Que los que sacaron todo de sitio


 Que los que sacaron todo de sitio

por lo menos que paguen los desperfectos

y el daño ocasionado por su onda expansiva de maldad.

Yo pienso que soy un hombre tranquilo

que voy a mi paso

y a cada paso que doy, sé que es un minuto menos,

pero tampoco me obsesiono con ello

y porque sino viviría en un sin vivir continuo

y el ansia sería el motor de mi propia historia

y las bajadas de ánimo serían mis fantasmas

de andar por casa.

Ahora presido una asociación sin ánimo de lucro,

yo la presido, yo la mantego

y es de suponer que me elijo a mi mismo

y todo para seguir siendo yo mismo.

No es tan fácil ser uno mismo, 

tienes que profundizar en tu propia historia

comerte todos tus marrones anteriores

analizar y descalificar a todos esos que fueron tus falsos amigos

y que ahora mismo ocupan el mismo espacio de un renacuajo

y que ya es bastante

y porque unas cuantas líneas que hablan sobre ellos

no ocupan ni el grosor de una página

y los que se fueron, no volverán

y allá ellos con sus historias que ensalzaban la amistad 

por encima de todo y hasta por encima del bien y del mal

y porque será otro el que les creerá

y dejemos de decir gilipolleces y vayamos al puto grano

y en la amistad hay amigos o no los hay

y eso nos lleva

a que hay millones de situaciones en las que nos debíamos de poner

y entonces ese tierno amigo que era

tendría que haberse puesto en mi sitio

y por supuesto, yo en el de él

y a lo mejor uno comprendería mejor al otro

y hasta puede que hiciéramos causa común

pero claro, eso quién lo va a saber. 

Yo de vez en cuando

apunto cosas sueltas en mi libreta de andar por la vida

y a veces son como estas que digo a continuación,

cosas sueltas que no tienen apariencia de querer decir algo,

pero si las juntas todas

puedo observar que el dolor de haber perdido un amigo

no sé puede disimular

y su dolor persiste y aunque hayan pasado miles de años luz.

Y el que diga lo contrario

es que se está engañando

y engañarse a uno mismo

es como tirar piedras sobre su propio tejado.


















Y no me hagas perder el tiempo


 Y no me hagas perder el tiempo

me digo a veces

y porque el tiempo es sagrado

y la pérdida de tiempo no tiene justificación ninguna. 

Todos somos pequeñas partículas de tiempo

y a cada paso que damos

somos otro minuto u otra hora

y no es lo mismo lo que éramos

que lo que somos

y porque por encima de nosotros 

ha pasado la máquina del tiempo

y como una apisonadora que aplastó sin compasión nuestra pasado

y que está dispuesta a aplastar nuestro futuro

pero nosotros somos seres que tenemos nuestras propias ideas

y no somos máquinas del tiempo perfectamente sincronizadas

y menos mal que hay algunos que defendemos esas ideas y como mejor podemos

y a base de esfuerzo y constancia

y día día y minuto a minuto

y por eso podemos llegar a equilibrar la balanza

y en esa búsqueda del equilibrio constante

estamos metidos hasta el cuello

y lo que era antes

también lo puede ser ahora

y en esa fracción de tiempo que ha pasado entre una cosa y la otra

es por donde podemos colarnos 

y hacer que nuestra memoria triunfe

y que el futuro que nos espera tenga los mismos ingredientes.
















Estamos dando muchos pasos hacia atrás


 Lo mío no es escupir contra viento y marea

o bajo las luces de un hermoso plenilunio.

Lo mío es más de andar por casa

es ponerse una camiseta holgada

y para que el aire penetre

es ponerse de pie ante el que insulta

y ante el que se pone agresivo ante el que quiere erradicar el odio

e insulta un poco más y para cerrar su círculo agresivo

te agrede verbalmente y físicamente

y cuando entra en esa rueda

no sabe como salir de ella.

