Hoy todo es quietud y calma,
de fondo se oye el sonido de una radio,
o de la televisión del vecino,
o es mi cabeza la que me habla,
porque yo oigo voces,
voces que me hablan sin decirme nada,
son susurros inaudibles,
o son las muestras de mi descontrol mental.
Oigo y agudizo más el oído,
y escucho:
de fondo se oye el sonido de una radio,
o de la televisión del vecino,
o es mi cabeza la que me habla,
porque yo oigo voces,
voces que me hablan sin decirme nada,
son susurros inaudibles,
o son las muestras de mi descontrol mental.
Oigo y agudizo más el oído,
y escucho:
me encantaría...y perdona, pero así son las cosas...,
y de nuevo el susurro del zumbido,
y el ruido de una moto y un coche,
y un avión que vuela alto,
y las campanas que anuncian las 15,30,
y de nuevo, vuelven las voces y los susurros,
y dicen: ¿Y ahora qué?...
¿y ahora qué, de qué?, me pregunto,
y ahora sólo sé que escribo,
y respiro de alivio,
pues por fin,
y de nuevo el susurro del zumbido,
y el ruido de una moto y un coche,
y un avión que vuela alto,
y las campanas que anuncian las 15,30,
y de nuevo, vuelven las voces y los susurros,
y dicen: ¿Y ahora qué?...
¿y ahora qué, de qué?, me pregunto,
y ahora sólo sé que escribo,
y respiro de alivio,
pues por fin,
las voces se han ido.