ESTOPA

  Si yo tengo para dar estopa para dar y regalar, él que se ponga delante le hago un traje a medida, como los trajes del Camps. Hoy por la calle me encontré de frente con un aguerrdo militante de Izquierda Unida, uno que es concejal de mi pueblo y hablando y hablando de como está el percal, va y me cuenta que no se que del Chavismo, yo me quedé a cuadros, no sabía si me hablaba de una enfermedad que se llama Fabismo, pero en seguida me di cuenta que no, que no era eso, que llevábamos muy bien la charla informal sobre política hasta que tiró de ésat cuerda. El tío se refería a Hugo Chávez y claro le tuve que decir algo. Y le dije que todo iba bien hasta que salió ese grano en el culo. Menudo desastre. A mi me hablar del Hugo Chávez y de lo revolucionario que es y que salvó a su pueblo del desastre.
    
     Yo pensé para mis adentros, si lo llego a saber no empiezo ésta conversación, son ganas de joderla. O sea que era revolucionario, un milicón que se adoraba a si mismo enrollado en su bandera tricolor. Es eso ser revolucionario, por mucho discurso que hable del pueblo y de sus necesidades, yo he tenido ya un padre y no necesito otro que lo suplante. Para que coño quiero yo a un charlatán de feria y uno que se dice, salvador de la humanidad. Yo comprendo que algunos están huérfanos y ciegos y que necesitan un pastor que los lleve como un rebaño, pero por suerte no es mi caso. Además para más inri se apoyan en su discurso anti americano o anticolonialista, vale Huguito estaba contra el imperialismo yanqui, vale. Pero eso en sí no es nada, también lo estaba Hitler o Stalin en sus tiempos o en tiempos más cercanos. el Pinochet y eso que quiere decir, que ser anti yanqui no es sinónimo que tú seas antiimperialista, a ti lo que no te va es el poder que tienen las Yanquis, pero si fuera Putín o cualquier otro pirado, la cosa cambiaría de torna. No sé, cuando escucho éstas cosas yo me pregunto hasta que punto tengo yo que ver con éstos especímenes que se disfrazan de Izquierda.

   Después poco a poco me voy calmando y hago ejercicios espirituales. Estamos en el mismo debate de siempre y es que algunos esperan que baje Jesucristo a la tierra y les ilumine. Entonces ya tendrán un caudillo que encabece la revolución pendiente y a esto le llaman revolución, que venga un capullo y nos ilumine a todos. Pues si, historicamente ha pasado asi, siempre fué necesario un ser superior, que nos indique el camino correcto y después a adorarle y hasta que después, una vez lleno de orgullo como un pavo, nos de por el culo a todos. Pero no se aprende que lo más pernicioso que puede haber en la humanidad es el culto a la personalidad. O es que nadie se acuerda de Lenin, Stalin, Mao, Hochiming y demás pavipollos ególatras, que aún en vida ya hicieron de las suyas, pero una vez muertos y algunos embalsamados, nos dieron más por el culo que en su vida revolucionaria. O es que nadie se acuerda, que un régimen que se basa en la adoración personal, una vez que muere el adorado, de una vez todo se va todo al carajo. Y después hablamos de memoria histórica, al parecer es memoria histórica para lo que cada uno quiere.

   Es que hierve la sangre con éstos temas y ni ejercicios espirituales ni hostias. No puedo con la rabia, estoy indignado y lleno de ira. Ahora he cogido profundasmente el aire, a ver si me calmo. Como decía el otro, la cabeza la tenemos no sólo para llevar la boina. Sinceramente me duele que a éstas alturas aún creamos en salvadores de la patria. Y me importa un pijo que éstos salvadores, se adornen de lenguaje popular o de lenguaje capitalista, si al final, da igual uno que ocho, el resultado es el mismo, pero pasando por la piedra a unos cuantos miles de "contrarevolucionarios". Si en el fondo lo que nos gusta, es cepillarnos al vecino que nos cae mal o al amigo que nos traicionó. Si al final, es como todos los finales y atentos a los finales de las telenovelas, pues son los que nos dan la pista, todo es un juego de pasiones, traiciones y venganzas y por supuesto de cuernos, que también tienen derecho a participar en el juego, digo los cornudos. Al final, llos que se salvan de la quema, siempre son los protagonistas, los demás somos carne de cañón o de paredón o carne de buitre leonado.

