Sin novedad a bordo y bueno y ya puestos a decir algo, pues señalar que hoy día 21 de Junio ha empezado el Verano, el Verano del calendario, porque el Verano de calor ya empezó hace más de un mes. Y hoy es uno de esos días amorfos, que ni fu ni fa, en que te da igual lo que te digan, que pasas, que todo te resbala, que no podrías decir a alguien que lo o que la quieres porque te quedarías a medias. Y todo empezó muy bien y amaneció un día precioso y nada despertarme hice mi llamada pertinente a mi curro: ¡Hola! soy fulanito y entro de Guardia de médico en el avión de Menorca. Estoy 24 horas seguidas o sea, estoy hasta las 8 horas de mañana...Pues tiene un traslado, que tiene que ser realizado a primera hora de hoy y bla, bla, blá. Y bueno, pues hice el traslado (qué otra cosa podía hacer) y fue un traslado de los suaves, es decir, traslado con paciente estable y sin más complicaciones, pero resulta que hasta ese traslado resultó demasiado ligth y cuadraba perfectamente con el día.
En días así, deberíamos plantearnos el cortarnos las venas o el abrirnos en canal y para que así pudiéramos apreciar el color de la sangre, que es rojo chillón o rojo escarlata o roja pasión, en definitiva, que es rojo vida y ese el mensaje, que es rojo vida y que si no hacemos algo por nuestra causa vital, ella nos despreciará y poco a poco nos iremos muriendo con el día. Y hay personas que tienen esa personalidad, que nacieron apagadas, tristes y penosas y siempre me supuse que habían nacido en un día como éste, es decir, que se camuflan con el día y se visten de gris o de marrón empobrecido y desde las pies hasta la cabeza. Pero lo que más llama la atención son sus penosos gestos, gestos sin vida, sin ánimo o lo que es lo mismo, gestos ya nacidos muertos.
Y por eso yo digo que se equivocaron un huevo los que empezaron a hacer películas de zombis y pensando que era una puta innovación que jamás fue vista hasta ahora o hasta hace muy poco y como veis y eso trato de demostraros, éste tipo de zombis existen desde tiempos remotos, es más los vemos todos los días a nuestro alrededor. Y si no fijaros en cuanta mirada perdida, en cuantos ojos vacíos, en cuanto gesto anodino, en cuantas palabras de paja...Al final, quedaros con el mensaje de la sangre y si os da un poco de grima cortaros las venas o no queréis ensuciar demasiado el suelo, pues a modo de consuelo os digo, que llega con un pequeño pìnchazo o una mínima incisión en un dedo y para que salga una puta gota de sangre y ¡zas! y ya tenemos ante nuestros ojos el rojo pasional o vital de la sangre.
En días así, deberíamos plantearnos el cortarnos las venas o el abrirnos en canal y para que así pudiéramos apreciar el color de la sangre, que es rojo chillón o rojo escarlata o roja pasión, en definitiva, que es rojo vida y ese el mensaje, que es rojo vida y que si no hacemos algo por nuestra causa vital, ella nos despreciará y poco a poco nos iremos muriendo con el día. Y hay personas que tienen esa personalidad, que nacieron apagadas, tristes y penosas y siempre me supuse que habían nacido en un día como éste, es decir, que se camuflan con el día y se visten de gris o de marrón empobrecido y desde las pies hasta la cabeza. Pero lo que más llama la atención son sus penosos gestos, gestos sin vida, sin ánimo o lo que es lo mismo, gestos ya nacidos muertos.
Y por eso yo digo que se equivocaron un huevo los que empezaron a hacer películas de zombis y pensando que era una puta innovación que jamás fue vista hasta ahora o hasta hace muy poco y como veis y eso trato de demostraros, éste tipo de zombis existen desde tiempos remotos, es más los vemos todos los días a nuestro alrededor. Y si no fijaros en cuanta mirada perdida, en cuantos ojos vacíos, en cuanto gesto anodino, en cuantas palabras de paja...Al final, quedaros con el mensaje de la sangre y si os da un poco de grima cortaros las venas o no queréis ensuciar demasiado el suelo, pues a modo de consuelo os digo, que llega con un pequeño pìnchazo o una mínima incisión en un dedo y para que salga una puta gota de sangre y ¡zas! y ya tenemos ante nuestros ojos el rojo pasional o vital de la sangre.