SALUD Y CÁNCER

No todo sale mal en la vida y más si lo que te sale mal le aplicas una buena dosis de ironía. Bueno hay cosas y cosas y hay cosas en que no le puedes aplicar nada más que lo que sientes y eso no siempre es una alegría. Porque vamos a ver, ¿quién puede entender la muerte de un ser querido? y más. si esa muerte es malvada y doloroso y tal y como suele acontecer cuando es debida a cáncer. Yo eso no lo entiendo, ni siendo médico, ni siendo paramédico y menos lo voy a entender como persona. Y cuando te toca de cerca, te entra la rabia más asesina, pero al mismo tiempo la impotencia doblega tu cuerpo. La rabia y la impotencia, primero es la rabia y después de cagarte en todo, viene la segunda parte, la impotencia.

Y yo estoy convencido de que la impotencia no debía existir, porque uno puede aceptar la derrota o que las cosas te salgan mal o que metas la pata y mil ejemplos más, pero sentirte impotente es la peor de las sensaciones, pues no entra dentro del razonamiento y tampoco entra dentro de los sentimientos y por tanto podemos concluir, que es una sensación inhumana. Y menos la impotencia casi todo se puede comprender y hasta el dolor se puede comprender hasta cierto punto, porque esa es otra cosa que cuando se retuerce y agudiza se hace de otra dimensión. Y mientras tu amigo se retuerce de dolor físico y sus ojos anuncian la muerte cercana, bueno, sus ojos, su cara de cadáver y su rostro sin halo.

Y claro, tenía que ser una persona como la copa de un pino, una buena persona y una gran persona. Y eso es otra cosa que pasa por tu cabeza, ¿qué como habiendo tanto cabrón suelto no le toca a uno de ellos?. No señor, el cáncer se ceba con las personas buenas, aunque haya algunas que no lo demostraran, pero que al pasar por ese proceso inhumano, se les cae la máscara de maldad que llevaban por la vida. Y hay datos y hay muchos datos que confirman lo que he dicho y sino los hay, me da lo mismo, pues cuando uno está en ese proceso, le importa una mierda los datos y los argumentos y lo único que en el fondo me importa, es la salud de mi amigo.

EL LUNES Y LA EMPATÍA

Hoy es día 25 de Enero y es Lunes, otro puto Lunes de mierda  y mira que me lo digo: "tío, después del Domingo viene el Lunes" y ya si se junta el Lunes con el día saliente de Guardia y tal como pasa hoy, ¿qué os puedo contar?, que los dos se multiplican y hacen que sea un Lunes retorcido y maloliente. Y eso que me he duchado y bien duchado, pero ese olor impregna la ropa, ese olor se mete en la piel y traspasa las Meninges y una vez que se instala en el Líquido Cafalorraquídeo llega de sopetón a la Pituitaria. Los Lunes huelen a eso, huelen a huevo podrido, a nostalgia, a falta de ganas, a desidia, a flojerío, a ver que pasa y si pasa algo...pues tenemos toda la semana por delante. Los Lunes suenan a aplazamiento, a que hoy no y será mejor mañana o pasado o la semana que viene.

Y si tomas una decisión un Lunes, tomas el gran riesgo de equivocarte y de meter la pata. Los Lunes debían estar hechos para querer en silencio o para amar sin tocarse o sea, nada de folleteos, ni palabreríos amorosos, tú en un lado de la cama y yo en el otro y en silencio absoluto y en la quietud del espacio. Y un Lunes no es el día propicio para demostrar tu empatía y lo digo porque vengo de montar un pollo en un comercio que te cagas. Y todo por unos simples auriculares de mierda, sí de esos que se regalan en Reyes y que ahora están tan de moda. Pues los auriculares de mi hijo pequeño no funcionaban y por eso me desplacé hasta el puto comercio, para que me dieran otros al instante que para eso estaban en garantía.

Pues no señor, primero los tiene que ver el técnico del comercio y después, lo llamaremos. Y sino funcionan, no funcionan y sino no funcionan, es porque me los vendió estropeados y ¿yo tengo que desplazarme otro día hasta éste puto comercio de mierda?. Vamos, como si fuera una tele o una torre a la que se le cayó un tornillo, señor..., estamos hablando de unos putos auriculares que no funcionan y bla, bla, blá. Bueno, por el medio hubo palabras más altas que otras y por supuesto, la petición del libro de reclamaciones, cosa que les jode bastante y que por eso mismo, lo hice. Y hubo un momento en que me acordé de las enseñanzas recibidas respecto a la EMPATÍA y de como me las estaba pasando por los cojones, pues según dice esa escuela conciliatoria, tú como persona que eres, tienes que intentar entender al dependiente o a lo que sea esa cosa. ¿Y que pasa si el tío problema es un gilipollas de mierda o un cabrón redomado?, pues siguiendo sus putas enseñanzas, le tendrías que dar dos besos y uno de ellos en su boca y además, ¿a mí quién me entiende?. O sea, que para ser empático le tienes que comer su lengua viperina y pensar que el pobrecito es un explotado y demás mierdas lastimeras.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...