LA DESESCALADA AVANZA



La desescalada avanza

y yo avanzo con ella,

quiero avanzar con ella

(es mi deseo más deseado)

aunque por lo que veo a mi alrededor,

el camino no va a ser sencillo,

hay demasiado payaso suelto

hay más descerebrados de lo que pensamos,

hay mucha mala hierba que crece a su libre albedrío,

y que al final, nos acabará jodiendo a todos,

después llamarán a la UME para que nos fumigue

 desde el rabo a la cabeza

y a la Ayuso para que nos explique lo del Covid 19

que a mi no me ha quedado muy claro,

ella sabe y yo no lo sé (pobre ignorante que soy)

que el significado del Covid 19 es....

tachan, tachan, tachán...

es Covi sin D

porque la D pertenece a D de Diciembre,

porque en China se presentó en Diciembre

y de ahí viene la D

o sea le llama "Covi" como si llamas al perro 

le lanzas un hueso

y el virus Covi te lo trae en la boca...

tanta sabiduría me hunde y hasta el fondo del pozo,

soy un puto ignorante

debería ser lanzado a las fieras del circo,

claro que sería para ponerse a pensar

como alguien con ese cerebro de mosquito

puede estar al frente de la comunidad de Madrid,

ni el Torrá le llega a la suela del zapato

y eso que éste también tiene un paseo con bozal

porque también muerde y ladra...

pero nunca tanto como su compañera de lucha

Clara Ponsatí

cuando decía aquella famosa e inhumana frase

"de Madrid al cielo"

y cuando en Madrid caían madrileños como moscas

al parecer las muertes ajenas 

le hacen gracia a éste pedazo de engendro

y más cuando es en casa del "enemigo" 

(Madrid de las Españas coloniales),

pues así vamos

y todo esto nos demuestra

que los mosquitos tienen un cerebro más grande 

pero mucho más grande que éste tipo de personas...

pero vayamos a lo nuestro

la desescalada seguirá su curso

y yo espero llegar a su meta...

y espero que vosotros, también.

(La esperanza es lo último que se pierde)


SEREMOS TÚ, YO Y LA LUNA

Las 7 de la tarde

y el tiempo...

¿que os podría contar sobre el paso del tiempo?,

¿algo nuevo?...pues no...

que pasa...que pasa y que seguirá pasando

que por mucho que yo me queje

el seguirá su implacable secuencia horaria,

yo miraré en mi reloj de arena

y contaré los granos que me quedan

me pondré detrás del último

y a la espera para caer por el embudo

ese que sirve de frontera entre la vida y la muerte,

caeré sobre una duna limpia y cálida,

duna cambiante y moldeada por el viento,

y yo seré un simple grano entre millones de granos,

seré uno más,

un codo con codo,

una mano sobre tu hombro,

la tuya se amoldará a mi cintura

y buscando mi culo,

los dos avanzando sin temor y miedo,

pero si tú dudas,

entonces yo también dudo,

tu das un paso seguro,

yo doy dos o tres o dieciséis

y juntos seremos mucho más que dos,

como mínimo

seremos tú, yo y la luna.

DOS POLOS





Por mi parte aclaro

de mí... que nadie se espera una nana 

ni que le cante el cumpleaños feliz,

de mi se pueden esperar otras cosas, 

por ejemplo se puede esperar:

una sonrisa cómplice e irónica,

un beso en la telaraña del cielo,

un grito de amor, dolor y odio,

una muestra de gratitud pero sin pasarse de la raya,

unas palabras cálidas 

y mejor a la luz de la Luna,

un entrañable secreto,

pero eso sí,

me jurarás que nunca será contado,

una caricia impetuosa,

no calculada,

guiada por los instintos...

adoro lo primario

y lo que sale sin adornos florales,

me gusta lo crujiente y lo caliente,

sin medias palabras ni medias tintas,

sin el después te cuento

y antes yo te explico y espera...

porque todo en la vida tiene un prólogo y una explicación

y bla, bla, blá...

y media hora más tarde

el tío sigue columpiándose en la misma la introducción

y buena y ya sabes...

y ya sabes y bueno...

 ¿cómo te lo podría decir?...

y entonces entro yo y a saco y le digo

pues muy fácil 

me lo dices de una puta vez y ya está,

pero sin más vueltas ni más coitos interruptus

o sea al grano o al meollo de la cuestión,

me quieres llamar imbécil,

pues llámamelo

o idita o gilipollas...

porque como podría explicarte

que mi tiempo es oro de ley

y a lo mejor tu medición del tiempo funciona al revés

a mayor pérdida de tiempo...más satisfacción...

y eso nos lleva

a que dos polos contrapuestos no pueden estar en el mismo sitio

...uno se quedará en un polo

y el otro en el opuesto...

y así quizá??? nos empezaríamos a entender,

pero me temo... que va a ser que no

 en ésta vida va a ser imposible...

¿quizá en la siguiente?

"SAN ANDRÉS DE TEIXIDO"

Santuario de "San Andrés de Teixido"
Ahora levanto mi cabeza

y veo detrás de las cosas

o eso me digo a modo de consuelo,

será (digo yo) para compensar mis deficiencias...

 muchas veces

no soy capaz de ver lo que tengo delante,

quizá me pase...(me vuelvo a decir)

que yo esté en el siglo siguiente del de ahora

y entonces yo me pregunto 

¿qué culpa tiene el ciego de no poder ver ahora ni nunca?

pues ninguna,


pues a mi me pasa lo mismo....

tengo un defecto congénito en el nervio óptico

que me impide interpretar todo lo que tengo delante,

todo menos la lluvia,

la lluvia me hace ver cosas extrañas:

 dibuja arco iris en el cielo de mi boca,

crea cuadros de gotas en el cristal de mis gafas

moja y encharca las calles de mi pueblo y de mi casa,

además...

me adormece en un colchón de paz infinita,

puedo estar mirando la lluvia días, noches y tardes,

sobre todo tardes

por las tardes me late mi vena más sensible,

toca tambores 

y a la vez se encienden las pocas luces que me quedan

y medio en penumbra y danto tumbos

escucho al pálpito de la lluvia

dicen que en las tardes mojadas y oscuras,

salen en procesión las almas en pena,

preside el santo demonio,

le siguen sus fieles más demoníacos,

y todos hacen el mismo conjuro en un lamento interminable: 

"A san Andrés de Teixido

o que non vai de morto vai de vivo".


Cuenta la leyenda que cuando San Andrés de Teixido construyó su Santuario, no entendía porqué nadie lo visitaba. Más tarde, el propio creador le prometió que toda la humanidad pasaría por su Santuario, y el que no fuese por iniciativa propia, iría antes de acceder al cielo, como alma en pena.

JULIO CORTÁZAR