TODO ES MUY SIMPLE (Idea Vilariño)

 

Todo es muy simple mucho
más simple y sin embargo
aún así hay momentos
en que es demasiado para mí
en que no entiendo
y no sé si reírme a carcajadas
o si llorar de miedo
o estarme aquí sin llanto
sin risas
en silencio
asumiendo mi vida
mi tránsito
mi tiempo.













LA PENA

 

La pena

la verdadera pena

es que el tiempo vaya pasando sin más

y porque nos dieron un tiempo

y una vida para vivir.

La pena

la verdadera pena

es que poco a poco nos quedemos sin aire

y que nadie alce la voz y como si fuera su último estertor de desesperación.

Yo pido paz y me han dado mierda

yo pido otro mundo y otra historia

y me han dado un planeta carente de historia.

No hay nada en el antes y en el después hay un vacío total.

Y no se puede vivir así,

sin aire, sin cólera,

sin sangre que escriba mi historia

y es que en definitiva, 

lo que quedará de nosotros

serán las cenizas de aquél ayer.




















José Saramago

 

"Llamame cuando quieras

cuando te apetezca,

pero no como alguien que se siente obligado a hacerlo,

esto no sería bueno ni para ti ni para mí.

A veces me pongo a imaginar lo maravilloso que sería que me llamaras sólo

porque sí,

simplemente como alguien que tenía sed y fue a beber un vaso de agua,

pero ya sé que sería pedir demasiado,

conmigo nunca tendrás que fingir una sed que no sientes".

















"Llamame cuando quieras

cuando te apetezca,

pero no como alguien que se siente obligado a hacerlo,

esto no sería bueno ni para ti ni para mí.

A veces me pongo a imaginar lo maravilloso que sería que me llamaras sólo porque

sí,

simplemente como alguien que tenía sed y fue a beber un vaso de agua,

pero ya sé que sería pedir demasiado,

conmigo nunca tendrás que fingir una sed que no sientes".

UN MUNDO LIBRE Y SIN CADENAS

 

Trato de disfrutar. Os juro que trato de disfrutar, pero también es verdad, que no siempre se puede. Que circunstancias, que hay momentos difíciles, que hay situaciones que son para llorar y es lo que se debe hacer, llorar y llorar hasta que no puedas más. En fin, yo he llorado y mucho y por motivos que ahora no es el momento de explicar y porque ahora no me apetece y además, porque no me da la gana. En eso soy como un niño caprichoso y consentido y por eso no voy a decir nada que no me salga de mis adentros. Yo podía haber vivido de otra forma y quizás me hubiera bien o peor de lo que ahora soy. Nadie puede jurar que seguro que le hubiera ido mejor o peor. Vamos a ver, yo he vivido y he soñado como un jabato, he sido cuerpo y alma libre, he sido un bicho de ideología radical e iba a decir, extrema, pero a eso no llego o no quiero llegar y porque no me gusta vivir arrinconado y castigado de cara a la pared y todo, por ser extremo. Yo acepto que estoy virado a la izquierda, que el sol sale por la izquierda y que la luna sale por la misma dirección y el mar se alza como un puño cerrado y para caer con todo el estrépito de una enorme ola. Además, soy zurdo de nacimiento y en algunas cosas, diestro por obligación. No sé porque nací escorado hacia un lado y porque después casi todo lo que me rodeó se puso en el lado contrario. La vida me puso frente a todo aquello que le daba un sentido determinado a mi vida. Sólo pasó que mi vida cogió otra dirección.

