
Yo no soy sólido
simplemente lo parezco,
me gusta aparentar fortaleza
y nada de lo que me digan... me podrá afectar,
me gusta la dureza de la roca consolidada
y me encanta la textura del titanio
y el estremecedor frío de una navaja... ilumina mis canas,
y ¿que le puedo hacer?
si yo nací entre otros como yo,
sólidos pero blandos,
guerreros pero con la bandera blanca,
valientes de palabra y cobardes de hechos,
aguerridos caballeros en un descampado en medio de la nada
o en medio de cien edificios descontrolados en medio de una ciudad
y que nadie debió construir...
pues yo me veo ahí...
y en el medio del vacío de mi infancia
tengo una piedra en una mano
y en la otra tengo la pluma que aún conservo
y mientras rompo un cristal de un escaparate
escribo con mi pluma mágica:
yo he estado aquí y casi no me arrepiento de nada...
y de lo poco que me arrepiento
hace mucho tiempo que ya tiré de la cisterna.