Lo malo de subir de audiencia es que llega un momento en que te lo crees. o sea te sube el Pavo a la Cabeza y después ya no hay quién te tosa. Si es verdad, que hubo un día o dos, en que llegué a 1.800 visitas en el mismo día y me dije: dios no ha tenido tanta audiencia y yo sí y por lo tanto, yo soy el dios en la tierra. Pero señores la vida te enseña y no siempre te enseña cosas buenas, pues a veces te meten unos palos muy largos y afilados que entran por la boca y que te salen por el mismo culo y además con mensaje de propina: esto te lo mereces por imbécil y gilipollas y al final aterrizas entre campos de tojos y raspándote todo el culo.
Qué nadie se suba a la parra y que empiece a echar cacahuetes, que la vida nos enseña mucho y ya sabemos que el que trepa demasiado, al final se cae sobre sus propios excrementos. Ya Santo Tomás de Aquino nos lo dijo: "hijos míos y de nuestro Señor Jesucristo y Amén, no os creáis que la Farlopa sube de esa manera". La Farlopa sube y a veces sube mucho, pero que tal como sube, baja y además sale muy cara y después y de éste tema todo dios se olvida, hay que pagar el puto desenganche y los sueldos no están para esos menesteres, están para llevarse el pan a la boca y poco más.
Que ya no estamos en tiempos de levantarle la plata a la madre o a la parienta y todo... y todo por una raya de mierda que sabe a melocotón deshidratado y eso con suerte, pues muchas veces saben a la cal de la pared llena de mohos mugrientos y de escupitajos de cuando estaba de mono el gullipa de turno. No hay peor cosa que un trapichero enmonado, porque se lo va a esnifar todo y después y porque no le queda otro remedio, se va a dedicar a ser un perfecto albañil. Su obra está en la Papela y en que nadie se entere de que nunca ha currado como Albañil de la Farlopa. Los auténticos trapicheros, llevan cara de malos y una navaja en el bolsillo y mucha mala sangre en las venas y si no estás de acuerdo en el precio, te dirán que simplemente te quedas sin ella y que tienen más clientes que tú sangre en las venas. Y te lo crees o le metes un ostia y al carajo la Farlopa, que para Cal y Cal, ya están los obras del Metro.

Que ya no estamos en tiempos de levantarle la plata a la madre o a la parienta y todo... y todo por una raya de mierda que sabe a melocotón deshidratado y eso con suerte, pues muchas veces saben a la cal de la pared llena de mohos mugrientos y de escupitajos de cuando estaba de mono el gullipa de turno. No hay peor cosa que un trapichero enmonado, porque se lo va a esnifar todo y después y porque no le queda otro remedio, se va a dedicar a ser un perfecto albañil. Su obra está en la Papela y en que nadie se entere de que nunca ha currado como Albañil de la Farlopa. Los auténticos trapicheros, llevan cara de malos y una navaja en el bolsillo y mucha mala sangre en las venas y si no estás de acuerdo en el precio, te dirán que simplemente te quedas sin ella y que tienen más clientes que tú sangre en las venas. Y te lo crees o le metes un ostia y al carajo la Farlopa, que para Cal y Cal, ya están los obras del Metro.