   Bueno ésta es una reflexión reflexiva, que no imperativa y como tal, sólo quiero constatar un hecho o una reflexión o un pensamiento, algo que nos haga profundizar un poco más y no quedarnos con el brillo de un planteamiento y a veces cuando rascas mucho, lo que ves no te gusta demasiado o no te gusta nada. Pero por pensar que no quede, por lo menos por mi parte.

   Habrá alguno que lea esto que dirá, que éste no es el momento de plantear estas cosas, pues están en peligro los derechos sociales y laborales y demás asuntos importantes. Yo estoy de acuerdo en seguir la lucha, pero cuidado, en que no sigamos tanto, que llegué un momento que sea cierto lo de la revolución y nos encontremos en el otro lado, en teoría en el lado revolucionario y en el poder y yo como un imbécil planteando éste asunto y que van adecir, que tampoco es el momento adecuado, pues porque es contrarevolucionario y ya se sabe que hacen a los contrarevolucionarios, pues colgarlo del árbol más alto. O sea que yo prefiero que éste si sea el momento adecuado, por lo menos lo tienen más difícil para colgarme del árbol.

LOS CHORIZOS

  El Conde Fontao, el consejero real, que al parecer le temblaban las piernas en su declaración, en el juzgado de Palma por el caso de Urdangarín y su banda de mamarrachos. Y El Conde tembló, porque simplemente decía la verdad. Ya sabeis que decir la verdad hace temblar, la mentira es la que se dice de carretilla, con aplomo, con seguridad, sin titubear, esto que digo está más que demostrado y lo corroboro basándome en un estudio científico realizado sobre los monos. En él se demostraba que si un mono dice la verdad, se pone a echarse pajas y sólo como lo hace un mono o sea matándose a pajas. En cambio cuando un mono miente se queda pasmado, no se mueve, y queda tal estatua de sal o sea ingrávido en medio de su jaula. Por tanto queda demostrado por riguroso estudio científico, que lo que dice el Conde es simplemente la verdad verdadera.
 
       Así que ya tenemos al consejero real, al Urdi y su mujer Cristina y resulta que salvo el Urdi, los demás se van de rositas. Y el Rey, tampoco sabía nada. Y el Marichalar donde está el Marichalar, supongo que estará refugiado en uno de sus castillos encantados o recogiendo margaritas en un bosque cercano, o hiéndose de farra con el Paquirrín y su banda de puteros. Y el chófer del consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, que declara que todos los meses se iba a comprar farlopa por 25.000 euros para él y su jefe y que después se iban de copas, para acabar hiendo de putas. Y el Consejero, defendiéndose como gato panza arriba, nos dice, que él, de precios de la farlopa y de putas no sabe nada de nada, el sólo sabe lo que vale un gin tonic y un paquete de malboro. Menudo argumento de peso y es más, si él sabe lo que valen éstas dos cosas, cuidado, pues si sabe esto, seguro que lo demás no lo sabía, pues iría ciego a partir del décimo gin tonic, pues para eso llevaba a su lacallo, al puto chófer , que era el que pagaba  con la pasta del heraldo público. No sé que tiene que ver, que no sepa el precio de éstas dos cosas, con ser consumidor, dragadicto y putero y más si es a base de nuestro bolsillo.

