SOY LAS DOS CARAS DE LA LUNA



 Soy las dos caras de la luna,

soy brillante por mi cara más sentida,

y soy mezquino por mi cara más oculta

soy raro y extraño,

soy simpático si me da la gana,

soy huraño y desconfiado cuando te siento lejos 

y soy cercano si te tengo a mi lado,

a veces,

hasta soy una mofeta en una noche de verano,

y es que soy tantas cosas y todas tan distintas,

que a veces prefiero oír solamente...

lo que la luna me dice.

¿QUÉ ES LO QUE ME PASA A MÍ?




¿Qué es lo que me pasa a mí?

 que a los demás no les pasa,

¿qué es?.... ¿qué coño es?

acaso soy yo un ser tan extraordinariamente raro,

acaso soy tan diferente y extraño,

o son los demás los que andan sin pies y 

a veces comen sin manos.


Porque yo me veo la cara todos los días

y en el mismo espejo del mismo baño,

y os puedo asegurar 

que a mi no me han salido cuernos,

ni mis incisivos se han convertido en dientes de cocodrilo,

ni mi cara se ha elongado en forma de hocico,

yo no tengo la rabia,

ni rosmo, ni ladro,

ni siquiera babeo por las comisuras de mi boca.


Por tanto concluyo:

soy una persona normal

aunque no carezca de defectos,

pero estos vienen así de fábrica,

y al mismo tiempo os puedo asegurar

que no tengo fecha de caducidad,

y puede ser hoy,

que lo mismo puede ser mañana

o en el próximo año bisiesto.


Acaso será que yo soy el ser humano

y que los demás son falsas apariencias de su humanidad,

¿será eso?...

...no lo sé,

y entonces lo que puede pasar

 es que yo no me fío de nadie,

ni tan siquiera me fío de mi mismo,

y si me pasa eso

y en el espejo veo toda mi humanidad reflejada en mi rostro,

entonces me pregunto porque los demás

no pueden ser lobos con piel de cordero 

o al revés.


O hay alguien por ahí que ose decirme lo contrario,

¿hay alguien?...

porque yo no soy el espejo de nada ni de nadie,

ni espío a través de las cerraduras,

ni soy un confesor de vuestros peores pecados

soy simplemente un ser que tira, anda y respira

y que no quiere saber de vuestros pormenores y resquemores.


Yo lo único que sé de la raza humana,

es que a éste ritmo tan destructivo, 

nos queda poco,

tan poco, 

que apenas nos queda esperanza de vida,

que después de hoy quizá no haya mañana,

y que tras el día puede que nos espere la eternidad de la noche...


NECESITO UN INFORME DE TI






Necesito un informe de ti,

primero, 

que valore tus daños actuales,

segundo, 

que me describa como todo transcurrió,

tercero,

que desglose mi parte de responsabilidad,

y por fin,

que los dos firmemos un parte amistoso,

y que cada uno recoja sus velas

y evalúe sus propias daños estructurales,

y entonces y sin más,

llegaremos al punto final

y fin de tu informe policial.

EL VEINTISÉIS


A veces me gusto

y otras veces me asusto,

por mi mente pasa la gloria

y también, la más triste derrota,

a veces soy pudiente como el sol naciente,

en otras me visto de pena insumisa

y voy pidiendo caricias de incontrolable consuelo,

aunque también es verdad,

que a veces me atrinchero

y a esperar...toca...

son las  menos,

no me gusta esperar a nadie,

y menos me gusta

que los acontecimientos me den órdenes

y escriban y deletreen mis leyes,

yo asumo mi caos como parte de mi orden,

mi universo tiene una parte caótica

y otra parte que ha nacido por parto natural,

y así...

después del uno...vendrá el doce,

y después el tres y el catorce

y por fin, el veintiséis...

