MILLONES DE ARGUMENTOS


 No me queda otra

que reconocer que el tiempo pasa

y el lento paso de los días y a éstas alturas de mi vida, 

no existe.

Todo va tan rápido como el viento huracanado

ese huracán que trae consigo,

viejos recuerdos y algunos olvidos

y por eso no me acuerdo siempre de lo que he dicho

y de la secuencia verdadera de algunos hechos ya lejanos.

Mi memoria es débil y quebradiza,

y hay que saber tratarla con delicadeza y mucho cuidado

y un dato mal dado

puede interferir una secuencia de datos

y lo que estaba antes de aquello

puede pasar a ser mi último argumento

y donde trato de demostrar

que en ésta vida hay millones de argumentos

y todos nos llevan a una misma conclusión

no hay vida si ya estás muerto.








UN YO EXTRAÑO Y RARO


 Hay algo dentro de mi que se parece a mi

pero que no soy yo.

Es un Yo extraño y raro

un Yo que puede escribir un poema

que a veces me habla en susurros

y su voz me suena a hueco

pero no está hueco

es mi percepción la que falla

no es culpa de mi otro Yo 

y porque es un Yo que rebosa palabras y conocimientos,

que sabe más de lo que él dice

sabe perfectamente lo que duele el silencio

y es tan sensible que me hace perder el sentido.

Es un Yo clandestino

se esconde de la fama bajo las sábanas,

se acuesta y duerme conmigo 

yo le dejo que apoye su cabeza en mi almohada

y juntos ponemos en marcha grandes proyectos

que a su vez irán desapareciendo entre hermosos sueños 

y al llegar la mañana los dos nos miraremos a la cara 

y entonces viene la gran pregunta

hoy quién seré,

si seré ese Yo extraño y raro

o seré el Yo que ahora os habla.

















Algo íntimo perece cada día (Juan José Millás)


Han aparecido ya dos o tres personas, quizá cuatro, no sé, que estuvieron a punto de subirse al Titan, el batiscafo recientemente siniestrado, pero que por hache o por be (como decía mi madre) no llegaron a hacerlo. Todas se secan el sudor al tiempo de felicitarse, como cuando una moto ha estado a punto de matarte y te quedas perplejo, en medio de la calle, dudando si vives todavía.
La gente que ha estado “a punto de” da mucho juego en las entrevistas porque es fácil identificarse con ellas. Todos hemos estado a punto de algo que no llegó a suceder. A punto de no nacer, por ejemplo: había trescientos millones de espermatozoides en una carretera frenética hacia el óvulo. En cierta ocasión vi un grupo de espermatozoides al microscopio y competían como locos entre sí. Siempre llega el más rápido, del que ignoramos si es también el más listo.
Hay cientos de historias sobre pasajeros que perdieron un avión que luego se estrelló. Cuando los periodistas les acercan la alcachofa, cuentan con todo detalle lo sucedido durante los minutos que precedieron a la salida del vuelo. Les parece un milagro. Muchos lo atribuyen a la intervención de su madre muerta, que los cuida desde el más allá; otros a una virgen de la que son devotos; algunos a la existencia de un orden que prevalece sobre el caos. Significa que la mayoría del personal cree en los cuentos de hadas, de ahí el éxito histórico de estos relatos.
Nadie dice que fue la mera casualidad la que le libró de tomar ese tren o de subirse a ese autobús. Aquí es donde mejor se expresa la necesidad del sentido propia de los seres humanos. Necesitamos que las cosas ocurran por esto o por lo otro (por hache o por be).
Pero las cosas ocurren por nada, eso es lo que me parece a mí, lo que quizá no deje de ser un misticismo al revés. Hace poco se vino abajo una casa entera, no recuerdo en qué localidad. Milagrosamente, no le pilló a nadie debajo. Hemos dicho “milagrosamente” porque parece mentira que diera tiempo a evacuar el edificio. Ahora bien, si lo pensamos a fondo, también es un milagro salir de casa por la mañana y regresar entero por la tarde.
De hecho, nadie vuelve entero, lo que ocurre es que no percibimos las pérdidas porque vamos un poco ciegos por esta vida nuestra repleta de implosiones minúsculas en las que algo íntimo perece cada día.