      Y ahora los consejeros de los bancos y cajas dando la puntillita, con sus sueldos y comisiones millonarios. Y donde está Rato, donde está desde lo de Bankia. Él, el prepotente de mierda, el sabelotodo, el listillo del FMI, donde está él y donde dejó su orgullo y su mirada, siempre desafiante. Que bonito pais, que pais de chorizos. Y el resto de los consejeros que supieron aconsejar tan bien, se fueron o aún están riéndose de nuestras caras. No lo sé, pues si lo supiera, os juro que cometería un atentado y me llevaría por delante a toda ésta carroña. Por cierto las Cajas en teoría, las controlaban consejos donde estaba el grupo del gobierno de turno, el grupo de la principal oposición y a veces algún grupo más y los Sindicatos. Menudo control llevaron éstos pájaros, no se enteraron o no se quisieron enterar y como yo no creo en lobos buenos, no me creo el cuento de que ellos no sabían nada. Todos absolutamente todos comieron de la misma mano, la mano que se dedicó a robar a espuertas. O sea, que algunos no vengan de limpios y aseados, aquí mangaron todos a destajo.

     Ahora presionan a los políticos Peperos y los acosan y persiguen por donde vayan. Entonces nos hablan de que en democracia no tienen cabida y yo me pregunto ¿Que es lo legal en éstos casos?. Partiendo que a mi me da igual, lo legal o ilegal de la medida, pues éste trauma ya lo superé de pequeñito, lo que realmente que a mi me importa si ésta medida será efectiva o sea si a base de acosar les van hacer cambiar de opinión. Si esto lo hace, pues bienvenido sea, pero lo dudo y mucho. Es como arrinconar a una rata, ten cuidado que te puede saltar a la cara. Me encanta escuchar al de turno de Izquierda Unida, no sabiendo como justificar éstas medidas, pues como demócratas les escuece ésta postura y claro, habla de efecto-causa, pero al mismo tiempo no saben como justificarlo. El tío se vuelve loco intentando decir que si, que no está bien perseguir a los políticos hasta su casa, pero peor están los desahucios. La pescadilla que se muerde la cola, con lo simple que es decir, que sí, que yo les persigo hasta su casa y es más se la quemo, porque estoy hasta las pelotas de tanto chorizo de mierda y estoy tan harto, tan harto, que yo no tengo que justificar nada.

    Aún encima de burros apaleados. Nos joden y nos revientan y aún encima, si nos revelamos, tenemos que justificarnos. Pues yo no me justifico, ni ahora ni nunca. Si Izquierda Unida considera que tiene que hacerlo es su problema, es más es el problema que tienen todos los participantes en éste juego político o sea todos los partidos políticos representativos, pues tienen que dar imagen de que ellos están en el medio, porque creen en el sistema. Yo como no creo, no tengo ese problema. Yo creo en mí y en unos cuantos más, al resto como no los conozco, ni he comido en su casa, ni soy el padrino de ninguno de sus hijos, ni ninguno de ellos me ha prestado su coche, no  tengo por tanto, ningún compromiso que me ate a ellos, es más por mi que les vayan dando.

   La verdad que ahora, no tengo ninguna necesidad de sentirme acompañado en mis pensamientos, no necesito crear un grupo, ni un partido, ni siquiera una asociación de víctimas de algo. Ahora me llego yo sólo y cuando necesito hablar con alguien, para ello tengo a mi perro.

NO SÉ LO QUE HAGO AQUÍ

  No sé lo que hago aquí,
no lo sé y no lo quiero saber,
pues sería preguntarse el porqué de mi existencia
o el porqué aterrice en el planeta tierra,
y no en en la Luna, Júpiter o Saturno,
porqué aquí, y en la ría de Vigo,
y no en el polo Norte o en el polo Sur,
o en Hungría o en la Patagonia.
   Me dirán que fué la casualidad
o que es mi destino fué el responsable,
y por tanto el único culpable.
   Pero yo me pregunto,
¿que o quien es el destino?,
yo personalmente no lo conozco,
ni creo haberlo conocido,
ni en los años anteriores
ni en las otras reencarnaciones,
no me suena ni al verle la cara.
   Para mi es una incógnita,
un interrogante que me deja como estaba,
una quimera, un espertento,
una idea que uno se hace,
y ésta idea se hace,
cuando no se tiene ni puta idea.

