Hace tiempo...


 Hace tiempo que vivo instalado en arenas movedizas

y un día me hundo en ellas y hasta el cuello

y otro día, me siento poderoso

y soy capaz de andar por encima del agua

y como si no pesara y fuera de aire y viento

y como si fuera etéreo y como si procediera de una nube

"nube gris" me llamarían en la tribu

y porque lo gris me gusta mucho

y lo de nube... para que os voy contar...

lo de nube me pone

me hace recordar

que yo nací en un día gris del mes de febrero

y a pesar de ello, 

estoy repleto de esperanza.











 Hace tiempo que vivo instalado en arena movediza

y un día me hundo en ella y hasta el cuello

y otro día, me siento poderoso

y soy capaz de andar por encima del agua

y como si no pesara y fuera de aire y viento

y como si fuera etéreo y como si yo procediera de una nube

"nube gris" me llamarían en la tribu

y porque lo gris me gusta mucho

y lo de nube... para que os voy contar...

lo de nube me pone

me hace recordar

que yo nací en un día gris del mes de febrero

y a pesar de ello, 

estoy repleto de esperanza.

Vivo en medio del todo y de la nada

 

Estoy de vuelta

he vuelto a mis verdaderos orígenes.

Vivo en medio del todo y de la nada

saboreo de un lado 

y me doy asco, visto desde el lado contrario

a veces pongo un pie en terreno que no me conviene pisar

y porque me dicen que yo no soy de su clase social

y ellos no entienden que lo de las clases sociales

es un tema...y al decir de algunos...

es un tema de otros tiempos,

tiempos donde había amos y esclavos

látigos y torturas

y lapidaciones y degüellos.

Y yo digo que hoy en día,

hay élites y desprecios

hay la estupidez del engreído que además es rico

y que nunca ha salido de su jardín de 50 hectáreas

y que piensa que él es de alta cuna y de alta gama

y que todos los demás, somos sus siervos y esclavos

y no sé porque todo esto

me recuerda al Trump rodeado de todo su imperio.












Rosario Castellanos


 "Ahora estoy de regreso.

Llevé lo que la ola, para romperse, lleva

—sal, espuma y estruendo—,

y toqué con mis manos una criatura viva;

el silencio.

Heme aquí suspirando

como el que ama y se acuerda y está lejos".











Todas las reacciones
2

LAS AFUERAS (Luis Felipe Comendador)

 

Las afueras,
ese cáncer brutal de las ciudades
donde el bullicio olvida a los sin nombre
más allá del olvido.
“Tienes que ir”
–me dijo con los ojos
asomados tan adentro de mí–.
“Tienes que ir a darles esperanza,
aunque sea mentira”.
Fui como un niño atento,
con la boca asombrada,
con las manos temblando,
con un miedo caucásico
de no estar a la altura
de todo aquel desastre.
Trepaba el taxi viejo por los cerros,
patinaba en las curvas inconcretas,
derrapaba en la arena
y salvaba los ranchitos de milagro.
Yo no era de aquel sitio
ni de aquella miseria,
yo no era de sus rasgos
ni de su hablar pausado,
yo no era de esa mugre de chinches
y zancudos y agua sucia.
Se sucedían las casas de plásticos y adobe,
los niños sin zapatos mirando con asombro,
algún hombre sentado con la mirada huraña,
cerro tras cerro, arena.
El taxi dijo basta.
Trepar era ya el único artilugio
con el que abrirse paso por los cerros.
Arriba, justo en la línea gris del horizonte,
puntitos de colores
rodaban por la cuesta hasta nosotros.
Eran niños hermosos
empañados de arena, sin zapatos,
con sonrisas de ángeles sin alas…
¡Esa suciedad limpia de los pobres!
Sin mediar los prejuicios de occidente,
me abrazaron fortísimo,
me llenaron de besos y miradas de asombro,
hicieron piña en mí, como si fuera alguien,
y ya no fue posible dar el paso siguiente.
¡Éramos uno juntos!
Sin más, me dieron todo,
todo lo que tenían:
su sonrisa y sus brazos.
Yo les prometí un mundo occidental
y un futuro.
Les mentí y lo sabía.
Les mentí y lo sabían.

























