EL VELO

Las 8 de la tarde y ya acabé mi faena del Avión y me queda una hora por delante de asueto y libre pensamiento, o sea una hora de liberación. A las 9 pondré mi cara de perro serio y me dirigiré al tajo de la Privada, allí me esperan unas cuantas niñatas y de noche se quedan dos conmigo. Hay niñatas y niñatas, las que hay son novatas, pero que son buenas profesionales y da gusto currar con ellas, en cambio otras son niñatas y que siempre lo serán y ya pueden tener 50 años, que seguirán hablando de como iba vestida fulanita.

Si porque hay gente que cumple años y que debe ser que solo lo cumple su cuerpo, porque su cerebro no evoluciona más allá de su estado larvario. O sea que son adultos de cuerpo y con el cerebro de un mosquito y entonces y en definitiva, hay que tratarlos como niños grandes. Cuesta dar ese salto mortal y porque delante tienes un tío adulto y con pelos hasta en los huevos y eso te condiciona y piensas además que puedes convencerle de algo y cuando te das cuenta ya está el pifostio montado.

Después y como son como niños, lloran desconsolados y montan un número que no veas. Al final se entera todo el mundo de que fuiste malo y perverso y pobre chica y todo por ponerla en su sitio. Tú no, tú como ya eres maduro, viejo y además médico, que te den por el culo, en cambio la pobre chica va a tener problemas psicológicos, eso se dicen. Que injusta es la vida, una tía estúpida y hasta la médula va sembrando solidaridad entre el resto del personal, pero bueno la vida nos enseña que con el tiempo a todo dios se le cae el velo, además de otras cosas, claro.



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CAMPANAS

Ahora suenan las campanas de la Iglesia y suenan como cansinas. Podía el cura tocarse mejor los huevos y así no molestaría a nadie con sus ruidos molestos. ¿Qué si me molesta el ruido?, pues sí que me molesta mucho, claro que hay ruidos y ruidos y lógicamente unos me molestan más que otros.¿Y porque yo que no soy creyente tengo que aguantar el puto ruido de sus campanas molestas?, pues porque éste es un estado aconfesional y no se pronuncia por ninguna religión y por tanto, no deja tocar las campanas y entonces todo son alucinaciones mías, sólo que son auditivas.

Así debía ser, así debía de ser de aséptico el tema. y un Estado no sabe ni contesta de asuntos religiosos y además les tendría que hacer pagar a la Iglesia sus impuestos, vamos como pagamos todos. Y hablan de los Ayatolás y de los Talibanes y menudo engendro de tíos y mira que son radicales religiosos y vamos y nosotros tenemos delante otro ejemplo más de lo que pasarse en temas religiosos. Pero bueno, mientras de votos a los políticos ir a las procesiones del pueblo y a las de semana santa, seguiremos por el mismo camino y las campanas seguirán sonando.

Los no creyentes seguiremos sufriendo, pero como somos cuatro gatos los declarados oficialmente, no tenemos el poder de restarles votos. Al fin y al cabo, somos como una mierda pinchada a un palo, pero una mierda que se enorgullece de serlo y lo que es para unos una mierda, para otros es rico caramelo y más lo soy yo ahora, que soy diabético, diabético pero no sordo, ¡coño!.

LA DIETA

Bueno, pues ya es la hora del papeo, son las 2 y media y tengo una gusa que te cagas. Me como la mesa sobre la que estoy y junto con el ordenador. Aunque lo que me espera de comida no entra en los cánones habituales y todo porque es comida de régimen o de dieta. Y a quién inventó las Dietas había que darle que darle por el culo y hasta que le reventara o hacerle comer su puta dieta, porque estoy seguro que nunca probaron su comida basura.