Son esos pequeños patriotas

que cantan el cara al sol

mientras alzan su brazo y como saludo fascista

y entonces cierran filas

pero lo hacen en torno a su odio

y a su rabia incontinente

y tienen sus ojos inyectados de sangre

y por su boca les salen palabras soeces

que van dirigidas a los más explotados

a los que trabajan de sol a sol

y a un euro la cesta de fruta

y ni asegurados, ni derechos laborales

para ellos, son escoria que ha venido de África

y a esa escoria hay que pararles los pies

y devolverla de donde han venido.

Y todo esto lo están haciendo delante de nuestras narices

y eran otros tiempos cuando actuaban estos perros de presa

y lo eran porque ya estaríamos todos en la calle

y maldiciendo a todo esta panda de nazis.

Estamos dando muchos pasos hacia atrás

y no sé cuando daremos uno hacia delante.















Yo creo en lo que me digo y siento


Yo creo en lo que me digo y siento

y siento que las tardes de verano son largas

pero son estrechas de miras

y porque sobre ellas, domina el sol

y hay que buscar refugio bajo una amable sombra

y una vez conseguido este objectivo

podremos hablar de otras cosas.

Pero nunca antes

y es que el sol lo domina todo

y aparte de una tarde verano

domina las mañanas

y porque el sol preside su desfile matinal

y todo tiene que girar alrededor del sol

y hasta yo y aunque yo no quiera,

pero tengo que reconocer que es una franquicia 

que de momento no cobra tributo

aunque ya hay algunos avispados

que hablan del impuesto al sol

y tal como hicieron con el agua potable

y como harán cuando al tierra deje de dar vueltas sobre su eje

y por cada vuelta que dé crecerá esa cifra de inicio

 y como harán con la luna

y cada haz de luna tendrá su valor en el mercado bursátil

y como harán con el aire que respiramos

y cada inspiración costará una pasta

y el aire que exhalamos

tendrá que ser otro impuesto aparte.













EL MAR Y LA LLUVIA


 Deja que mis poros se empapen de agua

de agua de lluvia

de agua de la acequia

de agua que ha caído tras la tormenta

o de agua donde ha nacido un río

y que desemboca suavemente en el mar que nos amamanta.

Deja que lloré a escondidas

mis lágrimas son de agua y sal

y no me pidas que deje de llorar

y porque la sal es otra capa de mi piel

y el agua de mar forma parte de mis sueños

y todo en su conjunto

es lo que soy ahora

un ser que vive solo en su mundo

y en su mundo el mar y la lluvia

son dos agujeros negros por donde se cuela el mar y la lluvia.





















una duda


Uno pide descanso y calma
y a cambio ¿que me han dado?
una calma intranquila
un descanso inconexo
y demasiado imperfecto
y una duda que me persigue a todas horas
y todos los días
una duda que vive dentro de mí
que de vez en cuando
me declara la guerra
y que de vivir en paz no sabe nada.
Me dirán que es mi duda
que si yo la crié será mi problema
 que la hubiera educado como se debe
y no dentro de ese mundo imperfecto
donde esa duda es la reina de todas mis dudas.
Yo tengo una duda que me pertenece
que si la toco se hace más grande
y si le hablo al oído
ella misma me dice
que tiene derecho a ser duda
y que si no la quieres
hay otros seres que le darán cobijo
pero como decirle a mi duda
que vale, que estoy de acuerdo con ella,
que le dejo un sitio y un lugar donde me habite
pero que se adapte a mi proceso de paz y sosiego.




















