LA ESCALA DE MOHS (Gata Cattana)

 

Todo el mundo se vende.

Al final...,todo el mundo.


Yo me vendí por tres milímetros

de iris azul tanzanita

en cada ojo,

lo que hace un total de seis

por dos de ancho

milímetros de iris azul radiactivo,

azul "heisenberg".


No sé si al diablo o a quién...

Porque en Cupidos no creo,

pero cambié mis veredas livianas

y el jardín de trofeos

y mis cuevas de ego sin fondo,

sin tregua ni amparo,

y esta mala fe de augurio

y el mañana, y el ahora...

por seis milímetros de iris

de topacio azul

de dureza ocho

en la escala de Mohs.


Y cambié mis sonrisas infalibles,

hábilmente conseguidas,

y las ganas de los otros

y el discurso de Gomorra

y de Artemisas en Arcadias...


En resumidas cuentas,

la heroicidad de la independencia,

la certeza de no ir viendo fantasmas

como Bécquer

y he aquí la paradoja:

por seis por dos de pupila azul turmalina,

con algo de cobalto y de polonio,

y lo de polonio no lo digo por el color.


Al final todo el mundo...

Todo el mundo tiene un precio.

Y quién me iba a decir a mí

que después de tanto principio,

tanta ley y tanto código,

tanto farol bien "tirao"...,

que el mío iba a ser tan minúsculo.


Yo siempre lo supe:


Cuando me dieron a elegir

entre la gloria o la paz,

yo ya lo sabía,

hubiera elegido lo segundo.

No soy de cantares de gesta.


Y siempre releía la historia

advirtiéndole desde mis adentros,

a ver si no cometía el mismo error.

Pero nada.

Y claro,

directa al talón.


Yo hubiera elegido lo otro,

siempre se lo dije.

Hubiera muerto a los setenta

en una islita griega mirando el mar.

Al fin y al cabo la gloria no es tanto...

La gloria debe ser morirse

en una islita griega mirando el mar.

Al fin y al cabo...


¿?Quién se acuerda hoy de Aquiles?.

Si no ésta loca rumiante mascullando

"te lo dijes".

Para eso has quedado,

para lo que quedó de Troya


para que venga ahora esta loca

rumiante mascullando "te lo dijes"

a altas horas.


Otras noches te comprendo.

Y te compadezco.

Y nos compadezco.

En cierto modo algo de razón tenías

todo el mundo tiene un precio.

Y quién me iba a decir a mí,

quién nos iba a decir,

que el mío fuera un total

de seis por dos milímetros cuadrados

de iris tapiz de hilo persa,

azul egipcio,

Bombay Sapphire

de dureza ocho

en la escala de Mohs.


Yo hubiera elegido lo otro,

siempre te lo dije.

Aunque, en cierto modo,

puede que tuvieras razón.

Quién sabe si tenías razón.


























LAS 6 DE LA MAÑANA...

 

Las 6 de la mañana...sigo en la cama
medio desvelado.
A las 8 sonará el despertador.
Lo miro de reojo
mientras me digo...
hoy es domingo
además querido amigo...
hoy no trabajo
ni tengo tareas pendientes por hacer.
Lo único que tengo que hacer
y porque quiero
es escribir y hacer la comida
y bueno
rascarme los huevoscon las dos manos
y poco más.
Siguen siendo las 6 de la mañana
cuando estoy a punto de desvelarme del todo
y en ese último instante
se suma el ruido de la lluvia sobre la claraboya del tejado
y entonces,
ya me siento dotado con todos los argumentos
para apagar el despertador
y dejar la cuestión del despertar
en manos del destino y de mis sueños más placenteros...
A las 9 de la mañana abro un ojo
y a las 9 y un minuto abro el otro,
a los dos minutos estoy sentado en la cama
y a las 9 y cinco tengo los dos pies en el suelo.
Mientras afuera, sigue lloviendo y con descaro,
todo nublado y gris metalizado
hasta yo me siento nublado y confundido,
me bajo al baño,
tengo que encender las luces en pleno día,
y después de una gran meada
me bajo a la cocina
(que está en la planta de abajo).
Me hago un sabroso desayuno,
que a su vez lo subo a mi sitio de ser yo mismo
abro el internet,
y leo lo que hay sobre lo que pasa con el coronavirus en el mundo.
Mientras como y bebo un delicioso café, humeante
ahora, oigo un clinck que no identifico,
hasta que el clinck se hace más continuo
y eso enciende mis alarmas,
entonces localizo una pequeña gotera,
que me hace pensar
que debe de ser como las que tengo dentro de mi cerebro,
pequeñas pero que varias juntas
y de esa forma tan insistente,
crean fuertes hemorragias cerebrales,
pienso que voy a poner un periódico en el suelo
para que se seque ese pequeño charco
y que no me joda la madera del suelo.
Al mismo tiempo me digo
que menos mal que aquí llueve muy poco,
pues a mi edad y con mis miedos terrenales
no me atrevo a subir al tejado,
en lo físico me atrevo mucho menos que antes,
en lo psíquico me pasa al revés,
me siento más intrépido y más atrevido que nunca...
Me pongo música amiga
y para calmar a la fiera que llevo dentro mí
y poco a poco voy entrando en una especie de trance
sin llegar a la descomposición.
A su vez
sigo leyendo
ahora leo a otros poetas,
y para ver si alguno de ellos
tira un poco de mi hilo y vena poética
entonces, empiezo la construcción de éste poema,
y ahora estoy buscando su punto final
y es que a veces,
es más difícil dar el punto final y definitivo
que levantarse a las 6 de la mañana.


