Es fácil de decir, tío come ensalada y siempre con los mismos ingredientes o come pavo o pechuga de pollo y a la plancha, ah! y verduritas cocidas e insaboras y de postre un yogurt desnatado y a tomar por culo. Lo dicho, yo no le hago un monumento al que ideó las Dietas, bueno si se lo hago, pero para ponerle a continuación una bomba lapa. Yo tengo hambre, pero hambre de verdad y daría mi brazo por un plato bien cocinado, con su carne o su pescado, con sus patatas y con su salsa y mojando el pan.

Y ya sé, que así voy adelgazando y pierdo peso, pero esa pérdida de peso, no me alivia el ansia que tengo de comer como toca. Sí, tengo ansia y me comería un buen asado o un pescado al horno y en cambio me toca un trozo de pescado todo desangelado y porque no puede llevar salsa ni otros ingredientes, bueno sí, un chorrito de aceite y otro de zumo de limón. Y la ensalada, que parece eterna y siempre lechuga, tomate y maíz. La ensalada me recuerda a la época de la post guerra y cuando no había otra cosa para llevarse a la boca. De todas formas insisto que quiero ver el punto positivo del asunto y supongo que será el que voy adelgazando, pero que adelgazo al mismo tiempo que aumenta mi mala hostia.


EL SILENCIO

La cosa va de que todos seres humanos y de que por tanto tenemos nuestras necesidades y anhelos, en algunos coincidiremos, pero en otros, no, también puede ser que no coincidamos en ninguno, ¡hay de todo en la viña del señor!. No dejo de preguntarme que tengo yo que ver por ejemplo con mi vecindario o con el personal que compra en la misma tienda, bueno sí que vivimos al lado o que compramos en el mismo sitio. Hasta ahí llego, pero por lo demás no tenemos nada que ver, salvo que somos humanos y que andamos sobre dos patas.

Sobre el cerebro de cada uno prefiero no opinar y porque me llevaría a conclusiones demasiado fuertes y sinceras, pues el mundo está lleno de descerebrados y alguno de estos seguro que está dentro de mi vecindario. Yo con mi vecindario un saludo de buenos días o de buenas noches y punto. No hay nada que me una a esas personas, bueno las paredes de la casa, pero para eso están las paredes, para que cada uno haga lo que le plazca dentro de ellas. No molestar, ni ser molestado, no enturbiar la convivencia y por supuesto que no te la enturbien a ti.

Ese es mi único principio y no es pedir tanto. Ahora resulta que estoy en la trastienda de mi casa y añoro los gritos de los vecinos más próximos y a las lindezas que se decían. Que si tu eres una mierda y eres un hijo de puta y tú un ladrón y que nunca te preocupaste de tus hijos e iban levantando el tono y hasta el punto que yo pensaba que lo siguiente era partirse la cara mutuamente. Pero creo que nunca llegaron a levantar las manos, vamos que nunca que yo supiera. Antes asomabas la cabeza por ésta parte de mi casa, que frecuento muy pocas veces y la música siempre era la misma, bronca y gritos. Supongo que ahora que predomina el silencio, la cosa acabaría mal, pero en realidad no me importa como acabara la cosa, lo que me importa es que volvió el silencio, el silencio siempre agradecido.

SEDIMENTARME

Y ahora ya estoy de nuevo en mi casa y disfrutando de éste nuevo encuentro. Poco a poco va cogiendo su sello, que no es otro que el mío y va perdiendo ese aire aséptico con que la dejaron los inquilinos. Mis cosas y mis pequeños detalles van apareciendo y ahora que voy estar de vacaciones creo que remataré la faena. Vamos que para que yo esté al completo, tengo que tener mi casa en condiciones, en mis propias condiciones.

Y después de éste Verano un tanto convulso por mi parte, espero conseguir que todo adquiera su reposo y su pausa y yo estoy dentro del paquete y tengo que hacer poso. O sea que tengo que sedimentarme y ver de que lodo estoy hecho. Parece una tontería, pero para mi es muy importante saber el como estoy ahora, pues no es lo mismo verme hace dos meses que ahora. Han pasado cosas, muchas cosas y algunas importantes y otras tontas, pero yo tengo que llegar a saber como me han afectado.

