Si yo tengo para dar estopa para dar y regalar, él que se ponga
delante le hago un traje a medida, como los trajes del Camps. Hoy por la
calle me encontré de frente con un aguerrdo militante de Izquierda
Unida, uno que es concejal de mi pueblo y hablando y hablando de como
está el percal, va y me cuenta que no se que del Chavismo, yo me quedé a
cuadros, no sabía si me hablaba de una enfermedad que se llama Fabismo,
pero en seguida me di cuenta que no, que no era eso, que llevábamos muy
bien la charla informal sobre política hasta que tiró de ésat cuerda.
El tío se refería a Hugo Chávez y claro le tuve que decir algo. Y le
dije que todo iba bien hasta que salió ese grano en el culo. Menudo
desastre. A mi me hablar del Hugo Chávez y de lo revolucionario que es y
que salvó a su pueblo del desastre.
Yo pensé para mis adentros, si lo llego a saber no empiezo ésta conversación, son ganas de joderla. O sea que era revolucionario, un milicón que se adoraba a si mismo enrollado en su bandera tricolor. Es eso ser revolucionario, por mucho discurso que hable del pueblo y de sus necesidades, yo he tenido ya un padre y no necesito otro que lo suplante. Para que coño quiero yo a un charlatán de feria y uno que se dice, salvador de la humanidad. Yo comprendo que algunos están huérfanos y ciegos y que necesitan un pastor que los lleve como un rebaño, pero por suerte no es mi caso. Además para más inri se apoyan en su discurso anti americano o anticolonialista, vale Huguito estaba contra el imperialismo yanqui, vale. Pero eso en sí no es nada, también lo estaba Hitler o Stalin en sus tiempos o en tiempos más cercanos. el Pinochet y eso que quiere decir, que ser anti yanqui no es sinónimo que tú seas antiimperialista, a ti lo que no te va es el poder que tienen las Yanquis, pero si fuera Putín o cualquier otro pirado, la cosa cambiaría de torna. No sé, cuando escucho éstas cosas yo me pregunto hasta que punto tengo yo que ver con éstos especímenes que se disfrazan de Izquierda.
Después poco a poco me voy calmando y hago ejercicios espirituales. Estamos en el mismo debate de siempre y es que algunos esperan que baje Jesucristo a la tierra y les ilumine. Entonces ya tendrán un caudillo que encabece la revolución pendiente y a esto le llaman revolución, que venga un capullo y nos ilumine a todos. Pues si, historicamente ha pasado asi, siempre fué necesario un ser superior, que nos indique el camino correcto y después a adorarle y hasta que después, una vez lleno de orgullo como un pavo, nos de por el culo a todos. Pero no se aprende que lo más pernicioso que puede haber en la humanidad es el culto a la personalidad. O es que nadie se acuerda de Lenin, Stalin, Mao, Hochiming y demás pavipollos ególatras, que aún en vida ya hicieron de las suyas, pero una vez muertos y algunos embalsamados, nos dieron más por el culo que en su vida revolucionaria. O es que nadie se acuerda, que un régimen que se basa en la adoración personal, una vez que muere el adorado, de una vez todo se va todo al carajo. Y después hablamos de memoria histórica, al parecer es memoria histórica para lo que cada uno quiere.
Es que hierve la sangre con éstos temas y ni ejercicios espirituales ni hostias. No puedo con la rabia, estoy indignado y lleno de ira. Ahora he cogido profundasmente el aire, a ver si me calmo. Como decía el otro, la cabeza la tenemos no sólo para llevar la boina. Sinceramente me duele que a éstas alturas aún creamos en salvadores de la patria. Y me importa un pijo que éstos salvadores, se adornen de lenguaje popular o de lenguaje capitalista, si al final, da igual uno que ocho, el resultado es el mismo, pero pasando por la piedra a unos cuantos miles de "contrarevolucionarios". Si en el fondo lo que nos gusta, es cepillarnos al vecino que nos cae mal o al amigo que nos traicionó. Si al final, es como todos los finales y atentos a los finales de las telenovelas, pues son los que nos dan la pista, todo es un juego de pasiones, traiciones y venganzas y por supuesto de cuernos, que también tienen derecho a participar en el juego, digo los cornudos. Al final, llos que se salvan de la quema, siempre son los protagonistas, los demás somos carne de cañón o de paredón o carne de buitre leonado.
Bueno ésta es una reflexión reflexiva, que no imperativa y como tal, sólo quiero constatar un hecho o una reflexión o un pensamiento, algo que nos haga profundizar un poco más y no quedarnos con el brillo de un planteamiento y a veces cuando rascas mucho, lo que ves no te gusta demasiado o no te gusta nada. Pero por pensar que no quede, por lo menos por mi parte.
