AIRE (Poema)

Blanco o negro,
y negro y blanco,
y la noche se rompe en mil pedazos,
y aire y falta de aire,
y a las 4 de la madrugada,
todo salta por los aires.

Noches en blanco,
en blanco roto
o es negro sobre blanco,
y un grito rompe el silencio de la noche,
y el cuerpo se cubre de sudores,
y aire, y aire y hambre de aire.

Aire, aire y aire,
aire comprimido o aire contaminado,
pero aire que llene los pulmones,
y aire, que me falta,
y aire, que se atraganta,
y miedo, temblores y temores.

Aire que me faltas, aire,
aire deja de despertarme,
que si me muero nunca podré enterrarme,
y en la próxima noche,
llama antes a mi puerta,
pues yo te dejaré la angustia
y tu a cambio, me regalaras más
aire.


CARA DE MALO

Acabo de clicar el número de visitas y me salió el número 66.066. Y me sonó al número del diablo y de inmediato pensé, el diablo me está siguiendo y me visita todos los días. Claro que si me lee a fondo y superficialmente, deberá pensar que yo debo pertenecer a sus huestes, a las huestes del diablo. A mi no me importaría pertenecer a su ejército de almas negras y perdidas, es más le vendería mi alma, aunque es verdad, que ya se la vendí varias veces y no dio resultado. Supongo que de alguna manera yo rompí el pacto preestablecido, pues a a cambio de sus favores, que son muchos, yo tenía que ser más malo y pecaminoso de lo que realmente soy.

Y yo y no sé el porqué, tengo un punto bondadoso y baboso y al final, me ablando cuando me pongo a hacer maldades. Soy más malo de apariencia y de palabra y hasta de posturita, que malo y malo en conciencia. Ahora sí, toda mi vida perseguí el ser el más malo de todos y no sé porqué, pero siempre fue una señal  que me identificaba y que me identifica. Adoro lo malo y lo perverso y no adoro al demonio, porque si no creo en dios tampoco creo en el demonio. Pero si creyera le haría un altar a Belcebú y con toda la parafernalia satánica.

El problema que hay, es que no creo en nada y además no tengo cara de malo.Y esa es mi carencia más fuerte, el que tengo cara de panoli o de papahostias bondadoso y cariñoso y aunque me corte la cara en mil pedazos y me quede lleno de estrías y cicatrices espantosas, seguiré teniendo cara de bueno. Veis este sería un buen motivo para venderme al diablo, que me cambiara mi cara de ángel. De pequeño sufría a las viejas que me decían: "niño que guapo eres, si pareces un ángel" y yo tragando saliva. Más adelante y con la adolescencia, tenía que ponerme de primero para culpabilizarme y para que alguien se creyera que yo había destrozado algo.

Y en la Universidad tenía que hablar y participar más que nadie y para que los demás se dieran cuenta de que era un líder revolucionario o eso era lo que supongo que pretendía. Y no por ser más que los demás, sino porque yo me consideraba más revolucionario que ninguno.Y tenía que ser el primero de la gresca para darle de hostias a los fachas de turno y claro las llevé todas, pues los fachas también se defendían. Tampoco me valió para ir a pillar droga ilegal y meterme en un barrio jevi, pues en cuanto me veían, huían despavoridos. Tenía escrito en mi cara, !yo soy un pasma".

Y en el curre me valió al principio y cuando la inseguridad era lo que predominaba. Pero después siempre tuve que hacerme más duro de lo que realmente era, pues la gente me tomaba por el pito de un sereno. Pensaban que era un chollo y en toda regla, o sea un chollo bondadoso. Y quitarse ese halo de bondad bobalicona resulta más difícil de lo que se piensa y tenías que convertirte en un putilla y de vez en cuando  soltabas alguna pasada incongruente y para dejar cortado al personal de turno.

Ahora sigo sin cicatrices exteriores y mis cicatrices las llevo interiormente y me importa un carajo y un pito que me consideren bondadoso o un malo de película. Ahora soy como soy y el que me considera bueno o malo, pues es su problema, pero como se pase un centímetro del límite, que más da, simplemente le muerdo la yugular. Y para que después se diga que con el paso del tiempo nunca se cambia.

SECRETOS

Escuché de lejos: "todas las mujeres tenemos secretos" y yo pensé ¿y los hombres?. Yo a estas alturas voy a suponer que soy hombre, pues no sé muy bien lo que soy, pero bueno vamos a lo práctico y soy hombre. Pues como hombre tengo un montón de secretos y supongo que como tienen todas las personas y da lo mismo que sean hombres o mujeres. Sin tener secretos ¿qué seríamos? y sin ese halo de misterio que nos hace ser más atractivos, pues seríamos sosos y predecibles.

Porque ese halo de misterio nos hace ser diferentes y también impredecibles y por eso a veces reaccionamos de una manera distinta y hasta nos sorprendemos a nosotros mismos. Porque un secreto es inherente a nuestra condición humana y no hay nadie en la faz de la tierra que sepa comprender TODOS los secretos de otra persona. Algunos o muchos sí, pero todos no y es lógico, pues cada uno es cada uno y cada cual tiene sus propias vivencias y sabe situarlas en el tiempo y en el momento adecuado.

¿Y el juego de querer desvelar los secretos del otro?. Ese juego tan atractivo y tan versátil y ese juego de hacer preguntas y para ver si sacas algo. A veces sacas petróleo y en otras no sacas nada, pero es como todos los juegos, a veces se gana y en otras se pierde. ¡Joder! si yo supiera todo de la otra persona, ¿qué margen me quedaría?, pues ninguno y por tanto nada me sorprendería y todo lo que haga la otra persona sería perfectamente predecible. Y las sorpresas que te das a ti mismo, también desaparecerían. Porque es verdad que no todos los secretos que tu tienes, están desvelados y a lo largo de la vida vas descubriendo algunos nuevos y eso es simplemente ¡acojonante!.

Yo a mis secretos los guardo en una caja mágica. Una simple cajita, pero que para mi es mágica. De vez en cuando la abro y me sumerjo en alguno de mis secretos y me hago un viaje astral y sin grifa ni coca bendita, lo hago a pelo y sin caballo. Después la cierro con sumo cuidado y la guardo debajo de la almohada y así hasta la próxima. Y es mágica porque yo quiero que sea mágica y no porque en realidad lo sea, pues creo que los secretos se merecen que se les cuide con el máximo respeto y en el mejor sitio, pues sin secretos no seríamos nada o seríamos seres de plástico reciclado.

JULIO CORTÁZAR