Yo si que soy un running de la escritura, me pongo a correr y ya no paro. Y eso que no uso zapatillas especiales, de esas a más de 100 euros y que dicen que se adaptan a tus pies como un guante. Un guante les iba a dar yo, un guante no, un guantazo y entonces si que iban a correr por los montes y hasta iban a andar sobre el agua. ¡Joder!, que estoy hasta los cojones de muchas cosas y para que a éstas alturas de la vida me vengan cuatro listillos a decir como se debe vivir y que filosofía hay que tener. Y además siempre encuentran a un viejo zumbado que tampoco para de correr y eso no es Alzheimer, es vida sana y por decreto ley.
Después se leen como la biblia ese puto libro que se llama más o menos, "Vivir corriendo". Y que pasa con su autor, pues su autor era un pirado yanqui, que le dio por vivir corriendo y creo que era por meterse anteriormente de todo y como se le quedó pequeño sus EEUU de costa a costa, decidió ir a vivir con unos indios mexicanos que se habían pasado la vida mascando Peyote y por tanto, que con el globo que cogieron les dio por correr todo el puto día. Y allí se trasladó el yanqui y además con una especie de taparrabos andrajoso y por ejercer de payaso y por transmitir sus conocimientos de correcaminos, vendió más libros que el mismo Cervantes con su Quijote.
Pues ya veis donde llega la estupidez humana, a pensar que corriendo se hace una nueva filosofía vital. Y eso es lo que critico de los correcaminos, que se contemplan todos los días en el espejo viendo sus cuerpos danone, pero cara a los demás mortales, ellos solo corren y además se dicen, que no hacen daño a nadie, que ellos sin más, son solo sanos. Pues a mi me lo hacen, porque ya estoy hasta los huevos de tener que sufrir filosofías bananeras y señores hay que saber diferenciar lo que es una puta moda de una filosofía de andar por la vida, de andar y no de correr, ¡coño!.
Después se leen como la biblia ese puto libro que se llama más o menos, "Vivir corriendo". Y que pasa con su autor, pues su autor era un pirado yanqui, que le dio por vivir corriendo y creo que era por meterse anteriormente de todo y como se le quedó pequeño sus EEUU de costa a costa, decidió ir a vivir con unos indios mexicanos que se habían pasado la vida mascando Peyote y por tanto, que con el globo que cogieron les dio por correr todo el puto día. Y allí se trasladó el yanqui y además con una especie de taparrabos andrajoso y por ejercer de payaso y por transmitir sus conocimientos de correcaminos, vendió más libros que el mismo Cervantes con su Quijote.
Pues ya veis donde llega la estupidez humana, a pensar que corriendo se hace una nueva filosofía vital. Y eso es lo que critico de los correcaminos, que se contemplan todos los días en el espejo viendo sus cuerpos danone, pero cara a los demás mortales, ellos solo corren y además se dicen, que no hacen daño a nadie, que ellos sin más, son solo sanos. Pues a mi me lo hacen, porque ya estoy hasta los huevos de tener que sufrir filosofías bananeras y señores hay que saber diferenciar lo que es una puta moda de una filosofía de andar por la vida, de andar y no de correr, ¡coño!.