HAY COSAS Y COSAS

 

Hay cosas que son demasiado tontas para ser contadas, pero dado que yo soy un tonto y desde los pies a la cabeza, pues voy a contar algunas de ellas. Por ejemplo un logro que es mas tonto que yo, es que he conseguido que a través de los años que casi nadie me llame por mi verdadero nombre y me llaman Bruno y no me llaman Javier que es mi nombre auténtico y de pura cepa, el que me pusieron mis padres y cuando me bautizaron en no sé que iglesia. En realidad mi verdadero nombre es Francisco Javier pero de Francisco Javier pasé a que me llamaran Javier a secas. Y un día y estando en mi Santiago del alma, mi aquél viejo amigo que ahora ya no es mi amigo y porque los amigos también se te van cayendo por el camino, pues el tío acababa de ver una peli con otro amigo que ahora mismo ni sé por donde anda, donde el protagonista se llamaba Bruno y los dos concluyeron que yo me parecía mucho a él y ahí se quedó la cosa. Al principio me dio mucha rabia y porque ¿quiénes eran ellos para cambiar mi nombre original?, pero poco a poco, me fue sonando mejor y porque me parecía más sonoro y porque para gustos están los colores. Y para cerrar ese círculo del todo, más adelante y como nos movíamos dentro de la clandestinidad, teníamos que ponernos "nombres de guerra" o sea nombres falsos y para que la pasma franquista no nos identificara quién realmente era cada uno de nosotros y yo escogí el nombre de Bruno y porque al fin y al cabo, me había identificado más con ese nombre que con el nombre de Javier (que en este caso en concreto, sí que no lo podía usar). Y así es como nació ese nombre y en honor a mi época de clandestinidad y a que me gustaba más el nombre de Bruno, pasé a decir sin más, que me llamaba Bruno.

Claro que por el camino me encontré con varias excepciones y una de ellas, era que en el trabajo tenía que decir que me llamaba Javier y porque era mi nombre legal y cuando tenía que firmar informes, recetas, muchas veces a lo largo del día, siempre hubo alguno que se daba cuenta que mi verdadero nombre legal, no era Bruno y era Javier. Y entonces siempre había alguno que se ponía pesado con mi puto nombre y porque me hacía llamar Bruno si mi nombre oficial era Javier. Y de aquellas no escribía tanto como ahora hago y porque si no les hubiera imprimido una respuesta digamos que universal y que fuera válida para todos esos curiosos morbosos. Por tanto tenía que explicar uno por uno, el porque me hacía llamar Bruno. Y claro, hasta que llegó un momento en que me cansé de dar tantas explicaciones a quién realmente le importaba un pito y entonces decidí, seguir llamándome Bruno para los verdaderos amigos y familiares más cercanos y Javier para el resto de la plebe. Y es que además, en todas esas explicaciones daba datos de mi pasado que a mi gustaba recordar, pero que a otros les parecía un tema muy raro. Y así ¿que te movías en la clandestinidad? y ¿en que partido militaste? y ¿te detuvieron muchas o pocas veces? y ¿porque lo dejaste?. Y a tí todo esto ¿que te importa?...pensaba yo para mis adentros. Y al final el que lo pagaba era yo y todo por un puto nombre. Pero como en el trabajo la gente se aburre y de tal manera, que te hunden a hacerte preguntas que en realidad, les importa una mierda tu nombre o que le cuentes algo de tu pasado. Yo siempre pensaba que si a mí me importaba una mierda el pasado de esas personas, pues que a ellos les pasaría exactamente lo mismo.

Además concluyo, mi pasado es mío y no es nadie más y me gusta compartirlo con quién quiero y con quién me da la real gana de hacerlo. Por tanto un día concluí que estaba cansado de dar explicaciones a personas a las no me unía un lazo afectivo y desde ese día, me llame Bruno para los más cercanos y Javier para mis compañeros de trabajo y para todo lo legal en que los papeles tenían que llevar mi nombre original.

















Y a mí cuando me vendieron la moto...


