AMIGOS KLEENEX

No soporto los días tediosos, los días de calma chicha y en el que ni vuelan las moscas. Un día es productivo o no es y el que no lo es, me desquicia. Yo sé que la paciencia no es mi principal virtud, es más la impaciencia. Necesito sentir que aporto algo, que digo, que hablo, que participo, que me cago en los muertos de alguno, que insulto, que amo y que diga unos cuantos pecados. Vamos, quiero sentirme activo, guerrero y segando cabezas. La paz del Señor no va conmigo, a mi me gusta la paz después de la guerra.

Me gusta el descanso del guerrero. y hoy y tal como va la cosa, me temo que poca sangre va a correr. Y eso que el radar ya lo tengo en funcionamiento y busco y busco enemigos inciertos. No hay mucho de que preocuparse los enemigos siempre aparecen. Si fueran amigos, ya sería otra cosa, pues hoy en día, los amigos están más cotizados en Bolsa, por su escasez y por su lejanía. Y menos que ahora no estoy muy necesitado de amistades, sino iría de culo y sin frenos.

Aunque siempre queda la última carta, que es hacer falsas amistades o amistades a medias. O sea amigo para algunos temas y para otros temas, buscar a otros amigos. Amigos por parcelas o amigos de un sólo uso. La única ventaja que tiene éste asunto, es que muy poco te ata o te une a ellos, te une un tema, pero la vida está llena de millones de temas. Son los amigos kleenex, los usas u te usan y después los tiras o te tiran.

UN ZOMBI

Hoy es Viernes y lo he empezado con el pie cambiado. Saliente de Guardia y como había sobado más o menos 6 horas, pensaba que hoy me salvaría del dormir un poco de mañana. Y me equivoqué del todo, porque esta mañana estaba como un puto zombi. Total y en resumidas cuentas, ¡qué al carajo la mañana!, sobando como un auténtico cerdo dopado de valium o como ahora está tan de moda los medicamentos genéricos, tendré que decir, dopado de diacepanes. No sé, yo no tomé nada, pero debe ser que mi sangre aún está contaminada de antes, cuando me los zampaba como si fueran aceitunas.

Ahora en serio, supongo que será porque mis dormidas no son auténticas o sea que cuando estoy de guardia no duermo como toca. La verdad es que me despierto varias veces y lo primero que hago es coger el móvil y ver si me han llamado para una asistencia o un aviso. Es dormir en pequeños capítulos, es dormir sobresaltado. Pero mi miedo no es el aviso en sí o sea que me llamen por un hecho catastrófico, sino que mi miedo se basa en el hecho de que no me entere que me han llamado.

Ahora y a éstas alturas, ya no me asusta de la sangre, ni de los Hígados encebollados, me asusta más el ir empanado a la emergencia. Necesito todos mis sentidos y alguno más extra, necesito estar a tope y hasta los topes, y eso requiere que la adrenalina esté en su nivel máximo. Sí eso es, que duerma con un ojo abierto y el otro medio cerrado.

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...