EL CLUB LOW COST

Ahora que tengo en mis manos un catálogo de Ikea, que más quiero tener, si despues de Ikea, no hay nada, ni ahora ni lo habrá nunca, jamás. Que quede claro. Acabo de repasar parte del catálogo y no veas que mareo tengo, esa sucesión de rompecabezas con forma de muebles, de todos los colores y estilos, que se nota que están maquinados por cerebros suecos: fríos y la vez cálidos, de esos que dan bien el pego o sea son aparentes pero en el fondo están vacios. Claro que si te pones a pensar en el rompecabezas y toda su parafernalia de tornillos, maderas y tacos y el mapa de montaje: si éste tornillo va aquí y no allá, si esta estante lo he puesto del revés y no del derecho, que si, que si,... que es barato, pero montarlo tiene su aquél o a lo mejor soy yo, que yo soy tonto, pues aún no compré en Media Marck.

   Lo malo es que a mi no me queda otro remedio que tener que acudir a Ikea. En ésta Isla hay muebles, pero a precio de oro, cualquier mierda te cuesta su pasta y todo porque lo tienen que traer de fuera y al parecer el container vale más que el puto mueble y si no, porque es mueble artesanal, hecho con sus propias manos y con el sudor de su frente y aquí en Menorca siempre son manos especiales y el sudor muy caro y por tanto a pagar a toca teja. Así que nada, me voy a Ikea a ver muebles de quita y pon, a comprobar la dureza de un sofá sueco o un armario tipo espartano. Me encanta la idea, la idea de Ikea, tú te lo compras y tú te lo montas.¡ Qué democráticos son en Ikea!.

  Tendré que pagar con la tarjeta de Ikea, para pagar a plazos, aparte de que estoy más pelado que el culo de un mono. Pero para el mes o para el siguiente, tendré unos lindos muebles de cartón piedra, pero antes tendré que poner mis cinco sentidos en resolver los jeroglificos de los planos de montaje. Pero menos llorar y si los necesito tampoco pasa nada, más se perdió en la guerra de Cuba. Aunque pensándolo bien yo haría una tarjeta de crédito que abarcara tiendas, aerolíneas, restaurantes,y todas con un signo común, todas de bajo coste, unas tiendas low cost, vamos. En éste club low cost entrarían: por supuesto Ikea, para los muebles. Ryanair para los vuelos intergalácticos. Lidl, con sus ofertas semanales. Mc Donalds con sus hamburguesas a 1 euro. Las rebajas del Corte Inglés, por estar de rebajas. El Mediomark, proque yo no soy tonto. Los Gitanos que venden polos de marca pija, por supuesto que tiene que ser copiada, pues la hacen tan bien, que por eso sólo, se merecen estar en éste club tan único. Y por fin, los chinos, los chinos con sus baratijas, pues siempre hay algo que se nos olvida y no nos queda otra que acudir al Chino.