 Y a mí cuando me vendieron la moto de que la vida iba ser así y así de cojonuda, pues ¿para que negarlo?, me lo creí a pies juntillas y desde aquellas he puesto toda mi ilusión en que se cumpliera este asunto. Hasta hace muy poco me di cuenta de que me habían vendido la moto y porque la moto no eran tan moto y más bien era una bicicleta que andaba con sus pedales y que hubo que pedalear mucho para poder subir ciertas cuestas y todo eso, con todo mi esfuerzo y con todas mis ganas. La vida vale lo que vale y hubo momentos estelares y hubo otros, que fueron más que deprimentes y en que no me suicidé, porque en teoría yo apoyo el derecho a suicidarse, pero en mi práctica diaria y enfocado hacia mi propia persona, no lo apoyo en absoluto. Reconozco ese derecho, pero en mi caso y hasta en mis peores momentos en esta vida que nos ha tocado vivir, nunca me pasó por mi cabeza, el hecho de suicidarme. Aunque es verdad que hubo veces que me puse demasiado melodramático por el simple hecho de darme y dar pena, casi llegué a rozar esa idea. Pero eran más bien fuegos de artificio y para que alguien viera mi decorado penoso y lastimero y para que al final, se compadeciera de un pobre ser humano que lloraba y balbuceaba como si fuera un niño recién nacido. Pero bueno, esos fueron momentos muy concretos y muy delimitados en el tiempo y ahí se quedaron grabados a fuego lento dentro de mi pobre memoria. La verdad es que me da bochorno recordar este tipo de cosas y al mismo tiempo, ese recuerdo en concreto, aumenta mi fuerza para enfrentarme de nuevo a situaciones de este tipo. No sé quién decía que de las derrotas se aprende más que de las victorias y tenía mucha razón y porque lo duro y doloroso, te hace ser más valiente.

Pero claro, si hablamos de futuro no estaría mal ser más cautelosos y precavidos. Y puestos a decir frasecitas, ahora va esta..."que de este agua nunca beberé". Pues yo digo que la beberás, que la acabarás bebiendo sí o sí y porque en verdad ¿qué será de nosotros mañana, pasado o el año que viene?. A lo mejor nos convertimos en lo que ahora odiamos, aunque si me aplico este cuento a mi mismo, lo dudo y lo dudo mucho. Yo no puedo convertir en lo que ahora odio y hacerme el machito de un gallinero o usar la violencia para imponer mis ideas o explotar a alguien y pagarle una mierda y bajo la amenaza de que puedo expulsarle "de mi país". O convertirme en un ser racista y deleznable que va dando de hostias al que no esté de acuerdo con él. Yo por ahí no paso y porque si realmente pasara al final de todo, sería uno más de esa masa indecente y deshumanizada. No se puede pasar de tus principios y ponerte de perfil ante situaciones llenas de rabia y de odio. Yo intenté pasar de mi ideología durante un tiempo y porque consideraba que había sido traicionado, no sé por quién, pero el caso (mi caso) se basaba en eso, en sentir la traición de mis camaradas de lucha. Y como si ellos no estuvieran en el mismo caso que yo y porque todos estábamos igualmente perdidos en medio de aquella selva llamada, sociedad. Pues tardé un tiempo en comprenderlo bien y pasados unos años en mi pequeña existencia, me dí cuenta que yo tenía que ser el autor de mi propia ideología y poner unos principios por delante de mi llamado "pasotismo" y que esos principios se podían parecer a los que anteriormente tenía, pero que ya no serían iguales del todo. Derribé muros y abrí de nuevo mi mente y mi alma a todo lo que fuera solidario y que no fuera agresivo con la vida y con los seres humanos. Aunque todo hay decirlo, nunca había dejado de serlo del todo y porque siempre existió ese poso y ese sedimento en el fondo de mi alma.














A veces parece que me adelanto a los hechos

 

A veces parece que me adelanto a los hechos

o eso creo o eso quiero pensar

y entonces cuando algunas cosas ocurren

yo digo para mis adentros

esto ya lo sabía de antes

y entonces es cuando me pregunto

¿fue una visión premonitoria la que tuve

o soy un portento como persona?

o ¿fue una de esas casualidades que ocurren de vez en cuando?.