VIDA (Keith Richards)

 



Terminabas descubriendo algo sorprendente sobre América –era civilizada en los bordes, pero si te alejabas ochenta kilómetros de cualquier ciudad importante, ya fuera Nueva York, Chicago, Los Ángeles o Washington, era realmente otro mundo–. En Nebraska y lugares como esos nos acostumbramos a que nos dijeran cosas del tipo “hola, chicas”. Pero los ignorábamos. Al mismo tiempo, la gente que nos decía esas cosas se sentía amenazada por nuestra presencia, porque sus mujeres nos veían y pensaban “¡qué interesante!”. No éramos lo que tenían en su casa todos los putos días, no nos parecíamos en nada al típico redneck tragacervezas. Todo lo que nos decían los tipos era ofensivo, pero en el fondo estaban a la defensiva. Cuando entrábamos en un bar lo único que queríamos era pedir unas tortitas o una taza de café y unos huevos con jamón, pero teníamos que estar preparados para alguna que otra provocación. No nos metíamos con nadie, lo único que hacíamos era música, pero nos dimos cuenta de que en realidad habíamos atravesado unos cuantos dilemas y conflictos sociales.

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Las únicas hostilidades con base consistente que recuerdo vinieron de los blancos. Los hermanos negros y los músicos creían que éramos interesantes y extravagantes. Podíamos hablar. Era mucho más difícil conectar con los blancos porque tenías la impresión de que te veían como una amenaza. Y eso que lo único que habías hecho era preguntar:
-¿Podría usar el cuarto de baño?
-¿Eres un chico o una chica?
¿Qué ibas a hacer? ¿Mostrarles la verga?

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Empecé a tocar los acordes con afinación abierta: territorio desconocido. Se cambia una cuerda y de repente aparece todo un mundo nuevo al alcance de tus dedos. Todo lo que creías saber se había ido al carajo. A nadie se le ocurría tocar acordes menores en una afinación abierta mayor porque te obligaba a hacer algunos moños. No te queda otra que repensarlo todo desde el principio, como si tuvieras el piano afinado al revés y las notas blancas fueran las negras y viceversa.

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Pero seguramente existan un millón de razones diferentes para consumirla [la heroína]. Creo que quizá tiene que ver con subirse a un escenario. Los niveles de adrenalina y de energía son tan altos que requieren, siempre y cuando lo encuentres, un antídoto. Y yo veía la heroína como una parte de toda la historia. ¿Por qué hacerte algo así? Particularmente, nunca me gustó ser famoso. Y cuando estaba bajo el efecto de las drogas me resultaba más fácil enfrentarme a la gente. Para eso también me hubiera servido el alcohol. Esa no es toda la respuesta. También sentía que lo hacía para no ser una “estrella pop”. Lo que no me gustaba de lo que estaba haciendo era el bla bla bla. Me costaba mucho lidiar con eso y si había consumido no me resultaba tan difícil.

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No puedo desenredar los hilos del personaje que escribieron sobre mí. Interpreté el papel. Me refiero al anillo de la calavera, el kohl en los ojos y demás. ¿Es mitad y mitad? Tu personaje público, tu imagen, es esa bola que los presos tienen atada al tobillo con una cadena. La gente cree que sigo siendo un puto yonqui. ¡Dejé las drogas hace treinta años! Es una sombra demasiado larga. Sigue viéndose cuando se puso el sol. Me parece que en parte se debe a que la presión para que seas ese personaje es tan grande que uno termina convirtiéndose justamente en él. Tal vez. Por lo menos mientras puedas soportarlo. Es imposible no terminar siendo una parodia de eso que creías ser.

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Este concepto de separar es la antítesis del rock and roll, que consiste en un grupo de tipos metidos en una habitación tratando de capturar un sonido juntos. Esa mitología de mierda sobre el estéreo, el high tech y el dolby es lo contrario a la esencia de la música.

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No pensamos con mucha claridad cuando está muriéndose nuestra madre.


[Libros Cúpula. Traducción de Helena Álvarez de la Miyar. Revisión y correcciones de esta nueva edición al cuidado de Nicolás Miguelez]

ESCRIBIR

 


Escribir es describir,

es poner un dedo señalando el todo o la nada,

es alzar el vuelo y olvidarte del miedo,

es atrapar moscas dentro de un estercolero,

es pensar adiós y cuando te dicen hasta luego,

escribir es malvivir,

es ser huérfano y hechicero,

es ser pirata dentro de una lata,

es andar a hurtadillas y abriendo mentiras,

es dilatar agujeros inexplicables,

y es decir te quiero

y además...decirlo de nuevo.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...