
Suenan las campanas de la Iglesia, todo el día suenan las campanas de la puta Iglesia (con perdón) y por eso no puedo quejarme, porque por un lado me desquiciaría con tanta protesta y por el otro porque con la Iglesia hemos topado y la Iglesia es como un inmenso molino de viento y yo soy un minúsculo y asqueroso gusano. Además, en ésta pequeña Isla cuecen habas católicas y por eso el poder eclesástico es inmenso y es como dios y por eso mismo, está en todas partes. Ellos ven algo que no les gusta o sienten que algo les molesta y aparte de ponerte a parir dentro de sus múltiples Templos y oráculos, activan su mano más negra de los medios de comunicación y eso supone salir en la tele y a la hora punta y eso también supone salir en la Radio (pues, lógicamente tienen una) y además, tocan la otra y por supuesto, extienden sus tentáculos en la mierda del periódico local y porque también tienen su parte del pastel.
O sea y vayamos a lo práctico: tendremos que escuchar campanas por los santos cojones eclesásticos y porque así lo ordena el mandamás de la Iglesia, que en éste caso, es un Obispo todo avispado. Además, en mi Pueblo el alcalde es Pepero (del PP, del mismo partido que es el Mariano Rajoy y todo su coro de chorizos). Mi alcalde es Pepero, también es Bombero a tiempo parcial y además, vende sus penas, a saber: es divorciado y tiene cara de pena y muchas gente (que no todos) da por supuesto que se siente muy sólo y me supongo cual será su otro pensamiento (éste es oculto): su ex mujer debe ser una arpía sin escrúpulos y una muy mala mujer con muchos vicios, porque mira como lo ha dejado. Pobrecito mi Alcalde, pero yo lo digo por otro motivo y ese es tener a todos esos crápulas (concejales de su partido) que lo rodean todo el día (menos cuando ejerce de Bombero y me supongo, que cuando duerme).
Parecen el equipo A y cuando van a tomarse un café en "mi bar" de la esquina (al que siempre voy a desayunar), parece una reunión de la mafia en todo su apoteosis y en todo su apogeo... y es que cuando se juntan se enaltecen y por eso miran a los demás (que somos el puto resto) con Pupilas de fuego y con gesto de absoluta superioridad. Piensan y se les lee en la frente: somos los más importantes del Pueblo, somos los putos amos y todos tendréis que pasar por el aro y de ahí a sentirse imprescindibles sólo hay un pequeño paso, un mínimo e ínfimo paso y que ellos interpretan que ya está dado y por tanto, no te pases ni un pelo o te apuntaremos en la LISTA NEGRA que mirar por donde y ¡qué casualidad! es la misma que tiene la Santa Madre Iglesia. Por supuesto y no dudarlo, yo estoy en ella y estoy y estaré de primero.