Gioconda Belli

 

"Si eres una mujer fuerte

prepárate para la batalla:

aprende a estar sola,

a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo,

a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta,

a nadar contra corriente.

Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto.

Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo,

rodéalo de fosos profundos,

pero hazle anchas puertas y ventanas.

Es menester que cultives enormes amistades,

que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres,

que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación

una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.

Si eres una mujer fuerte

protégete con palabras y árboles

e invoca la memoria de mujeres antiguas.

Haz de saber que eres un campo magnético

hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbrados

y el óxido mortal de todos los naufragios.

Ampara, pero ampárate primero.

Guarda las distancias.

Constrúyete. Cuídate.

Atesora tu poder.

Defiéndelo.

Hazlo por ti.

Te lo pido en nombre de todas nosotras".

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Queríamos ser dioses


 Queríamos ser dioses

y vivir en la isla de los dioses

y crecer como crecen los verdaderos dioses

y soñar con el cielo azul suspendidos de una nube.

Quisimos ser tanto,

que la ambición nos fue cegando,

ni dios nos dió permiso

ni tampoco se lo pedimos.

Yo a veces, me siento dios

hasta que me encuentro con un judas

que se chiva al mundo de mi vida.

Y mi vida es pecado mortal

y mis deseos sobrepasan los límites de lo establecido

y por eso a veces me siento el hombre araña

o el hombre que regresa del futuro,

pero no preocuparos por mí,

porque soy víctima de mis propias alucinaciones.

Yo vivo con ellas y no me pasa nada más que lo que me pasa.
















Hoy es viernes y día 26 de julio


 Hoy es viernes y día 26 de julio. Y primero y como ya dije, se acabaron las fiestas de este pueblo y eso ya es suficiente motivo de alegría. Pero tenemos otro evento que enaderce aún más mi júbilo, se inaguran los juegos olímpicos de Paris. Me encantan y ya sé que habrá alguno que diga, si son unos juegos montados por el capitalismo, pero a veces hay aseveraciones que por educación no se contestan y porque aún estoy esperando a unos juegos olímpicos socialistas. Vamos, que la que falta es la madre Rusia que es para algunos, pero para mí de socialista no tiene ni un solo pelo, aunque veo por las redes sociales que aún queda algún nostálgico que se ha quedado oxidado en aquél socialismo que ya quisimos tener muchos y que nunca vimos, ni creo que vayamos a ver. Revoluciones seguro que habrá, pero me temo señores y señoras, que no las encabezará el proletariado y su partido único. Habrá revoluciones, porque siguen habiendo ricos y pobres, negros y blancos, esclavos y amos, mujeres y hombres y el que está abajo seguro que quiere equilibrar lo más posible las cosas. Yo, ya no soy capaz de imaginarme una sociedad sin clases sociales y porque poco a poco, saldrán otras nuevas que se irán chocando con otrasque solo sueñan con tener poder.

Yo, por si acaso sigo luchando y digo luchando a mi manera y porque mi forma de luchar no es ni será del gusto de todos. O eso espero, no ser ejemplo de nadie, no ser héroe de ninguno, no ser el líder que os guíe y porque vosotros no sois ningún rebaño ni yo no soy el lobo feroz. Odio la tiranía de los pensamientos únicos y al muñeco que habla de ellos. ¿Lider de qué?...¿de que coño eres lider?. Mirar una cosa, todos empezamos muy bien las cosas, las exponemos tranquilamente, las razonamos de la mejor manera, pero a medida que va pasando el tiempo, la poltrona se va acomodando a tu cuerpo y entonces, empiezan los decretos ley y los mandatos por mis cojones. Y entonces y en ese mismo momento, se acabó la cosa y aquello que decíamos al principio ya no es lo mismo que ahora decimos.

¿Y que pudo pasar por el medio?, pues la poltrona tiene demasiado poder y hasta el indio más pintado de la tribu, se irá convirtiendo en vaquero o en soldado federal. Y ahí, entra la CIA o la KGB y venga a espiarnos por internet y los pocos que quedaban en pie y rebelándose contra el poder, pues muchos de ellos caerán en manos enemigas y algunos pocos se quedarán como yo me he quedado, luchando pero sin saber como, pero el porqué si lo sé. 


















El desierto de los barcos fantasmas


Hace sólo 30 años, este era el hogar de la cuarta masa de agua interior más grande de nuestro planeta; un mar antiguo tan vasto, que incluso Alejandro Magno escribió sobre sus dificultades para cruzarlo; donde el comercio pesquero floreció y los turistas una vez acudieron a su ciudad balneario junto al mar.
Ahora, por primera vez en 600 años, el mar de Aral está (casi) seco, y la flota de barcos gigantes y oxidados que quedan a su paso se han convertido en algunas de las únicas pruebas del pasado.
El mar de Aral es (o era) tan grande, que se extiende sobre dos países euroasiáticos que ahora se encuentran a horquilla de sus restos polvorientos: Uzbekistán y Kazajistán.