Aunque todo hay decirlo, he pasado períodos neutros y amorfos, rodeado de muchas drogas y en donde toda mi preocupación eran las mismas drogas. Mi ombligo, mi puto ombligo de mierda era todo mi valor. Y ahora, superado de nuevo todo ese proceso vital, he vuelto a renacer a la izquierda de la vida, sólo que ahora estoy limpio de polvo y paja y digamos que las ideas extremas y fijas han cogido cintura y por eso, ahora son más flexibles. Vamos que ahora mismo ni me fío de algunos que dicen tener una ideología parecida a la mía y porque muchos de ellos siguen comulgando con ruedas de molino y por eso gritan consignas ideadas por otros de su calaña izquierdosa, pero que en realidad, la mente la tienen tan estrecha como los de la derecha. Qué difícil de explicar es todo esto y porque lo fácil sería resumirlo todo, en derecha e izquierda y que los extremos se tocan y porque algunos lo dicen y para que por fin podamos sintetizarlo todo, en el bien y en el mal o entre el bien y el mal.

La izquierda está muy bien, si lo dejamos todo en cuatro principios generales y generalizados y porque como quieras destripar a alguno de ellos, empezarán los problemas. Te sale un Putín que dice ser antifascista (y tiene cojones la cosa) o un Nicolás Maduro que se les caen de maduros que los tiene o un Daniel Ortega que decía encabezar la revolución nicaragüense y al pueblo lo confundió con la cara su mujer y ahora los dos son los putos amos de Nicaragua. No hay izquierda si uno pretende ser más que los demás y hablar en nombre de todo el pueblo y reprimir al pueblo con las mismas armas que tenía el antiguo opresor y conservar su mismo ejército y la misma estructura jerárquica y social que al decir de ellos, la habían destruído en ese proceso llamado "revolucionario". Seamos sinceros de todo, a mí un tipo que sale en chandal patriotero y lleno de banderas de su país y hasta la bandera y valga la redundancia, no me ofrece ninguna confianza. Yo prefiero volver a los tiempos del amor libre, de la anarquía pura y dura y de que nadie me toque los cojones tratando de comerme el coco. Vale, me defino de izquierdas y lucho por ser cada día más libre y los demás si me quieren así de libre y suelto, pues también estaría con ellos y porque queremos un mundo libre y sin cadenas.



















ACERCA DE ESCRIBIR (LEILA GUERRIERO)


–No disfruto –dice la chica, entre la sonrisa sicótica y la desesperación–. Cuando escribo: no disfruto.
Lo paso mal, me trabo, no sé para dónde ir.
–¿Y por qué pensás que tendrías que disfrutar? –le pregunto.
–Bueno, la gente que escribe dice que lo pasa bien.
Hay, con la escritura, un equívoco inexplicable: la idea de que es -o debería ser– una experiencia fabulosa. Quizás porque las herramientas para hacerlo –las palabras– están más o menos al
alcance de todos, escribir parece mucho más fácil que tocar la trompeta. La frase «Yo, con mi vida, tendría que escribir un libro»
no encuentra su correlato en otras artes: «Yo, con mi vida, tendría que componer un madrigal.» La escritura parece fácil (y, en algún
sentido, lo es: sólo se trata de elegir palabras y de combinarlas para producir un efecto inconfundible) y, como parece fácil, se supone
que es algo que deberíamos disfrutar (como tomar helados o tendernos al sol). Por eso, cuando un periodista se sienta por
primera vez a escribir un artículo de varias páginas –con un clima, una voz propia, una mirada: eso que llamamos periodismo
narrativo– y descubre que tiene ochenta veces más material del que puede usar y cinco estructuras posibles allí donde sólo tendrá fuerzas para llevar adelante una, se desbarranca por la pendiente de la desesperación y comprende que ha sido estafado hasta las
rótulas. Que todas esas películas en las que los periodistas teclean el artículo de la portada del domingo en la media hora que les
queda libre entre un martini y un revolcón son la más abyectamentira. La realidad es bastante más mediocre: la primavera agita
sus alas ahí afuera y, adentro, sumergido en dos metros de papeles, el periodista es arrojado al vértigo primero, el pánico después, al aburrimiento más tarde y, de allí, al parque más cercano, donde, golpeándose el pecho, preguntará al sol, al cielo y a las nubes:
«¿Por qué, por qué, por qué no disfruto?»
Pasarlo mal cuando se escribe no es la regla (mucha gente sienteenorme placer al hacerlo y lo hace rápido y asquerosamente bien),
pero, en todo caso, sucede, y no estaría de más dedicar algún tiempo a hablar del asunto para desactivar toda expectativa acerca de que escribir buen periodismo sea el arte de combinar una Mac Air con un par de horas libres.
Revista Sábado, El Mercurio, Chile, septiembre 2011
Leila Guerriero (Junín, 17 de febrero de 1967) es una escritora, periodista y editora argentina.