   Después pueden llegar a diversos acuerdos, por ejemplo yo compro un mueble a plazos en Ikea y me dan un vale de descuento para ir a comer a Mc Donalds y en éste sitio despues de comer una hambuguesa de mierda, me dan otro vale para ir a las rebajas del Corte Inglés, a las rebajas de la primavera y despues de pagar a toca teja, me dan otro vale que me vale y valga le redundancia, para el descuento del Lidl y así sigue la rueda y sigue, hasta que por fin llegas a tú casa con el mueble desmontado debajo del brazo. De repente te viene la idea y  recuerdas que en el último sitio, te dieron un vale para los chinos y el cual te servía como descuento de la compra o que el chino más cercano te montara el mueble en tú casa. Y como yo no soy tonto y por eso compro en Media marck, pues ya tuve la solución a mi angustia, que el mueble lo montara el chino de la esquina, además que ellos están acostumbrados a desmontar y montar muebles y lo que les caiga en sus manos. Y así de un mueble que compré desmontado en el Ikea, pues pasé a comer una hamburguesa de perro en el Mc Donalds, a comprar ropa medio pija en el Corte Inglés, a comprar más cosas inútiles en el Lidl y por fin llegar a casa y que el chino te monte el rompecabezas. ¡que más puedo pedir!. Pues éstas son las ventajas que le encuentro a tener una tarjeta de bajo coste y por no hablar de Ryanair, que como ya hablé mucho de ella, pues simplemente no me repito. Ah!! y en éste club, yo propondría la entrada, de los autores de la idea de los abre fáciles, menuda idea, que cómoda, que práctica y sobre todo que nunca funciona. Yo, aún sabiendo de que va la cosa, siempre caigo como un tonto e intento abrir por donde pone abre fácil y no abre o si abre es un poco y hasta que se rompe ,pero nunca, nunca abre del todo.

LA LUZ

¿Influye el tiempo en nuestro estado de ánimo?. Pues claro que influye, un día como el de hoy claro y de azul cielo, sólo verlo te levante el ánimo. Y esa influencia en ti, en tú alma puede ser más importante de lo que piensas, por lo menos eso pasa en mi caso.

 Me acuerdo perfectamente de los muchos años que viví en Galicia y mi evolución en ellos y de mi relación con la lluvia, los temporales y por supuesto los pocos días de sol. La que caracteriza a Galicia, ¡menudo descubrimiento!, es el gris plomizo de su cielo, aunque también depende de donde vivas: si es en interior, si es en costa, si es más al sur o es más al norte. Yo nací en Vigo y allí el tiempo es más suave que en el resto de Galicia, hay más días de sol, no muchos, y no bajan tanto las temperaturas, y su inconveniente es que hay más días de espesa y densa niebla.

   Después me trasladé a Santiago y aparte del inconveniente de no tener mar y eso se nota, el clima era claramente más lluvioso y desapacible, aunque de aquellas como estudiante, el tiempo influía poco en mi estado de ánimo o eso pensaba yo. La humedad en Santiago era bestial y aún me acuerdo de intentar meterme en aquellas camas desvencijadas y que no dabas separado las dos sábanas, por estar completamente pegadas por la húmedad, era como intentar meterte entre dos capas de cebolla. Y una vez, ya en la cama, parecia que te estabas dando un baño en agua fría. Y las paredes de la habitación, siempre rezumantes y espléndidas de humedad y que dibujaban regueros que parecían rios, siempre cambiantes.

   Después me fuí más al Norte, en concreto A Coruña, aquí me reconcilié de nuevo con el mar, al mar al que yo había abandonado. El tiempo aquí fué igualmente lluvioso y se acompañaba de fuertes vientos, pero el mar, el tener el mar tan cerca compensaba todos mis desvelos. Posteriormente me trasladé a Costa da Morte y aqui si que la cagué, la cagué bien cagada, la cagué patas abajo. Y eso que empecé bien la aventura, pues tuve un año de bienvenida, un año primaveral, un año precioso que coincidió con el tanteo de mi nuevo entorno. Por tanto coincidió ese año espléndido con frecuentes excursiones por los montes cercanos, con paseos largos y tediosos por sus preciosas playas, con descubrir sus rincones escondidos y comprobar in situ, la fuerza de la naturaleza. Porque no hay sitio en el mundo o mejor dicho en mi pequeño mundo, en que tú vida dependa tanto de la naturaleza. Allí en A Costa da Morte, por lo menos de aquellas, no podías vivir pendiente de querer ir la cine o de ir a actuaciones musicales, ni siquiera de ir al teatro, todo esto allí era banal, era como pedir peras al olmo. En éste sitio apartado del mundo, dependías exclusivamente del tiempo y de lo que te ofrecía la naturaleza y aquí en ésta Costa perdida, la naturaleza era explosiva, todo se hacía a lo grande, sobre todo los temporales, la lluvia, el mar encabritado, los ríos, los montes y las personas, que por cierto no les faltaba carácter.