Todas las reac

Hoy es un día más en este planeta tierra



Hoy es un día más en este planeta tierra. Sigue la puta ola de calor que poco a poco nos va matando y sobre todo, mata a los viejos. Y ya se sabe lo que acaba pasando que lo que más odias como causa de tu muerte, pues seguramente será la causa de tu muerte. Y yo odio morir en caliente, todo sudado, todo podrido y con ese aroma a carne a la brasa. Prefiero morir ahogado en la bañera llena de agua fría y cubitos de hielo o congelado en el más duro de todos los inviernos. Y puestos a escoger, yo pediría una muerte en el acto y para mi nada sobrecogedora y porque ya estaría en el otro barrio. También la preferiría sin dolor físico o sea pediría una muerte dulce o una muerte perfectamente planificada. Pero ésta última posibilidad la veo muy difícil de tomar por mi parte y porque mientras me quede un gramo de esperanza metido en mi cuerpo, no soy capaz de contemplar la posibilidad de una muerte planificada. Claro que esto que digo, lo hago ahora y habría que ponerse en el contexto de padecer una enfermedad muy doloroso e incapacitante y que no te deje hacer nada, de que dependas de los demás en todo, que ese dolor incoercible sea canceroso y porque ya sabemos que el cáncer no tiene compasión ninguna. Y entonces y así situados, sería el momento de volver hacer la misma pregunta y porque a lo mejor, tendría más en cuenta esa posibilidad.

Nunca digas que de ese agua nunca beberé y porque seguramente y si estás en pleno desierto sediento y por falta de agua, lo dicho tendrás que beber del agua que haya y a lo mejor te toca beber de esa agua a la que antes habías despreciado. Y eso pasa con todo en ésta vida de mierda pero que a la vez, tanto me gusta. Me gusta la vida, siempre me gustó y hasta en mis peores momentos (que los tuve) había algo a lo que me agarraba para seguir viviendo. Y la verdad, es que ni sé como, ni el porqué, siempre tuve a mano un salvavidas que al final, siempre me dio fuerzas para seguir viviendo. No todo es medible y cuantificable y a veces no sabemos porque nos pasan algunas cosas y de donde salen esas fuerzas extrañas que te hacen seguir hacia delante y cuando eras un puto desperdicio como persona. Yo en mi vida he pasado por todas, drogas de todo tipo y a veces, sin medida y venga a quitarme y venga a volver y venga tratamientos de todo tipo, incluidas las desintoxicaciones y ser carne de algún psiquiátrico durante un mes y al cabo de algunos años, durante otro mes.

Pasé por psiquiatras, psicólogos, terapeutas y todos fracasaron, todos menos uno y porque aparte de ser psiquiatra y muy bueno, era muchísima mejor persona y eso era lo que más agradecía de él. Me oía, me escuchaba y no trataba de diagnosticarme dentro del espectro de las enfermedades mentales y por eso nunca me puso un sello que me encorsetara dentro de una enfermedad mental determinada. Creo que al final, éramos más amigos que otra cosa, pero que dada la complejidad de mi tema y los vaivenes que yo tenía, pasó que con el paso del tiempo y el factor distancia, pues yo me fui a vivir a larga distancia de él, la cosa se fue enfriando y poco a poco fui perdiendo contacto. Pero en mi memoria lo tengo guardado como una persona muy noble y muy preocupada por la evolución de sus pacientes. No te daba consejos, él te decía como te veía y las posibles alternativas que tenías y tú eras el que tenía que escoger una de ellas. Y años después, yo escogí la mía y en gran parte lo he hecho gracias a él.












Almas somos

 

Almas somos

pero al alma le han puesto un cuerpo

y por eso somos cuerpos con alma

o almas con cuerpo

y para unos es más importante, su cuerpo

y para otros, es su alma la que impera

y esto último no es un consuelo para los feos

y porque feo se es si tú lo has elegido

porque es tu aptitud lo que vale

son tus ganas de vivir 

las que te hacen sentirte 

feo o guapo.

También tu alma puede ser bella u horrible

y hay almas bellas que se cubren con lo que para algunos

es un cuerpo feo

pero tú no lo ves feo

y porque la perspectiva nunca es igual

desde el interior que desde el exterior

y además, si tú te ves guapo y bello

que importa lo que los demás opinen.















