Pues sí que sí, ya son las 8 de la tarde y ¿qué hice?, pues creo que solo he vegetado, he visto tres pelis seguidas y a cada cual peor...pero hoy estoy doblegado por el cansancio y la desidia. Me encanta la palabra desidia, me suena a melódica, a cariñosa, que sí, que también significa vago, dejado, apoltronado, pero a veces de las palabras es más importante sus sonidos que sus significados, bueno, como de casi todo, pues por ejemplo una mala poesía bien leída y bien musicada, suena mejor que una buena y mal leída. Lo sonidos son como el olfato, son los sentidos más ancestrales y lo son más que la vista o el tacto el mismo, gusto.
Y como esto lo había dejado a medias y no seguí escribiendo, pues resulta que hoy es Miércoles y son las 2 de la tarde y ya hice de todo: ya volé por los aires insulares (hoy estoy de guardia localizada de avión), ya fui a la carnicería, también fui a hacer la gran compra quinquenal y todo y todo, lo hice yo solito. Bueno, me falta montar los muebles de Ikea, pues he decidido montarme una habitación nueva y aunque sea de Ikea, me hace mucha ilusión. Esa ilusión que durará hasta que monté el primer mueble y me de cuenta que me faltan o me sobran piezas y algunos tornillos.
Pero bueno, cuando uno siente que la llamada de la selva te dice: tío tienes que cambiar tus circunstancias y coger nuevos aires, pues eso, que hay que ser obediente a tus instintos más animales. Y si mis instintos se conforman con muebles de Ikea y porque son así de tontos, desde luego yo no me voy a rebelar. Ya sabéis que yo soy un gran seguidor de los que piensan que en los instintos está la clave de casi todo, la clave, la llave o la tecla y por tanto, las decisiones instintivas son la esencia de las buenas decisiones.
Y como esto lo había dejado a medias y no seguí escribiendo, pues resulta que hoy es Miércoles y son las 2 de la tarde y ya hice de todo: ya volé por los aires insulares (hoy estoy de guardia localizada de avión), ya fui a la carnicería, también fui a hacer la gran compra quinquenal y todo y todo, lo hice yo solito. Bueno, me falta montar los muebles de Ikea, pues he decidido montarme una habitación nueva y aunque sea de Ikea, me hace mucha ilusión. Esa ilusión que durará hasta que monté el primer mueble y me de cuenta que me faltan o me sobran piezas y algunos tornillos.
Pero bueno, cuando uno siente que la llamada de la selva te dice: tío tienes que cambiar tus circunstancias y coger nuevos aires, pues eso, que hay que ser obediente a tus instintos más animales. Y si mis instintos se conforman con muebles de Ikea y porque son así de tontos, desde luego yo no me voy a rebelar. Ya sabéis que yo soy un gran seguidor de los que piensan que en los instintos está la clave de casi todo, la clave, la llave o la tecla y por tanto, las decisiones instintivas son la esencia de las buenas decisiones.