¡JODER! y joder...mañana empiezo de nuevo a currar y algún día tenía que ser...pero no me gusta nada empezar en Sábado o en Domingo y mañana es Sábado y para lo bueno y para lo malo y para joderme bien jodido. Yo aún tengo medio cerebro en la Sierra de Tramontana y sigo circulando por maravillosos bosques y por aquél precioso Hotel Rural y esto es todo un puto hachazo psicológico...que a lo mejor me hace tanto daño porque...porque...yo ¿qué sé?. ¿Porque lo bueno es difícil de olvidar?, ¿porqué yo me merezco más? y ahí está el verdadero tema: ¿yo me merezco más?. Por mi, claro que me merezco más, por mis jefes de curre, seguro que no, porque para ellos, soy simplemente una pieza más de su engranaje y como lo mío y mi curre, es de atención médica urgente, pues la prioridad es la urgencia y la urgencia es el destino.
Aparte de que tengo un jefe supremo que es medio nazi, que no le puedes hablar desde el lado humano y porque no entiende ese idioma y a él le encantan las órdenes y el que sean cumplidas. Me decía un día: yo no sé como te equivocas tantas veces con el día de Guardia, porque hubo una temporada en que andaba bastante confuso, porque yo no, me decía, yo apunto y ya está...Y yo pensaba, tú no te confundes porque tú puta vida es la medicina y no tienes más. Yo aparte de trabajar tengo que hacer un montón de cosas: hacer la comida, lavar la ropa y colgarla, escribir y escribir todo el día, regar todos los días mis plantas, desayunar en mi bar preferido, saludar a las personas que tengan título de personas, escribir correos, cumplir los recados diarios: los bancos, la compra, los papeleos varios. Yo ¿qué sé?.
Bueno, he subsanado ese problema, ahora apunto en el móvil. Pues ya ves mi querido nazi, también tengo esa capacidad y ¡joder! sino fueras tan nazi a lo mejor hasta serías un buen chaval. Pero me parece que no, que eso va en la sangre de cada uno y a ti te excita emprenderla a gritos y a órdenes y a porqué ¡yo lo digo!...Yo en el móvil, lo tengo como el Doberman...como el que ladra y muerde, como el que se llena de baba rabiosa, como el que ejerce su autoridad como perro superior, como perro peligroso, como persona non grata, como servicial sirviente de su jefe, porque después es de los que dicen: yo paso de los políticos, de los que mandan y resulta que siempre sale en la foto con ellos y en pose más babosa.
Aparte de que tengo un jefe supremo que es medio nazi, que no le puedes hablar desde el lado humano y porque no entiende ese idioma y a él le encantan las órdenes y el que sean cumplidas. Me decía un día: yo no sé como te equivocas tantas veces con el día de Guardia, porque hubo una temporada en que andaba bastante confuso, porque yo no, me decía, yo apunto y ya está...Y yo pensaba, tú no te confundes porque tú puta vida es la medicina y no tienes más. Yo aparte de trabajar tengo que hacer un montón de cosas: hacer la comida, lavar la ropa y colgarla, escribir y escribir todo el día, regar todos los días mis plantas, desayunar en mi bar preferido, saludar a las personas que tengan título de personas, escribir correos, cumplir los recados diarios: los bancos, la compra, los papeleos varios. Yo ¿qué sé?.
Bueno, he subsanado ese problema, ahora apunto en el móvil. Pues ya ves mi querido nazi, también tengo esa capacidad y ¡joder! sino fueras tan nazi a lo mejor hasta serías un buen chaval. Pero me parece que no, que eso va en la sangre de cada uno y a ti te excita emprenderla a gritos y a órdenes y a porqué ¡yo lo digo!...Yo en el móvil, lo tengo como el Doberman...como el que ladra y muerde, como el que se llena de baba rabiosa, como el que ejerce su autoridad como perro superior, como perro peligroso, como persona non grata, como servicial sirviente de su jefe, porque después es de los que dicen: yo paso de los políticos, de los que mandan y resulta que siempre sale en la foto con ellos y en pose más babosa.