Ya no (Idea Vilariño)

 

 

Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.


























 Ya no estás

en un día futuro

no sabré dónde vives

con quién

ni si te acuerdas.

No me abrazarás nunca

como esa noche

nunca.

No volveré a tocarte.

No te veré morir.

LA ESPUMA DE AQUELLOS DÍAS

 

Desde que desapareciste de mi vida
me siento mejor
más liviano, menos ácido y más cómodo...
Cosa que agradecen
mi estómago y mis cuerdas vocales,
y por supuesto... mi alma de rata inmunda,
porque tampoco merezco un aplauso por mis actos,
no soy un alma que siempre estuvo limpia,
me sigo envileciendo en cualquier esquina,
guardo toneladas de resentimiento
dentro de mi ventrículo izquierdo
y en las noches de luna llena
me sale espuma por la boca.
Soy un ser del otro lado
tengo rabo, cuernos, verrugas y sabañones,
mi alma es como la noche más oscura,
duermo boca abajo para encharcar mi cerebro de tóxicos y drogas...
y los días y meses van pasando como el aire que respiro,
y ahora no eres más que una mancha aceite en mi expediente.
Lejos han quedado aquellas tardes de locura interminable,
fuiste, pudiste, estuviste...
pero el tiempo ha sido el mejor encargado
de limpiar a fondo
la espuma de aquellos días.






















John Huston

 

"La madurez- decía John Huston- es la capacidad de aceptar la incertidumbre"





















OTRO DÍA EN LA BUCHACA (BOLSILLO)

 

Otro día en la buchaca (bolsillo).
Por aquí... por ésta diminuta y preciosa Isla
en donde vivo
sigue batiendo el viento con fuerza,
parece que tenía ganas
puede que con esto del confinamiento
también se tomó un descanso.
¿Porqué que sentido tendría el viento
si nosotros estamos encerrados en casa?,
pues ninguno
el viento está para sacudirnos las ideas
y removerlas y entremezclarlas,
va muy bien para los que tienen ideas fijas
y principios inamovibles
una racha de fuerte viento
cura la única idea fija
y la distribuye en diminutas partículas
que a su vez, se llevará el aire en movimiento
después de un sonoro estornudo...
Para los obsesivos también viene muy bien,
el viento moldea la obsesión
y poco a poco la va esculpiendo con su mano
y hasta hacerla moldeable y maleable,
entonces la obsesión pasará a ser una idea más
entre un millón de otras ideas...
Pero no podemos olvidarnos de los trepas,
de esa subespecie que se arrastra por las cunetas,
que en cuanto puede y le dejas
te pisará la cabeza y al grito
¡soy mucho más que tú!
(que yo tampoco digo que no lo sea)
pero de ahí a que me considere un ser inferior
y que me trate como si fuera un simple escalón
en su interminable escalada social hacia la cumbre,
pues hay algo que no cuadra.
Primero,
porque él y por mucho que quiera
jamás llegará a la cumbre
como mucho se quedará en la medianía de la mayoría...
Segundo,
porque yo no soy escalón o peldaño de nadie,
ni me gusta que se me suban a la chepa,
ni que nadie me maltrate con su desprecio...
Y tercero y último,
al trepa hay que darle de comer aparte,
porque sino se comerá tu comida
y la del otro y la de todos,
la mínima distancia que hay que tener con el trepa,
son los dos metros de ahora,
y será obligatorio el uso de mascarilla y guantes.
























Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...