Desde luego poderes extras y ocultos, no tengo

tengo los poderes que nos han sido otorgados como seres humanos

y no hay magia en este asunto

y no hay mundos paralelos ni hostias benditas

hay lo que uno tiene de nacimiento

y si con el paso del tiempo

uno es capaz de desarrollar ciertos aspectos

y a la vez, es capaz de olvidarse de algunos otros,

entonces puede que estemos hablando de magia

y de que tienes ciertos poderes para realizar ciertas cosas

aunque para ello y previamente

 tendrías que haber escogido

con cuales te has quedado y cuales has eliminado

y porque con todo no se puede,

somos humanos y por tanto,

somos seres limitados

y nuestra diferencia se basa

en que el que tiene lo uno no tiene lo otro

y al revés también vale.














ELLA Y ÉL


Ella,
con ojos de perdida entre la niebla de la mañana,
Él,
mirándola fijamente y como sino pudiera entender nada,
los dos, en el silencio más escrupuloso y absoluto,
y sobre la mesa, un cenicero lleno de colillas
y dos tazas de café humeantes.
Él fumando un cigarrillo compulsivamente,
Ella loca por fumar un paquete entero,
la mano de él se había apartado de la de ella,
y ahora tocaba el tambor con los dedos,
y al ritmo que marcaban sus nervios rotos
por esa crisis sobrevenida,
mientras tanto ella, se alisaba el cabello,
y un silencio, un tenso y largo silencio
se interpuso entre ellos.
Y de fondo gritos de niños y de padres riéndose,
de la plaza se acercaban pasos sin rostro,
y voces y susurros entremezclados bajo la intensa lluvia
y entre ellos, el silencio seguía persistiendo,
los dos cruzaron la mirada por un instante,
y ni un esbozo de sonrisa,
ni nada que indicara, tregua,
Ella, carraspeaba de forma tensa y nerviosa,
Él, se revolvía incómodo en la silla,
Por fin...
los dos se encontraron,
mantuvieron la mirada del uno en el otro
se notó un desafío sin espadas en alto,
un reto de altos vuelos o de bajos fondos,
ninguno de los dos pestañeaba,
y buscaban un punto débil en el frente del enemigo,
o algo que indicara una duda en el otro.
Así pasaron los minutos,
o quizá habían pasado, horas,
pues el tiempo ahí es imposible de ser medido
y los dos fueron acercando sus manos,
y poco a poco se tocaron los dedos,
y cuando el silencio fue roto al paso de un coche,
él puso su mano sobre la de ella,
y por fin,
se percibió un atisbo de cariño,
una pequeña luz que estaba creciendo en medio de aquél bosque,
y sus ojos se fueron tiñendo de lágrimas,
y con un beso tierno y sincero,
sellaron la paz
pero persistieron en seguir en el más absoluto de los silencios.


















SE ABRE LA VEDA

 Sí señores, se abre la veda, pero no para cazar pobres animalitos indefensos y tal y como les gusta a nuestros insaciables cazadores y a nuestro Rey (el que era Rey y ahora es Rey emérito), sino para cazar políticos chorizos y capullos que se camuflan de gente buena y honesta. El otro día vi una película deleznable, que era la que querían ver mis hijos y a mi me como buen padre que soy, me tocó chuparla y enterita. Bueno, pues resulta que en EEUU año de 2020 o sea que queda poco (este escrito lleva fecha del 2.013), se vivía tranquilamente, sin violencia de ningún tipo, sin robos, ni asesinatos, ni matanzas de Texas, ni violaciones en masa, ni suicidios colectivos, ni nada de nada o sea violencia igual a cero patatero. Pero tenía su cosa el asunto y éste era, que un día al año se abría la veda y creo que era el día 4 de Julio (para más inri y día de la independencia yanqui). Ese día dejaban despacharse al personal a su libre albedrío y ellos soltaban su agresividad más primaria, armándose hasta los dientes y saliendo posteriormente a la calle y dispuestos a liquidar a todo lo se meneaba. Claro que en esto también hay clases y lo más afectados por las matanzas eran los pobres, los indigentes y los negros y los inmigrantes, vamos, que sobre todo se liquidaban a casi todos los que sobaban en la puta calle y porque no les quedaba otra y porque así es la sociedad que todos ellos crearon.