ANTONIO MUÑOZ MOLINA (desolación de una quimera)


"La soledad es un navío submarino, una torre junto a un río brumoso donde un hombre, Hölderlin, que ha perdido la razón, murmura hexámetros griegos y escribe extraños mensajes firmados con el nombre de Scardanelli. La soledad es una isla, un faro que alumbra la noche como la única ventana iluminada de una ciudad, una mezquina habitación, en Méjico, en cuyo dintel se apoya el silencioso invitado que la ocupaba, súbitamente enfermo, y se derrumba despacio, como si lo tragara la muerte, en el amanecer del 5 de noviembre de 1963. La soledad es un extranjero que camina por las aceras de Sevilla, de Madrid, de Londres, mirándose en los escaparates o espiando los cuerpos que pasan y se reflejan en ellos con los mismos ojos asombrados por la belleza y el deseo que nos siguen mirando 20 años después de su muerte: pálido y joven, el bigote exiguo, el pelo negro y brillante por el fijador, usa botines y camisas de seda y guantes de tacto tan sensitivo como el de las manos que cubren, y ama con igual pasión las sonatas de Mozart y los lentos blues que lo conducen , como trenes nocturnos o blancos vapores del Mississipi, a un Sur de ligeros paisajes dormidos en el aire donde ningún placer ha sido prohibido, donde la desesperación o la culpa —esa mirada cobarde, esas manos enguantadas que no se atreven a la caricia— no tachan la hermosura de ningún cuerpo. La soledad, que vuelve invisibles a los hombres, es Luis Cernuda, invisible y solo, desterrado de todas las cosas y de todas las ciudades desde el día en que tuvo uso de su razón y de su cuerpo hasta esa mañana de un lejano noviembre que nadie se ha acordado de conmemorar a tiempo, como si transitara por la posteridad tan sigilosamente como lo hizo por la literatura y la vida, como si a pesar de las antologías y los homenajes residiera para siempre en ese lugar del olvido donde quiso que estuvieran su corazón y su memoria".














ALMAS EN PENA

 

Se ve y se sabe...
que la vida
apenas te regala nada.
Ella, te pone en el punto de salida
y tu deber es salir disparado antes que nadie
y con la condición
de estar dispuesto a comerte el mundo y parte del universo.
Todo obstáculo debe de ser saltado
porque así está establecido,
cada zancadilla tendrá que ser esquivada y superada
y cada batalla será a muerte
y si ganas,
dormirás entre los laureles de la victoria
y si pierdes
serás señalado como un fracasado.
En la vida no hay puntos medios
o ganas o pierdes
o estás arriba o estás abajo,
en el medio,
en el puto medio,
se quedan los mediocres, los sin sustancia y los desgraciados.
Claro que...
los mediocres son legión,
pero también son legión los imbéciles
y los descerebrados
y todos juntos forman
un ejército de almas en pena
que por desgracia
son las que dominan, la tierra.
















REENCARNACIÓN


 Claro que si te arrimas demasiado al borde del precipicio,

más posibilidades tienes de caer

y no vas a parar hasta tocar fondo 

y entonces, te vas a morir y para siempre

y nada de volver a nacer 

vana esperanza la nuestra

y porque siempre pensamos que hay algo de vida

después de la muerte

y de ahí viene la idea del renacer

y nos agarramos tanto a esa idea

que en casi todas las religiones

hay algún episodio de reencarnación

y es de suponer que participará tu anterior experiencia

y junto al viaje astral que te has pegado

serás como un nuevo ser 

con cara de niño y con la sabiduría de un viejo.

Todo esto irá muy bien

a quién se crea este cuento

pero yo como no me lo creo

no podré reencarnarme

y serán los gusanos los que se coman mi carne.












SOMOS DOS

 

Con mi inmadurez de niño incomprendido
y con mi armario repleto de ropa que ahora no puedo usar,
voy a estribor y a babor,
ahora voy vestido de aquella manera tan sin apellidos
y en definitiva
voy queriendo lo que no debo querer
pero disimuladamente lo hago...
Creo que siempre he pecado
de querer lo que no puedo querer.
Y así, me fue...
Y todo esto dicho,
sin remordimientos que me atormenten por dentro
y todo esto dicho,
sin brillo de navajas que reclamen sed de venganza
y sin que corra la sangre bajo mis pies descalzos.
Veis lo que soy,
pues así, soy,
Así de simple
y así de complejo
y así de complicado
y hasta hay veces en que me canso
de ser yo mismo ante el mismo espejo.
Y de nuevo demuestro
que uno más uno son dos
y la solución
no está
en decir que somos dos siendo uno
y porque insisto,
somos dos y muy diferentes.
Al final,
somos dos
pero a veces
somos uno
y muy de vez en cuando
somos dos en uno
pero solo muy de vez en cuando somos uno en dos.



