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TE ESPERO

 Pues son las 4 de la tarde de un día cualquiera del otoño. Podía ser un día grande y en cambio se confunde en la nebulosa del rápido paso de los días. Un día cualquiera del otoño, ya sabéis: setas, humedades, verdes intensos y castañas y esa estufa de leña que sigue esperando la inaguración de éste año. Un día cualquiera del otoño, nieblas y cielos grises, luces ténues a medias y yo esperándote en mi puerta. Te espero como te esperé siempre, sentado en mi escalera y silbando una canción entre alegre, triste y melancólica (me encanta la melancolía). Sí, porque esperar... entristece, esperar te desespera y más en mi caso, pues no sé a lo que espero. Pero igualmente, espero.

Yo y aunque no esté enamorado no reniego de mis sentimientos, es más los entreno y así no me olvido de lo que es el querer. Aunque dicen que es como andar en bicicleta, que nunca se olvida y que sólo le tienes que dar a los pedales y tirar hacia delante. Pero yo insisto, yo te espero y creo que te esperaré siempre. Total, ¿qué pierdo con ello? y además, si estoy atento y al acecho, no se me escapará nada ni nadie. Es cuestión de dejar un hueco en el día para sentarme en esa escalera durante un rato. Yo dejo la puerta entreabierta y para que entre tú y yo no quede ningún obstáculo.

Como también se dice, yo estoy receptivo para el amor que no llega, pero sé que está, siempre está y aunque ponga cara de haba y de aquí no ha pasado nada, el amor está de cuerpo presente. Tampoco desespero, porque en asuntos del amor el desespero es un mal compañero. Yo insisto, pero no agobio y no agobio porque también me gusta sentirme sólo. Disfruto estando sólo y entonces, no me entran las prisas y las anticipaciones desmedidas con sus meteduras de pata. Yo espero tan tranquilo sentado en las escaleras de mi casa. Silbo una canción triste y pienso en lo bonito que es la vida y si tú apareces, encantado me quedaré y sino apareces, encantado seguiré.



Hoy fuí a comer...


 Hoy fuí a comer a un sitio guai de comida elaborada y bien elaborada, más o menos de elaborada como el puto clavo que nos metieron. Menudo sablazo, pero repito...que rica comida. Llegué a casa y me fuí a cagar y mientras cagaba pensaba que bien estoy cagando, en su punto justo, ni muy líquido ni muy sólido y entonces, pensé que así y en el día a día de su puta vida de ricos, así debían cagar todos los ricos. Así es imposible tener almorranas, ni ardores de estómago que se convierten en llamas, ni gases, ni cólicos intestinales. Si uno come así de rico, ni úlceras de estómago, ni colon irritable, ni malas digestiones. Pero claro, eso cuesta su pasta gansa, salvo que tú te metas a ser cocinero. Pero estamos ante el dilema de siempre ¿de donde coño voy sacar tiempo?. 
Yo haría un master de comida rica, claro que lo haría. Uno no, varios y muchos. Pero repito ¿de donde coño sacaría ese tiempo?. Ademas antes de dedicar mi tiempo para hacer ricas comidas, habría que tener en cuenta que a mí me encantas las plantas, los árboles y las flores y no sé si en ese mismo orden, pero sería parecido.

Y como una cosa lleva a la otra, necesitaría un terreno para poder dedicarme a ello. Pero aquí hay otra cosa que hay que tener en cuenta, mi edad, mi edad de puto viejo de 68 años que no tiene cuerpo para remover y oradar la tierra. A no ser que te hayan regalado un montón de tiempo y con un golpe de azadón al día, irías sobrado y porque para remover un metro cuadrado tendrías una semana. Tiempo, mejores árboles de rica fruta, bonitas y preciosas flores y buenos alimentos, sería mi resumen de lo que hasta ahora he dicho. Pero la realidad, suele meterte una buena hostia en pleno cerebro y entonces te dice: oye bonito, ¿tú acaso te olvidas de que no te queda para hacer nada más? y lo digo ahora y antes de meterme en esa posible vorágine de master.

Yo no sueño con cantar, ni con bailar bonito y porque eso es imposible. Pero si sueño que algún día (quizá en el otro mundo) tenga un trocito de tierra donde podré cultivar mis cuatro tonterías. Vamos a ver, tiempo para ver crecer el árbol no me va a quedar, pero ya lo compraría crecidito. Mi huerto de chichi nabo, mis cuatro árboles frutales y mi extensa plantación de flores y hermosas plantas. Y feito esto, ya podría empezar a pensar en hacerme un cocinitas.
