Habrá alguno que lea esto que dirá, que éste no es el momento de plantear estas cosas, pues están en peligro los derechos sociales y laborales y demás asuntos importantes. Yo estoy de acuerdo en seguir la lucha, pero cuidado, en que no sigamos tanto, que llegué un momento que sea cierto lo de la revolución y nos encontremos en el otro lado, en teoría en el lado revolucionario y en el poder y yo como un imbécil planteando éste asunto y que van adecir, que tampoco es el momento adecuado, pues porque es contrarevolucionario y ya se sabe que hacen a los contrarevolucionarios, pues colgarlo del árbol más alto. O sea que yo prefiero que éste si sea el momento adecuado, por lo menos lo tienen más difícil para colgarme del árbol.
Yo pensé para mis adentros, si lo llego a saber no empiezo ésta conversación, son ganas de joderla. O sea que era revolucionario, un milicón que se adoraba a si mismo enrollado en su bandera tricolor. Es eso ser revolucionario, por mucho discurso que hable del pueblo y de sus necesidades, yo he tenido ya un padre y no necesito otro que lo suplante. Para que coño quiero yo a un charlatán de feria y uno que se dice, salvador de la humanidad. Yo comprendo que algunos están huérfanos y ciegos y que necesitan un pastor que los lleve como un rebaño, pero por suerte no es mi caso. Además para más inri se apoyan en su discurso anti americano o anticolonialista, vale Huguito estaba contra el imperialismo yanqui, vale. Pero eso en sí no es nada, también lo estaba Hitler o Stalin en sus tiempos o en tiempos más cercanos. el Pinochet y eso que quiere decir, que ser anti yanqui no es sinónimo que tú seas antiimperialista, a ti lo que no te va es el poder que tienen las Yanquis, pero si fuera Putín o cualquier otro pirado, la cosa cambiaría de torna. No sé, cuando escucho éstas cosas yo me pregunto hasta que punto tengo yo que ver con éstos especímenes que se disfrazan de Izquierda.
Después poco a poco me voy calmando y hago ejercicios espirituales. Estamos en el mismo debate de siempre y es que algunos esperan que baje Jesucristo a la tierra y les ilumine. Entonces ya tendrán un caudillo que encabece la revolución pendiente y a esto le llaman revolución, que venga un capullo y nos ilumine a todos. Pues si, historicamente ha pasado asi, siempre fué necesario un ser superior, que nos indique el camino correcto y después a adorarle y hasta que después, una vez lleno de orgullo como un pavo, nos de por el culo a todos. Pero no se aprende que lo más pernicioso que puede haber en la humanidad es el culto a la personalidad. O es que nadie se acuerda de Lenin, Stalin, Mao, Hochiming y demás pavipollos ególatras, que aún en vida ya hicieron de las suyas, pero una vez muertos y algunos embalsamados, nos dieron más por el culo que en su vida revolucionaria. O es que nadie se acuerda, que un régimen que se basa en la adoración personal, una vez que muere el adorado, de una vez todo se va todo al carajo. Y después hablamos de memoria histórica, al parecer es memoria histórica para lo que cada uno quiere.
Es que hierve la sangre con éstos temas y ni ejercicios espirituales ni hostias. No puedo con la rabia, estoy indignado y lleno de ira. Ahora he cogido profundasmente el aire, a ver si me calmo. Como decía el otro, la cabeza la tenemos no sólo para llevar la boina. Sinceramente me duele que a éstas alturas aún creamos en salvadores de la patria. Y me importa un pijo que éstos salvadores, se adornen de lenguaje popular o de lenguaje capitalista, si al final, da igual uno que ocho, el resultado es el mismo, pero pasando por la piedra a unos cuantos miles de "contrarevolucionarios". Si en el fondo lo que nos gusta, es cepillarnos al vecino que nos cae mal o al amigo que nos traicionó. Si al final, es como todos los finales y atentos a los finales de las telenovelas, pues son los que nos dan la pista, todo es un juego de pasiones, traiciones y venganzas y por supuesto de cuernos, que también tienen derecho a participar en el juego, digo los cornudos. Al final, llos que se salvan de la quema, siempre son los protagonistas, los demás somos carne de cañón o de paredón o carne de buitre leonado.
Bueno ésta es una reflexión reflexiva, que no imperativa y como tal, sólo quiero constatar un hecho o una reflexión o un pensamiento, algo que nos haga profundizar un poco más y no quedarnos con el brillo de un planteamiento y a veces cuando rascas mucho, lo que ves no te gusta demasiado o no te gusta nada. Pero por pensar que no quede, por lo menos por mi parte.
Habrá alguno que lea esto que dirá, que éste no es el momento de plantear estas cosas, pues están en peligro los derechos sociales y laborales y demás asuntos importantes. Yo estoy de acuerdo en seguir la lucha, pero cuidado, en que no sigamos tanto, que llegué un momento que sea cierto lo de la revolución y nos encontremos en el otro lado, en teoría en el lado revolucionario y en el poder y yo como un imbécil planteando éste asunto y que van adecir, que tampoco es el momento adecuado, pues porque es contrarevolucionario y ya se sabe que hacen a los contrarevolucionarios, pues colgarlo del árbol más alto. O sea que yo prefiero que éste si sea el momento adecuado, por lo menos lo tienen más difícil para colgarme del árbol.