SALTAR


No pretendo que os pongáis a saltar conmigo.
Primero, porque ahora saltando soy demasiado malo.
Segundo, no entiendo porque tengo que saltar.
Y tercero, no me gusta saltar acompañado, prefiero saltar en soledad y sin ritmo marcado y hasta que mis muelles me digan que no, que no pueden más conmigo. Saltar, nunca me gustó.
De pequeño y cuando aún creía que podía batir el récord del mundo en lo que fuera, pues eso...que saltaba y todo me parecía demasiado fácil. Salto de altura, pues tendré que elevarme más y mucho más. Salto de longitud y si saltaba con todas mis ganas, pasaría de los 10 metros y algo más.
Eso sí y aún ahora, me gusta saltar de contento.
Me gusta elevarme como si tuviera dos alas y un motor en la popa.
Antes me gustaba saltar como las cabras e iba saltando de roca en roca y a toda velocidad y para demostrarme que estaba dotado de un extraordinario sentido del equilibrio. Y me lo demostré un millón de veces.
Son esas pequeñas cosas que te inundan de felicidad momentánea y que te dejan feliz hasta que se acabe el día.
Creo que saltar de roca en roca, fue mi principal especialidad a modo de salto que tuve en ésta vida. Hasta a veces pensaba que saltando tan bien, los demás se iban a caer a mis pies ante tanto encanto y magia que emanaba en cada salto. Como podéis ver, alucinar siempre he alucinado.
Ahora, salto muy poco. Me estoy volviendo viejo y mis piernas no responden a lo que desean mis reflejos.
Tanto como he fumado en ésta vida (ahora, hace 6 años que no fumo) que me he destrozado las arterias de mis piernas y sigo andando pero sin poder saltar ni hacer demasiados equilibrios, perdí potencia y el sentido del equilibrio.
Yo, todo esto lo sabía, pero como me consideraba indestructible... y como si nunca jamás fuera a enfermar.
Pues que nada, que ahora estoy pagando mi estupidez y hasta os puedo decir más, pues que lo asumo y punto y ese punto viene a significar que me quedo jodido. Por tanto...a joderse toca...pero con la cabeza bien alta


















Love Of Lebian - Allí Donde Solíamos Gritar (En Concierto)

Gloria Fuertes

"He estado al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde del amor...
y, poco a poco,
me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar".










Júpiter, el Van Gogh del sistema solar.


 









 

Frida Kahlo


"Madurar es aprender a querer bonito, extrañar en silencio, recordar sin rencores y olvidar despacito".














Hay personas que se disfrazan de importantes



 Hay personas que se disfrazan de importantes

parecen señores de altos vuelos que casi nunca tocan el suelo

hacen y dicen que todo lo saben 

hablan con esa seguridad aplastante y humillante

que no deja ni una duda ni una fisura

que te miran con el desprecio de sentirse seres superiores,

que dicen que no hablan a tus espaldas

y cuando te das la vuelta tienes la espalda llena de puñales,

son malas personas que desean lo peor para ti

y para muchos que les llevan la contraria

y porque no soportan que alguien se ponga a su altura

y les mires de frente y a los ojos

y porque ellos son la élite dentro de su mundo figurativo

pero al final, es el mundo real

 piensan que nos van a indicar por donde tenemos que ir

para ellos

somos borregos 

y nuestra función será callar y seguir al rebaño

y de vez en cuando nos dejarán votar

y para tener un poco más contenta a la plebe

y para hacernos creer que el que vota

o la suma de todos los que votan tienen el poder en sus manos.

Y menudo cuento chino

el verdadero poder

está en manos de los grandes banqueros,

de las grandes empresas

de los jueces, del ejército

y hasta de la misma policía

Y ahí se encuentra el engrudo

o el verdadero problema que hay detrás de todo este tinglado

que se han montado.















Acepta el hecho de ser como eres


 Acepta el hecho de ser como eres

o no lo aceptes pero entonces rebélate

y así hacerte congruente con lo que eres y piensas.

Si te aceptas tal como eres

perdónate muchas cosas,

hay unas pocas que serán imperdonables

y esas nunca tendrán vuelta de hoja

pero en las que te aceptas tal como eres

hay que compensarse aunque sea un poquito

piensa que ocurrieron en otro momento y en otros tiempos,

piensa y como es mi caso

que he pedido perdón por algunos hechos

así como mis mejores momentos, 

los tengo de ejemplo de como ser una buena persona

y por estos últimos, 

casi nadie me ha felicitado

en cambio, en la parte de mis fallos

me han caído chuzos de punta

desplantes y malos modos y peores rollos

y es que la vida es así de dura

y los peores hechos que has tenido en tu vida

siempre te serán recordados de una manera o de otra,

y en cambio, lo que para ti fueron hechos históricos

y por su valor y valentía

nadie te va a decir

que bien lo has hecho y sigue adelante.
















Isabel Allende


 "La verdadera amistad resiste el tiempo, la distancia y el silencio".














François de La Rochefoucauld


 «Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera».

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...