Ahora me doy cuenta de que a medida que sigo escribiendo me va
venciendo el sueño y mis párpados caen como persianas y tengo que
aprender a respetarme, cuando me pongo a escribir es que no paro, las
horas pasan a la velocidad de la luz y el cansancio se va acumulando.
Hoy disparé hacia todos los lados y escribí un poco de todo: que si
poesía por aquí, que si una tontería por otro lado, que si algo de
opinión y de política y así tocando todos los palos. Y lo que no puse en
el blog, pues tengo acumulado muchos más escritos, sólo que a lo mejor
son demasiados personales o son un tanto confusos y los dejo para más
adelante, aunque no sé cuando tendré tiempo de reelerlos y
reescribirlos. pero ahí están en el viejo almacén de mis escritos.
Hoy acaba el mes y he batido otro record, he creado 125 escritos y
además muy variados, con lo que me siento orgulloso y más que ontento.
Aunque la trabajera ha sido bestial, prefiero no calcular las horas que
me echado delante de éste pequeño ordenador escribiendo y escribiendo
más y más, hasta que las yemas de los dedos me dicen que ellas también
están aquí, que ellas también participan y se sienten doloridas y
hastiadas. Pero el que realmente manda y ordena es mi coco, ese sí que
es mi talón de Aquiles, como empiece a fallar todo se derrumba en
cadena, se derrumba igual que un castillo de naipes. Como decía un profe
de la Facultad de Medicina, el Sistema nervioso Central es el que manda
y así justificaba la dictadura, pues manda sobre el resto del cuerpo,
sobre la piel, sobre los músculos, sobre los órganos y demás partes del
cuerpo y las órdenes, para él , para éste profe facha, sólo llevaban un
sentido, iban de arriba a abajo y por tanto manda el dictador y el resto
le toca obedecer. Se olvidaba que para que emita órdenes el SNC,
necesita toda la información del resto del cuerpo, por lo tanto el flujo
era en las dos direcciones, pero a él le encantaba aprovechar su
condición de catedrático, para eso precisamente, para sentar cátedra.
En
mi caso las sensaciones de cansancio empiezan por la periferia, los
dedos y sobre todo las yemas, el dolor de espalda, producto de estar
tanto tiempo sentado y como ya dije, los párpados, con esa pesadez que
sólo logro vencer con el pestañeo constante y por último y no por ello
menos importante, el culo. Yo me siento en una silla muy dura, para no
sentirme cómodo en exceso, para no dormirme o quedarme traspuesto, pero
al final mi culo lo paga y se rebela manisfestando un fuerte dolor,
dolor de culo y entonces ya no paro en la silla y empiezo a buscar la
postura en que menos me duela. pero llega un momento en que no la hay,
las posturas se agotan. Al final, por tantas señales que le llegan por
todas las partes de mi cuerpo, el Cerebro se va agotando y entonces
sobre mí se tiende un oscuro velo y no queda otra que dejar la faena
para seguir mañana.