   Por tanto en A Costa da Morte, el clima en principio hizo un pacto conmigo, una pacto engañoso y demoníaco, pero un pacto al fin y al cabo. Me ofreció durante un año toda su condescendencia y a partir de ahí me enseñó los dientes, lo que realmente era: una sucesión de frío, lluvias torrenciales, humedades bestiales, días ya no grises si no negros como el luto, días de apagones y arrimados a la luz de una vela, días desapacibles en una sucesión infernal, donde a veces te preguntabas, que si fuiste a vivir al fin del mundo, pues que le ibas a pedir y que diablos te esperabas, que el fin del mundo allí de verdad, estaba. Al principio intentabas combatir la maldición, te rebelabas y salías aunque cayeran chuzos de punta: ibas a pescar con temporales, hacías senderismo por los montes cercasos, aunque fueran lodazalesl, ibas  a por setas aunque las setas ya las tenias dentro de tu casa, y al llegar de nuevo a casa te reconfortabas pegándote a la chimenea y no te metías dentro, porque no cabías. Eso sí, vida interior, vida dentro de tú casa, en eso eras el puto rey, que remedio te quedaba.

    Poco a poco y al lento pasar de los años, tús pilas se desgastaban y como siempre que se desgastan, tardas algún tiempo en enterarte y sólo cuando tú alma estaba ya podrida y tús huesos chirriaban por la humedad reinante y tús ojos eran ojos de topo por los apagones continuados, entonces reacionabas y empezabas a preguntarte que era lo que te ataba a aquel humedal y claro la respuesta era clara y nítida, pues nada me retenía. Así que más adelante, por circunstancias más personales que el tiempo, se me presentó la oportunidad de irme al Sur, al sur de España, no me lo pensé dos veces y aclaro que sobre todo ,éste decisión fué tomada por otras causas, pero el cambio a mejor tiempo también aportó su granito de arena.

    Así que llegué al Sur, en concreto a Chiclana de la Frontera, con previo paso por Cádiz. Lo primero que me llamó la atención fué su viento de Levante y aquí aprendí una buena lección, y es que el viento y en concreto este viento, el de Levante, también marca y mucho, tú estado de ánimo. Al poco de estar allí, me di cuenta que llevaba unos días muy flojo, como falto de espiritu, sin ánimo, arrastrado, desganado y seco, muy seco. Entonces me empecé a comer el coco y decidí que tenía que hacerme una analítica, pues estaba convencido de que tenía Anemia y esto se lo comenté a Lourdes y ella simplemente me dijo que era del viento. Yo por supuesto no me lo creí, pues en Galicia también había fuertes vientos y no te dejaban tan espachurrado. Al cabo de unos días, yo me levanté y me encontré como nuevo, tenía pilas y el cuerpo y alma respondían. Salí afuera a respirar hondo y pude comprobar que el viento había cesado, que había calma chicha y de repente acudió a mi cabeza las palabras de Lourdes, el viento había desaparecido y con él se había llevado todos mis malestares. Aquí en el Sur, el viento marca la vida y sobre todo la marca el viento de Levante. Se hacen prediciones con respeto al viento: éste verano hará Levante porque las avispas han puesto sus panales a resguardo del viento y efectivamente ese verano era levantero. También se hacía con los días en que se levantaba el viento, si era un lunes, un martes , un miércoles, etc. se acababa el refrán de la sigueinte manera: si el Levante salta un miércoles será dominguero y el domingo el Levante se iba ( o era algo parecido, del refrán no me acuerdo con sus palabras exactas). Y así con todo, con las Ferias, con los animales, con las mareas, etc...

