Ni el oscuro poder de las sombras
doblegará mi voluntad de hierro.
Estoy decidido
y tengo claro mi objetivo,
hoy, voy a ser yo
y mañana,
ya veremos de que pie cojeo.
Y hace ya algún tiempo alguien me preguntó: Y tú tío ¿de qué vas?. Y de vez en cuando esa pregunta ¿De qué voy? regurgita y rebota entre las 4 paredes de mi duro cráneo. Yo simplemente voy: voy de cara y sin frenos, voy sin tapujos ni falsas promesas, voy de riesgos y demasiado mal protegido, voy de quedarme sin nada o con todo o depende de la suerte echada y para ir de eso, no necesito maquillaje por encima ni por debajo, ni montarme falsos objetivos, ni converitrme en un ser paranoico. Voy y punto. Riesgos los tengo y muchos, pero en la balanza de riesgos y ganancias, ganan éstas últimas, pues me ahorro el tener que aguantar a muchos ladillas que se disfrazan de personas. Y eso mis queridos amigos y amigas... ¡no tiene precio!.