Y bueno el resto de la peli ya os la podéis imaginar. La cosa iba sobre ese siniestro día y como salían a la calle esos pirados armados. Violencia a espuertas, como les gusta celebrar a algunos yanquis que abogan por las armas y por su consabido gusto por la sangre ajena. Pues yo planteo un día así en España y por ejemplo podía ser el 6 de octubre, el día de la hispanidad, para que los hispanos demostremos nuestra hombría latina e hispana y así recordemos, cuando arrasábamos indígenas en América y a los pocos que quedaban en pie, los cristianizábamos. Buff!! yo me pondría las botas y cogería dos cañones antiguos que hay en la plaza del pueblo, de esos que hay que meter una bola de hierro dentro y los arrastraría con unos caballos tan llenos de rabia como la que yo, llevo encima. La idea que a mi me gusta mucho (mi idea ideal), es ir a la casa de todos los capullos que éste pueblo almacena y no sé...¡Y que no quede ninguno!. Se abriría la veda para cazar capullos y chorizos y de paso, llevarse por delante a algún político que los representa.


















YO ESCOGÍ ÉSTE OFICIO


Yo escogí este oficio,
digo...el de ser médico,
lo de escribir... vino después,
mucho después,
fue tanto después...
que no me acuerdo del tiempo transcurrido,
sé que han pasado décadas y puede que siglos,
y yo era joven cuando estudié medicina
y ahora soy un viejo escribiendo lo que puedo,
y digo lo que puedo,
y no digo lo que me dejan,
pues hace tiempo que he pasado de imposiciones y leyes sin sentido,
yo prefiero los intercambios de lenguas
y el descubrir las cuevas interiores de cada uno,
yo soy de calidez extrema
y me gusta arrebujarme como un niño recién nacido,
me gusta la calidez de lo humano
y esos dedos que recorren mi espina dorsal
y que al llegar al borde de mi culo se quedan extasiados y
paralizados
y como esperando a que yo les de permiso
y una vez dado,
les dejo que ellos prosigan su camino
hacia ese tesoro que llevo escondido.
Y me encanta retozarme al suave y tibio sol del invierno,
como un lagarto que busca calentar su cuerpo,
además de encaramarme a la roca más alta
y desde allí otear el horizonte,
me atraen las vistas lejanas y sin limitaciones,
como el rayo verde en una puesta de sol,
como tus ojos verdes en un día de sol,
como los míos,
cuando el otoño se aproxima
y así se ponen en modo otoñal.


















SE ME AGOLPA TODO

Se me agolpa todo,
y todo se me agolpa y se me apelmaza.
Se me agolpan las cosas que veo,
y las que toco y las que siento.
Se me agolpan los recuerdos,
y se me mezclan con los sueños.
Se me agolpa tu cara, tus pechos,
tu risa, tus labios,
y al mismo tiempo...
se me agolpan paisajes,
playas y ríos,
y viejas fotos
que de vez en cuando recupero de un rincón de mi memoria
y todo se mezcla
y todo se convierte en una bomba de relojería,
que al final...
acabará explotando de insoportable que se hace.
Se me agolpa lo que siento,
y es tanto que no me cabe dentro.
Se me agolpan los tres mares en los que he vivido
y se me agolpan en un manantial de aguas cristalinas,
y se me mezclan tus olores con los míos,
mientras mis oídos se llenan de zumbidos de cigarras
en aquellas tardes de verano.
Se me agolpan mis mentiras,
y se me clavan y me hacen daño.
Se me agolpa tu mirada,
y el primer beso que nos dimos en los labios,
se me agolpan tus caricias,
y como con ellas me envolvías
con la calidez de tus manos.
Se me agolpan tus orgasmos
en las tardes otoñales.
Se me agolpa el mar
y su cadencia del sentirse poderosa,
y el viento con su agudo silbido,
se me agolpan tantas cosas,
y todas tan distintas,
que temo y cada día lo temo más,
que mi cerebro reviente o estalle
en mil estrellas a la vez.


















Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...