ESTOY EN UN SITIO...

 

Estoy en un sitio que se parece a mi vida. Todo va a tumba abierta, nada se queda quieto y ni el estanque donde antes algo saltaba tranquilamente, ahora se ha convertido en un charco en ebullición constante. Todo arde bajo mis venas y cuando me siento a tope, entro en un estado cuasi delirante. Y es que nadie puede decirme nada o puede y no le voy a pegar por ello, pero otra cosa es que le haga caso a sus putas monsergas y otra cosa muy distinta, es que da exactamente igual lo que piensen de mí los bien pensantes.  Yo me veo, un ser malicioso y vicioso y todo lo que enganche lo reclamo para mis venas. La droga dura me va y el problema de todo eso, es que no soy capaz de dominar a la droga dura y al final, me vuelvo adicto. Y esto lo digo y no me quedo muy contento y porque me siento invadido por un cuerpo extraño que se introduce por una de mis venas. Yo no nací drogata, pero en cuanto apareció la droga dura, como el caballo, me puse a cabalgar como un poseído. Y yo no soy nadie para dominar al caballo y por eso y por otras cosas, el caballo durante un determinado tiempo, controló mi voluntad como ser humano.

Me hice un puto adicto del caballo. Y pasaban los días, meses y años y seguía siendo un puto adicto. Y así fue y hasta que me hice maduro y eso se lo debo a mi ex mujer y a mis tres hijos. Hay que reconocerlo todo y porque por decir la verdad no te va a pasar nada, aunque habría que matizar un poco el tema y como soy un mierda que casi no tiene un peso en nada importante, el hecho de que diga la verdad sobre algunas de mis pesadillas, le puede importar por ejemplo, a las cucarachas. Nada bajo mi luna tiene el poder de no enternecerme y porque yo me enternezco bajo la claridad de mi propia luna. Que nadie piense que soy de sol y de arenas ardientes y aunque me encanten los desiertos, si me tengo que definir, yo pido mar, luna y sombra. Lo siento por los oasis que he tenido en mi vida y por los cactus que me dieron cobijo y sombra.

Soy de luna, soy de lluvia, soy de rocío mañanero, soy de bruma espesa, soy de puente entre dos vertientes, soy de agua y porque vivo en una isla, soy de tierra porque vivo en un avispero colocado al poniente, soy evanescente y porque tengo el poder de desaparecer cuando quiero y soy un tío que a veces tiene mucho miedo, pero no por ello voy a decir nada. El miedo se lleva por dentro y a veces, va tan por dentro, que hasta mi alma, no dice nada.






























CASA RURAL


Yo busco casa en un medio rural, pero que a la vez no sea tan rural y porque uno ya tiene una cierta edad y el campo y su trabajera, no son labores para un viejo habitante de ciudad. Porque yo soy habitante de ciudad, pero me encanta lo rural y toda la magia que me transmite. Reconozco, que soy un tío aburrido y hasta la médula y no busques en mí, pasear por grandes centros comerciales y tener que esperar al bus que me lleve a la desesperación de una gran ciudad o al metro que me va a comer dentro de su boca tenebrosa, ni al carril bici que circula de todo menos las bicis. No esperes de mí, ser un buen ciudadano que cumple a rajatabla las leyes de esa gran ciudad y porque no y porque no apetece tener que aguantar tanto peso encima de mis espaldas. Mis espaldas son pequeñas, algo anchas si cabe y dan para lo que dan y lo que no dan es para llevarse todo el peso muerto de una gran ciudad.

Yo quiero lo vivo y lo que va cambiando al ritmo que marca la naturaleza y no lo que marca el autoritarisamo del tráfico. Porque en una gran ciudad, predomina el poderío del tráfico y me da igual que sea de cuatro ruedas o de dos o de bajo tierra. El que anda sobre sus patas, les importa una puta mierda.  Ellos quieren el bullicio del tráfico rodante, las bocinas sonando a todo trapo y de vez, se escuchará el seco ruído de unos frenos. Uno vive bien y yo me incluyo en esa fórmula y si uno quiere vivir mejor, tendrá que irse a un sitio mejor y con mejores vistas y con una cas potente que te cagas. Si no es así, no merece la pena cambiar de lugar y sitio y porque yo tengo el mar a 50 pasos y el campo a 100 y la casa en la que habito, está construída con unos muros de castillo. Por tanto, o algo mejor o no me voy de éste sitio.

De todas formas, tampoco me importaría tanto cambiar de sitio. Y porque todo tiene su tiempo y creo, que mi vida en Menorca está más que cumplido. Pero aún así y todo, no me importaría demasiado tener que seguir viviendo en Menorca y porque me encanta la isla en la que habito y la casa, ya no digamos. Pero nadie me va a pagar por vivir aquí y la pasta que puedo sacar de esta casa, podría dar para dejarle una buena herencia a mi hijo pequeño y para darme el último placer de mi vida y que sería tener una bonita y preciosa casa en un medio rural, pero sin demasiado trabajo y sin demasiadas escaleras y con unas preciosas vistas hacia el valee que me queda por debajo.
























PÁLPITOS


No estoy basándome en hechos,

sino en pálpitos.

Supongo que de tanto suponer

uno se acaba convenciendo de lo contrario

y la evidencia se convierte en verdad de fe.

El pálpito es un suponer

y el hecho evidente de mi pálpito

es el de un corazón fuerte y acelerado,

pero el motor que hace funcionar a mi pálpito

son las ganas que tengo de comerme la vida.

