“No somos nunca lo que fuimos".
NO HAY AMOR SIN DOLOR
Camino pisando huevos,
de puntillitas y a modo silencio,
somnoliento entre laureles del pasado,
cuando me creía alguien
pero en realidad, era lo que soy ahora,
un pobre paria en busca de su zanahoria o quimera,
de los laureles he pasado al picor de todo lo que por dentro me escuece,
la vida me arde y me quema,
yo pido más intensidad y profundidad
y me dan las sobras,
yo pido paz y me traen guerra,
yo pido amor y me rompen en dos mitades
y es que no sé como decirlo...
¡no hay amor sin dolor!.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
LA PUNTA DE UN ICEBERG
Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...


