MI OTRO YO (Poema)

No soy yo, es mi otro yo,
mi otro yo,
el otro, el que viene del mundo de los locos,
mi yo descontrolado,
y apenas conocido,
ni siquiera sé si tiene otro nombre,
y si sólo es yo o es yo con apellidos,
ni su rostro conozco,
ni sé si tiene dientes, orejas,
o varias narices o ninguna,
y él, no me da pistas,
ni me rinde pleitesía,
el se sienta dentro de mi cabeza,
y maneja los mandos de mis delirios,
y se permite el lujo de cambiar mis alucinaciones.

El otro yo,
el que vive agazapado,
el que se muestra a veces,
el que te enseña los dientes,
el que te amenaza con su locura,
y con sus juegos de luces de colores,
y es el otro yo,
el yo que aparenta su muerte,
el yo que se hiberna,
y el que se hace el dormido,
es el yo del otro lado,
el siniestro, el perverso,
y el yo oscurantista,
y es el yo parásito de mi propio yo,
y el yo que siempre se camufla,
y se esconde en mi cara oculta,
y sé que vive entre mis axones,
y también sé,
que a veces se cuela dentro de mi cerebro. 

EL MONSTRUO (Batalla vital)

Noche de pesadillas espesas y de levantarse cansado, toda la noche luchando contra enemigos ficticios o verdaderos,¿quién sabe?. Despertarse con sensación de ahogo y como un pez fuera del agua, boqueando y respirando por las agallas del miedo. Sensación agónica e impregnada de angustia. El día tampoco ayuda, día nublado y de cielo plomizo y hasta unas gotas cayeron, cuatro gotas mal paridas y que aumentan la sensación de vivir en una pecera o en un tanque de agua o en el fondo de las aguas profundas de un pozo negro.

                       Hay asuntos pendientes, hoy es día de hacer y de demostrarme a mi mismo que las cosas se superan a base de hacerlas, bueno de primero planificarlas, pero eso ya está hecho y entonces toca levantar el culo y arremangarse. Sino las cosas se complican y se superponen en capas de cebolla y lo que era un problema solucionable se convierte en irresoluble. Es verdad que esto pasa con todo en la vida, si aplazas constantemente el todo se acumula y un día te despiertas como Diogenes, acumulando objetos inútiles. Es lo mismo que el asunto de los árboles y el bosque, que a veces los árboles no te dejan ver el bosque y a lo mejor lo que tienes que hacer es cambiar de sitio o sea mover tú lirondo culo para adquirir una nueva perspectiva, de tús problemas o del bosque.

                                       Así que sin más dilación y sin más rollos teóricos, me pongo en acción y dispuesto para mi batalla y que se resume y de nuevo, en mi puñetera casa. Tengo que hacerlo y armarme de valor, pues la casa se ha hecho un monstruo gigante, un monstruo de varias cabezas que se mueve dentro de la mía y es hora de coger mi espada y enfrentarme a muerte con él y asestarle el golpe definitivo en el centro de su alma podrida.

ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...