   Aquí en el Sur descubrí el Sol y su claridad desbordante: Me enamoré de la luz y de ese brillo que emite, un brillo que desborda la capacida del ojo para poder soportarlo. Pero esa claridad y brillo engancha y como engancha, una vez que lo conoces ya no puedes pasar de él. Es como ver a dios al frente de su máquina de emitir rayos y relámpagos o como estar en una cubeta de decantación de una central nuclear. Después de ésta claridad ya no hay nada, no puede haberlo, no siendo que quieras quedarte ciego. Ésta luz desbordasnte, ésta luz que irradia te marca la vida y te hace salir a la calle, es más te hace el puto amo de la calle. Es como un chute de pura adrenalina en tú retina. Es como si el arco iris te lo metieran por el culo y saliera por tús ojos.

  El Sur, el sur y su viento, su mar, su temperatura, pero por encima de todas sus virtudes está su claridad. Si el cielo es el espejo de tú alma, allí en el sur, tú alma nunca pudo estar tan limpia, ni con Ariel, ni con lejía perfumada. El canto a la luz de Cádiz, puede ser infinito, no me cansaría de narrarlo y creo que por mucho que lo intente ni siquiera me aproximo a esa alucinación que te produce el Sol de Cádiz. Mientras vivía en Chiclana, tuve o tuvimos una oportunidad de volver a Galicia y de hecho nos fuimos una semana a valorar el posible cambio de domocilio. Claro que cuando llegué A Coruña ya se me empezaron a quitar las ganas, me recibió la primera bofetada húmeda y no paró de llover hasta que nos fuimos. Mientras estuve, en esos días en Galicia, yo pensaba en Cádiz y que a éstas alturas, sería el mes de Febrero, ya comíamos y vivíamos fuera de casa, en el jardín más bonito del mundo y que presidían tres preciosos niños. La vida de los tres retoños y la mía,siempre giró alrededor del jardín, de sus árboles frutales y de los inmensos pinos, de la cuesta que descendía hacia la piscina, de las sombras, del sol irradiante, de la inmensa vida que había en aquel jardín de ensueño. Y yo pensando que iba a ser de nosotros si volvíamos a aquella oscuridad vital y eso que amo Galicia, pero ahora no estoy hablando de amores, si no de realidades vitales. El cambio de vida que nos tocaría, si en Cádiz todo giraba alrededor de un jardín con flores, en Galicia todo giraría alrededor de los muebles de la nueva casa. Y ésta comparación no la soporta nadie, es un argumento que nadie puede rebatir. El gris plomizo contra la claridad celestial.

  Mi última etapa, en la que estoy hoy en día, es mi vida en Menorca. Por otras circunstancias que ahora no vienen a cuento, me trasladé a Menorca hace ya varios años. Y aquí la luz ha bajado su graduación, aunque sólo un poco, con respeto a Cádiz. Es el punto medio entre Cádiz y Galicia, hay luz clara y viva, pero no tan intensa como en Cádiz, y hay cielos grises pero no tan plomizos y presistentes como en Galicia. Hay viento de Tramontana, viento frío del Norte, pero no de carácter tan fuerte como el viento de Levante o sea no te marca tanto la vida. Se nota cuando está de visita la Tramontana, pero no te deja hecho una mierda, como el viento de Levante. El clima y el viento de Menorca marca a sus habitantes, aunque no de forma tan aguda como los marcan en el Sur. Sus habitantes llevan el sello intermedio, ni fu ni fa, ni esto ni aquello, ni blanco ni negro, ellos se deslizan por la vida como únicos habitantes de una pequeña Isla en medio del mar Mediterráneo, que más se les puede pedir, que sobrevivir.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...