LOS PUPITAS

No sé quién está más nublado, el día o yo. Yo sí que estoy fundido y fiebre y dolores musculares y articulares y por supuesto, dolor de la meada y con esa sensación de que nuca acabas de mear y acompañado de un buena y sabrosa diarrea. En fin, nada que no se sepa y es que los manuales de medicina lo dicen claro, tendrás febrícula, dolor de cabeza, tiritonas y mearás a cachos y mientras tanto yo estoy intentado mantenerme en pie y por eso de que no me apetece ni un huevo el meterme en la cama. Total es mal cuerpo y ya está o eso me digo, para tener un consuelo.

Yo es que odio a los Pupitas, a los que se quejan de todo, a los que exageran los síntomas, a los que quieren ser el centro con sus males y a los que sólo hablan de sus putas enfermedades. No hay otro tema, bueno lo hay, pero a ellos les da igual. Su dolor lo quieren hacer tuyo y su angustia siempre es la misma: me duele tanto y tanto que no puedo ni respirar, pero coño, sí que pueden hablar y hablar del puto tema. Dicen que hay un umbral del dolor y que no todos los humanos lo tenemos igual. Los Pupitas desde luego que no lo tienen y un simple estornudo es para ellos el preludio de una Gripe o de un mal mayor.

Sí, que hay gente que se queja de todo y sus dolores superan a cualquier tipo de dolor. A ellos les gusta ser el centro del grupo y que todo lo que se hable sea de sus enfermedades. Pobrecitos los Pupitas, pobrecitos. Ellos eran personas y por su dar pena, se conviertieron en máquinas de la llorada y un simple sarpullido en la piel, se convierte en un cáncer de piel. Pero ellos siguen a su ritmo y a su alrededor va muriendo gente, pero ellos se conservan en sus penas y como peritas en dulce.

MI DECADENCIA FÍSICA

Hoy hubo que madrugar, pues tenía que acercar a mi hijo mayor al barco y bueno, me lenaté de esa manera, de esa manera de estar medio fundido y todo, porque he vuelto a tener una infección de orina. ¡Joder¡, no pueden pasar dos meses sin tener algo y es que llevo un año gafado. Y no voy a decir aquí la larga lista de mis males, pero todo está llegando a ese momento que se llama, desesperación. Yo hasta hace un año era un tío sano, sí con algunos deficits y limitaciones, que ahora no viene a cuento entrar en ellos, pero que en el tema que toca, en el tema enfermizo era como un superhéroe. Ni gripes, ni catarros, ni hostias benditas y menos lo que son, Ictus, Sincopes, subidas de tensiones y de azúcar.

Y todo esto fue en el último año, en el 2.015 y que por supuesto, se quedará grabado en mi memoria histórica. Yo hasta ahora lo achacaba a que uno llega a cierta edad en donde todo empieza a petar, pero de verdad creo que no es suficiente explicación, que sí, que hay algo de eso, pero estoy seguro que también hay mucha mala suerte. Habrá alguien y porque siempre lo hay, que me está mentando y me está haciendo el gurú con agujas. Por éste mundo hay mucha envidia suelta y claro cuando me ven tan contento y tan campante, los celos hacen estragos.

La verdad es que estoy como loco esperando a que se acabe éste año maldito. Porque me supongo que el gafe que tengo tendrá de límite un año y en 2.016 voy a ser la hostia en vinagre. Creo que me vengaré de todo y a algunos les voy a clavar las agujas en sus santos cojones. Y mira que yo no soy propicio a crer en las gafadas y en las malas suertes, pero digo yo, que alguna explicación le tengo que dar al tema. ¡Hostia!, porque si ha empezado mi decadencia física me parece que voy bastante jodido.

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...