Y repito

no me baso en hechos ni evidencias

me baso en mi propia experiencia

y en las ranas que saltan por mis venas y arterias.




















Aquellas pequeñas cosas que tanto te gustaban

 


Aquellas pequeñas cosas que tanto te gustaban.

Te gustaba el resplandor de mi luz de luna,

la lluvia saltando por las tejas,

el aire frío de la mañana,

el pasar del tiempo en una tarde de invierno

la garganta profunda de un desfiladero,

el bosque mágico por el que paseábamos,

mis cortas manos

y mi anchos pies,

mi voz tenebrosa retumbando en las tinieblas,

mis dedos recorriendo la piel de tu cuerpo,

el vaho de mi boca al juntarse con el tuyo,

mis pequeños cuentos

mis ridículas historias

y mis películas mudas.


















JOHN IRVING


 

A pesar de todo


 A pesar de todo

yo sigo aquí.

No te espero porque no sé esperar,

sé recordar y gastar saliva inútilmente

y porque soy de los de hablar por hablar

y de decir sin convicción ninguna,

me voy a callar.

A pesar de todo,

una parte de mí quedó contigo,

un trozo de carne o un trozo de hueso

pero de alma, no

el alma sigue intocable

a pesar de tantas batallas y escaramuzas

a pesar de tí y de otros seres perversos

a pesar de que mi invadiste por tierra, mar y aire

y a pesar de que en las noches de luna llena

tu voz se convierta dentro de mí, en un aullido interminable.




















24 de febrero y sábado

 

24 de febrero y sábado. Sábado y de lo que antiguamente para mí eran los sábados, me acuerdo muy poco. Para mí los sábados en general, fueron días memorables, casi sagrados y en cambio, en otra época de mi vida, fueron más bien ruinosos o resacosos y medio muerto me arrastraba por los suelos de la casa y el resto del día lo pasaba tirado en la cama y casi sin poder mover ni una pertaña y por las naúseas y el fuerte dolor de cabeza, que se me hacía insoportable. Mis sábados buenos, que fueron la mayoría, eran espléndidos y como eran espléndidos el sábado bueno solía comenzar por la mañana temprano y puede que se acabara al llegar la noche (hasta ahí eran los buenos y justo hasta ahí) o puede que al llegar madrugada, pero de madrugada, ese maravilloso sábado iba decayendo en su valoración a cada hora que pasaba. Normalmente aguantaba hasta que la luz del día me diera en plena cara, pero mi estado a esas horas era penoso y por la borrachera que llevaba y ahí es cuando me daba cuenta de que el domingo iba a ser resacoso y asqueroso. En fin, quiero decir que cuando salía el viernes de noche, el sábado era de mis peores días y cuando salía el sábado, el domigo era una puta tortura. La noche y mis grandes esperanzas de encontrarme en la noche con una persona o con un acontecimiento, que me hiciera cambiar de vida.Cuando la noche es la noche y no hay mucho más.

Casi nunca en mi puñeteras vida conseguí algo importante de la noche. Lo mío (el encontrarme algo interesante) era de día o de mañana o tarde, pero yo de aquellas seguía empeñado en que tenía que ser de noche. Y de noche todos los gatos son pardos y las borracheras nocturnas acababan casi siempre igual, una fuerte resaca que daba pena.  Trato de recordar alguna noche alucinante y las que recuerdo no pasan de 5. Pero uno, que es débil y que siempre le gustó el poder que tiene la carne, iba con mi preciosa borrachera, queriendo hablar de algo interesante o decir algo simpático y de mi boca, solo salían balbuceos. De esas 5 noches, me quedo con las 5 y porque fueron maravillosas. De esas noches en que ves madrugar junto a una ventana o sentado en algún muelle de alguna parte. Los muelles siempre fueron mi gran debilidad humana y si a eso le sumaba una luz de luna pletórica y un rostro más que precioso, pues sinceramente...no os puedo decir más.

La media venía a ser de cada 20 noches 1 era buena y 19 eran patéticas. La media es contundente y evidente. Pero aún así y todo, me aferraba a esa única vez de cada 20, en que fuí feliz como una perdiz. Yo creo que en ésta vida que me tocó vivir, mi memoria selectiva siempre me ayudó a seguir para delante y mi moral positiva, también tuvo su aquél. 19 noches tachadas del mapa y una sola y puta noche, en que fuí feliz, está grabada a fuego lento dentro de mi memoria. Uno si sabe o aprende a olvidar lo que más daño le hizo, disfrutará del presente como si no hubiera un futuro.






















SI YO PUDIERA ABRAZARTE


Si yo pudiera abrazarte...
te abrazaría muy lento y muy despacio
y suavemente...,
y con el cuidado de no romper tu silencio
pondría un brazo, alrededor de tu cuello
y con el otro, moldearía tu cuerpo,
y abrázame
y dáme muestras de amor y celos
y dáme el látigo de tus sueños,
y es que yo te abrazaría hasta que no quedara nada,
o hasta que me dijeras:
amor mío, me estoy muriendo...

















CORRECCIONES (Javier Salvago)


La vida se parece a esos poemas
que brotan, en principio, interminables,
retóricos, grandiosos y banales.
Luego vas corrigiendo hasta dejarlos
en lo poco que importa, en los dos versos
que dicen lo que todos ya sabemos.

















Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...