Porque nada resbala, parece que resbala y que nada te afecta, pero cada cosa que te pasa se lleva un trozo de tu alma. Y para alimentar al alma, primero hay que saber que parte del alma te falta y para después darle el sustento adecuado. Y no es fácil, no es fácil saber de que adoleces, requiere un buen repaso y el no tener miedo a profundizar en las heridas abiertas. Yo sólo tengo miedo a una cosa, a que sean demasiadas heridas y en consecuencia, que me pierda. Ya se sabe que si hay demasiados frentes abiertos se puede perder la perspectiva, esa que está detrás de los problemas, esa por la que siempre luchaste. Lo dicho, que el problema está en que de vez en cuando los árboles no te dejan ver el bosque.

¡CUIDADO CON EL PERRO!

¡Joder! que yo nací para ser minoritario y las mayorías me las paso por el forro. Nunca me gustaron las mayorías, pues para que algo sea mayoritario hay que hacer una rebaja de tus ideas y planteamientos y para que todos se queden contentos. Y yo sigo en mis trece, yo estoy contento cuando digo lo que pienso y está bien eso de escuchar a los demás y a lo mejor hasta te pueden hacer cambiar el pensamiento, pero nada más.

Si yo nací como un bicho raro y en el medio de una familia desestructurada (como se dice ahora), y siempre anduve por los márgenes sociales y más afuera que dentro, ¿como me voy a plantearme ahora ser uno más de la manada?. Yo reivindico lo que pienso y lo que no pienso también, reivindico ser un bicho libre y para eso exijo respecto, exijo que se me deje al margen, que yo en el margen de las cosas es en donde mejor me desenvuelvo.

El que intente hacerme un ser social y adaptado, lo lleva más que claro. Algunos dirían que soy un antisocial y puede que tengan razón, pero me da igual el nombre que se le ponga al tema, lo importante es poner unas reglas del juego que nunca invadan tú vida íntima. A mi mientras me dejen en paz, sé que no voy a morder, pero si alguien intenta invadir mi parcela vital, entonces ya no respondo de mis actos. Y no es una amenaza, es sólo una advertencia  o sea que tengo un cartel en la frente que pone: ¡cuidado con el perro!.

PROSELITISMO

Lo importante es decir lo se piensa y el decirlo sinceramente y no deben importar los resultados. Yo no tengo el deber de convencer a nadie, salvo a mi mismo y a veces hasta eso me cuesta. Yo hace tiempo que dejé de creer en que para hacer algo hay que contar con la gente en general, con alguna sí, pero no para depender de ello.Yo creo en los principios generales, después el como cada uno los concrete ya es otra historia diferente.

Y todo esto lo digo porque yo formo parte de un Círculo Pokemon, digo Podemos ( de momento) y al principio todo muy bien, pero ahora ya se empiezan a planear problemas más concretos. Ya empiezan los planteamientos de siempre, que hay que preguntar de casa en casa que quiere cada uno o que hay que repartir panfletos con lo que queremos o cuestiones parecidas. Y yo me reafirmo en mi postura, yo no quiero preguntarle a nadie que es lo que quiere, porque se supone que ya son adultos y yo no voy a ser el que les coma el coco.

Vamos que no me gusta hacer proselitismo de puerta en puerta y que así se vaya sumando gente. Porque en el fondo me da igual que se sume o que se reste la gente, yo me mantengo igual con ellos o sin ellos. Postura individualista donde las haya, pero a éstas alturas de la película, yo ya paso de darle mantequilla a la gente. El que quiera que se sume por si mismo, pero no porque yo le coma el coco y le convezca. Aparte que no voy para político y que mi obligación sean sumar votos y más votos. Mi única obligación, es decir lo que pienso y si puede ser sin tapujos y sin paños calientes y el que esté de acuerdo conmigo, pues muy bien, pero hasta ahí llego, lo demás sobra.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...