Hoy cumplo 61 años y bueno...sigo caminando hacia la vejez, pero hacia mi vejez, hacia la mía y solo mía y que nadie se venga a sumar a mi fiesta y con el consabido: "yo sé lo que es tener más de 60 años". Pues ¿que le puedo decir?, por ejemplo, que se guarde su sapiencia para el mismo o para sus hijos o para sus nietos, porque no nos equivoquemos de discurso y es que no tengo nada que ver con muchos de los que dicen que saben lo que es la vejez y digo con muchos, que no con todos. Mirar: ¡yo a mi puta bola!. ¿Es que qué?, ¿qué me van a decir o a contar?, ¿que ahora duelen y mucho las articulaciones?, ¿que ya no tienes aquella seguridad al dar tus pasos?, ¿qué te piensas las cosas dos veces antes de tener que subir unas escaleras?.
Y claro, el mundo y tu vida se te hacen horizontales y las metas ya no están en las alturas o bajo tierra, están, como decirlo, en el rellano de la escalera. Porque vamos a ver, yo hablo de las alturas y se me olvida hablar de las bajuras, porque agacharse a éstas alturas de la vida, sí que es una tortura china y por eso insisto en la horizontalidad de las metas, en el ni arriba ni abajo. Bueno, aún no empezado a encorvarme y a encogerme, pero creo que esa será la siguiente etapa. Pero ¿como estoy de coco?, pues estoy mucho mejor que de cuerpo, quizá un poquito menos alucinado que estos 5 últimos años, quizá más cauto, quizá más tranquilo.
Bueno, en general yo me encuentro bien: muy bien de coco y algo peor de físico, pero la suma es positiva. Vamos, que volvería a vivir perfectamente estos 5 o 6 últimos años y estoy seguro que disfrutaría igualmente de todos sus ingredientes. Aunque si pudiera pedir un deseo, pediría que la vida me tratara mejor físicamente...y bueno y puede que también, le pediría, que me tratara más amorosamente, con más delicadeza y con más mimo (como se nota que acabo de salir de guardia de 24 horas y que casi no he dormido.)
Y claro, el mundo y tu vida se te hacen horizontales y las metas ya no están en las alturas o bajo tierra, están, como decirlo, en el rellano de la escalera. Porque vamos a ver, yo hablo de las alturas y se me olvida hablar de las bajuras, porque agacharse a éstas alturas de la vida, sí que es una tortura china y por eso insisto en la horizontalidad de las metas, en el ni arriba ni abajo. Bueno, aún no empezado a encorvarme y a encogerme, pero creo que esa será la siguiente etapa. Pero ¿como estoy de coco?, pues estoy mucho mejor que de cuerpo, quizá un poquito menos alucinado que estos 5 últimos años, quizá más cauto, quizá más tranquilo.
Bueno, en general yo me encuentro bien: muy bien de coco y algo peor de físico, pero la suma es positiva. Vamos, que volvería a vivir perfectamente estos 5 o 6 últimos años y estoy seguro que disfrutaría igualmente de todos sus ingredientes. Aunque si pudiera pedir un deseo, pediría que la vida me tratara mejor físicamente...y bueno y puede que también, le pediría, que me tratara más amorosamente, con más delicadeza y con más mimo (como se nota que acabo de salir de guardia de 24 horas y que casi no he dormido.)