí estoy  y aquí te espero,
y aquí te esperaré siempre.

.

MI OTRO YO PEQUEÑITO

                        Ha pasado el día y no he escrito la crónica del día, esa que empieza: en que hoy es día 1 de diciembre de 2.013 y es domingo. Bueno pues fue un domingo como otro domingo cualquiera de invierno, casi todo el tiempo en casa y al calor de la leña y por suerte, rodeado de mis tres hijos. Frío y lluvia y mucho pensamiento intimista e introspectivo y esto es lógico, este tiempo invernal te hace recogerte y meterte en tus adentros. Y hay veces que todo va en su orden y en su cadencia lógica, pero hay otras en que no te encuentras con todo ordenado y bien puesto y tal como lo habías dejado la última vez que entraste en ti. Pues eso, que te llevas sorpresas, sorpresas inesperadas, tal como todas las sorpresas.

                        Sin darte cuenta entran nuevos elementos en tu cabeza y que con el paso de los días, se van acomodando y cuando abres de nuevo tu cerebro, te los encuentras sentados en tu sala de estar y muchas veces en el sofá y tan relajados y tan tranquilos, están como si fuera su casa y tu llegas a parecer el extraño. Así es la vida, en este caso la puta vida y digo puta, porque a veces te cansas y te agotas de ver caras o asuntos nuevos o enrevesados. Yo sé que no hay un esquema definitivo sobre la vida, pero el que el que sepa eso, no me alivia lo más mínimo, al revés pienso que es un sobrepeso en tu cerebro.

                       A mi me gustaría ser igual de como soy a veces, radical y sin contemplaciones y si algo no me gusta y ya sea un pensamiento nuevo o viejo, lo descarto sin más y sin putos remordimientos. Creo que en el otro yo, a mí me gustaría ser un tío duro y un tío duro sin escrúpulos y duro de cara y duro de alma, duro como el turrón duro y duro como el acero. Me gustaría tanto, que el sólo hecho de pensarlo, me entusiasma y pongo y entreno esa cara de poker y del que no siento nada y quizás lo que quiero demostrarme a mi mismo, es que realmente sirvo para el papel de malo.

                      Ojalá sirviera para eso, ojalá fuera un tío sin dudas y sin sombras, un tío claro y traslúcido y nítido como el agua de la lluvia y fuerte como un leño de roble envejecido y lúcido como la luz de un faro al pie de un acantilado y sincero y ...y...y...Bueno soy lo que soy y me reivindico por ello, soy yo con mis virtudes y mis defectos y también con mis dudas existenciales, soy yo, por suerte y por desgracia. Dentro de mi tengo otro yo pequeñito, pequeñito pero matón, pues las pocas veces que habla, habla claro y fuerte y ese yo pequeñito en éste momento me está diciendo, que es mejor que me calle y que a partir de ahora, él se hace cargo y que toma el mando. Osea que en definitiva, yo me callo...

SÁBADO

Sábado, primer sábado después de mi cumpleaños que fue el día 5 de febrero y ese día el mundo tuvo la mala suerte de saber que en una esquin...