A mí me hace temblar el suave sol de la mañana

 

A mí me hace temblar el suave sol de la mañana

y la simple caricia del rocío que ha dejado la noche.

Yo, no soy de grandes gestas

porque adoro las pequeñas cosas

y soy más de un gesto de afecto,

de una mano en el hombro amigo,

de un beso donde sea y porque los dos queremos 

o de pasar mi mano sobre la tuya.

Adoro lo minúsculo y lo que no se ve

pero que se intuye

porque como decirlo

un abrazo puede ser espontáneo

pero también puede ser la suma de un millón de pequeños abrazos

que poco a poco te imaginaste.
















Es difícil...

 

Es difícil tener continuidad

cuando el mundo está lleno de obstáculos.

Es difícil mantener el ritmo

en un mundo arrítmico que suena a loca cafetera.

Es difícil ser

cuando no tienes el poder sobre ti mismo.

Es difícil mantener el equilibrio

en un mundo inclinado de un lado,

mientras el  otro

se muestra impasible

ante la visión de ese destrozo.

Es difícil que me dejen en paz

si yo busco guerra.

No hay nada de que digo

que previamente no haya sido descubierto,

en realidad, 

repetimos temas, hechos y causas

y lo que nos diferencia

es como enfrentarse a ellas.

















Alfonsina Storni


 "Hielo y mas hielo recogí en la vida:

Yo necesito un sol que me disuelva".











Piedad Bonnett

 "Pero la vida arrecia con su incansable danza menuda

y su aire frío cala mis huesos y la sólida

certeza de que soy

de que aunque rota

de nuevo estoy a salvo

asciende en duras lágrimas".
















FIESTAS

 

Han pasado las fiestas de este pueblo y por fin. En teoría yo debía ser de fiestas o como se dice en mi Galicia natal, debería ser un "festeiro" y porque desde pequeñito mamé de ellas, pero creo que quizás era porque no tenía otro remedio. De aquellas, eran de los pocos días que te dejaban salir y sin  límite de hora y por eso te agarrabas a las putas fiestas como una garrapata. Poco aprendí en ellas, pues la música era la que era, o sea una mierda pinchada a un palo. La gente iba bebida y pasada como si no hubiera un mañana y pisotón por aquí y empujón por el otro lado y la masa te llevaba en volandas y sin tocar suelo. Bailar, bailar se bailaba todo y además, era una forma como otra cualquiera, de ligar. Y para mí, que lo de bailar era porque los demás bailaban, mi cuerpo nunca me pidió bailar y como en las contadas veces que bailaba, lo hacía más que fatal. Pues eso, que bailar nunca fue mi fuerte. Pero así todo había que bailar y porque sino ¿qué otra cosa podías hacer?. Bailar, sudar y junto al polvillo que se levantaba al bailar, se creaba un amasijo parecido al cemento que nos unía más y más en una masa que solo sudaba y bailaba.

Después quieres hablar y no se oye un carajo y vamos que literalmente te tienen que comer la oreja para intentar enterarte de lo que te están diciendo. Pero claro, a quién se le ocurre ir a una fiesta a hablar, pues a frikis como yo y porque hablar es lo que se me da mejor y uno tiene que enseñar su plumaje, digo yo. Con el paso del tiempo, a fiesta que iba me lo bebía todo y más, pues lo de bailar ya os lo conté, lo de hablar era casi imposible y entonces había que darle a la botella sí o sí. Por eso cogía unas mierdas que para que contaros y a media fiesta ya estaba borracho como un piojo. Había veces que si tenía un campo y una sombra a mano, me iba a dormir la mona durante un rato y a las dos horas, volvía a despertar y para volver a emborracharme de nuevo. Después vendrían dos días de resaca que más vale no recordar.

Claro que cuando vino la moda del bailar suelto me vino como anillo al dedo, pues allí no había normas para bailar y todo era cuestión de soltarse y de dejarse llevar. Pero ni por esas conseguía bailar con gusto, con ganas desatadas y desenfrenadas y sin que nada me importara. Hay personas que bailan como un pato mareado, pero aún así siguen bailando y porque carecen de eso que a mí me inculcaron tanto y tan fuerte, del sentido de la vergüenza y de tener muy sensible la alarma de no hacer el ridículo. Pasaron los años y fue pasando la vida y este menda que ahora está aquí, dejó de bailar, de hablar en las fiestas y por una simple razón, dejó de acudir a todas las fiestas. Y mirar por donde, se arregló todo y de una puta vez por todas, ese problema.


















Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...