Marea - Corazon de mimbre

Una amenaza en el corazón de Galicia

TERRAPLANISTA

Si no tienes puta idea de que va el tema, hazte experto, experto de lo que sea y darás el pego y algún pringado caerá dentro de tus redes sociales. Seguro que sí y lo digo, porque las redes sociales están repletas que se dedican a dar el pego. Yo sé de esto, yo sé de lo que habla y digo, yo te demuestro que la tierra es plana y mientras lo estás demostrando (demostrar es un decir) te haces una paja. El mundo está lleno de idiotas y de idiotas agradecidos que pierden su precioso tiempo escuchando estupidedes. ¿Qué necesidad tienen de ello?. A lo mejor es porque se sienten inseguros y necesitados de amor ajeno. Primero, yo me siento inseguro muchas veces y no por eso me descerebro. Segundo, necesitado de amor ajeno estamos todos, pero no por ello hay que perder los principios que poco a poco te has ido labrando. Que se dice pronto y cada principio ha costado media vida y ahora va y resulta que vendemos nuestros principios por un plato de lentejas. Que por cierto, las lentejas me encantan y puestos a tener que escoger una de las dos cosas, no sabría decirte con la que me quedo. Pero bueno, vosotros me entendéis y comprendéis perfectamente lo que quiero decir. Y sino me entedéis os tendré que poner un ejemplo. El otro día escuché a un terraplanista decir que la tierra era plana y el tipo a esa cosa que hablaba intentaba dar argumentos científicos y ¿como se pueden dar científicos ante semejante barbaridad?. Pues, con mentiras disfrazadas de verdades y con toda esa cara dura que tenía ese tío.

Ellos (los malos y los imbéciles) ganan adeptos en situaciones extremas y por eso en tiempos de pandemia y dada la profunda inseguridad de aquél momento, llegaron a tener un pequeño rebaño que balaba cuando el tío baboso hablaba. No sé quién decía que el mundo está lleno de idiotas y razón tenía. De 10 , ¿que se salva?, como mucho se salvará uno o dos, pero os puedo asegurar que a 3 no llega. Somos pocos pero nos sentimos muy orgullosos. La fuerza de nuestros argumentos se basa en la ciencia y en las ganas de comernos el mundo y la vida. La vida hay que vivirla lo mejor posible, con pasión y entrega y saber eliminar de tu círculo próximo, al tóxico, al podrido, al que te toca los cojones y al que se divierte jodiendo al prójimo. Después queda toda una caterva de gente impresentable que es un mezcladillo de personal con pensamientos oscuros, negros y que escupen rabia por su boca. No son capaces de pensar que hay personas que se basan en la evidencia científica, que pueden querer al máximo, que son espontáneos y sinceros, que rectifican y si es necesario vuelven atrás y de allí parten de nuevo.

No hace falta ser tan gilipollas, ni tan listillo, ni tan egocéntrico como ellos. Llega con ser y con estar y con participar. Llega con saber escuchar y oír y dar tu opinión y si hace falta cambiar tu forma de ser y de pensar, habrá que hacerlo y por ello no pasa nada. Terraplanista es el puto cerebro del que lo está diciendo y además eso no tiene cura ni tienes remedio.




















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Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...