17 AÑOS (Pedro M. Martínez).

 

Todos los días salgo a caminar, rápido, entre 8 a 10 kilómetros. Bilbao se me queda pequeño. La semana pasada subí a Artxanda y bajé hacia Asúa por un camino que no conocía.
El caso es que me despisté. Llevaba un tiempo carretera adelante, el cielo amenazaba lluvia y no veía a nadie por ningún lado.
Al de un rato, a lo lejos, un chaval venía por el arcén, le esperé.
–Me he perdido –le dije.
–Depende de dónde quiera ir, esta carretera se junta a unos doscientos metros con la que sube hasta Artxanda –respondió.
Y empezamos un diálogo curioso sobre esto y aquello. Me dijo que tenía 17 años y que iba a trabajar a una fábrica que estaba cerca, que aunque no quería estudiar sus padres no tenían derecho a ponerle a trabajar tan joven, que estaba aburrido del taller.
–¿Llevas mucho tiempo? – pregunté.
–Sí, desde el lunes –respondió.
Eso pasó un miércoles.
Pobre chaval, no le queda nada.
























CASA AZUL


Yo viviría en la casa azul. Casas blancas hay demasiadas...pero no es por eso y es porque me encanta el azul y en todos sus tonos y variantes. Y casa pegada al mar y con la barca a los pies de la puerta a la que le tienen que rechinar los goznes y la cerradura y como corresponde a una puerta pegada al mar.

Bueno, soñar no cuesta nada y volar cuesta menos. Casa azul pegada al mar azul y al fondo se intuye el azul cielo, que ahí en la foto, está medio grisáceo....pero pasa que el gris también me encanta. Y con todo esto puedo demostrar que no voy a tener peleas conmigo mismo. Me adapto al medio como un camaleón que se tiene que buscar la vida en cada día.

NO ES EL MÍO ESTE TIEMPO (Karmelo C. Iribarren)

 

Estas calles que recorro cada día
hace tiempo
que ya no son mis calles:
cruzo los puentes, entro en las librerías,
me siento en los bancos de las plazas,
miro la lluvia hipnotizado desde los bares,
hago, en fin, lo que he hecho siempre,
pero no son mis calles.
Hace tiempo que decidí quedarme al margen
de un tráfago de gentes y de ideas
que no me dicen nada,
en las que no me reconozco.
Con esa compañía, mejor solo.






















VIVO EN LA UÑA (Lola Andrés)


Vivo en la uña
de la voracidad
enferma
en la costra
de la abyecta
mirada
de la deflagración
y las matanzas.
Amo
me alimento
hago sexo
en el hangar del aire
cada vez más dentro
del aire
más adentro
de la vagina apátrida
dentro
de la pupila jugosa
del pezón.
Mi huerto
sabe a hierba
digerida despacio
mansamente
sin palabra.
Cada vez
más adentro
del poro de la lluvia
de las ingles
fecundas
de la tierra.





















Estoy hecha de retazos (Cora Coralina)

 

Estoy hecha de retazos.
Pedacitos coloridos de cada vida que pasa por la mía y que voy cosiendo en el alma.
No siempre son bonitos,
ni siempre felices, pero me agregan y me hacen ser quien soy.
En cada encuentro, en cada contacto,
voy quedando mayor…
En cada retazo una vida,
una lección, un cariño, una nostalgia
que me hacen más persona,
más humana, más completa.
Y pienso que es así como la vida se hace:
de pedazos de otras gentes que se van convirtiendo en parte de la gente también.
Y la mejor parte es que nunca estaremos listos ni finalizados…
Siempre habrá un retazo para añadir al alma.
Por lo tanto, gracias a cada uno de ustedes,
que forman parte de mi vida y que me permiten engrandecer mi historia con los retazos dejados en mí.
Que yo también pueda dejar pedacitos de mí por los caminos y que puedan ser parte de sus historias.
Y que así, de retazo en retazo podamos convertirnos, un día, en un inmenso bordado de nosotros.















Chavela Vargas


 " Hay un momento de la noche,
cuando entre el tequila,
el calor y los recuerdos,
la canción hace que los diablos
y los ángeles se reconcilien ".


Mis historias llevan tela


 Mis historias llevan tela

y a veces están cargadas de dinamita

y en cambio otras, 

son blandas y amoldables como la plastilina,

pero tela, lo es que tela, siempre llevan.

Quiero decir que no son historias neutras

contadas por un tipo cobarde y neutro

y a unos les contaría que no tienen la razón de su parte

y a los otros les diría que porqué se llevan tan mal con los unos

pudiendo amarse y darse por el culo con todo su entusiasmo.

Yo no voy de esa guisa

pues no tengo cara de haba

ni vivo en tierra de nadie

ni porto una bandera blanca para pacificar la tierra,

es más, las banderas me sirven de trapos para limpiar la casa

y el ideólogo que se inventó lo de las patrias con sus fronteras

serviría de muñeco de paja y para espantar pájaros de mal agüero.

















Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...