Yo esperaba una palabra de tí, un saludo, un suspiro, un susurro, un hola con la mano o esperaba que mandaras un beso en la distancia, pero debe ser que espero demasiado de tí. Pero bueno, yo soy así y la esperanza me crece a raudales y el optimismo es un mar que me desborda. Total ¿que pierdo yo con todo esto?, si me siento ufano y orgulloso de ser como soy y el que me devuelvas está petición con el más de los absolutos silencios entra dentro de las posibles opciones que se pueden dar. Yo contemplo esa posibilidad y porque puedo ser gilipollas pero en realidad, no lo soy tanto y por tanto sé intrepretar lo que significa ese silencio. Claro que si ese silencio está lleno de rabia e ira, es mejor que sigas en el más absoluto de los silencios y te quedes con él. Para reproches estoy yo y ahora que ya he dominado el resentimiento que tenía almacenado dentro de mi alma, pues eso, que ya no estoy para recibir viejos y oxidados reproches que sólo me servirían para agitar mi olvidada ira. Yo en realidad espero (y soy así de pringado) que nadie me odie y que se vea desbordado por el rencor que siente por mí, Pero seguro que habelos hainos (como se dice en mi tierra gallega), pero espero que sean excepciones y que me odien mucho menos de lo que yo pienso y lo digo, porque yo he odiado como una bestia con dos cabezas, pero no sé el como ni el porqué vino un período de paz dentro de mi cabeza y me liberó de tanto odio. Claro que no todos somos iguales y hay quién anida el rencor dentro de su corazón y eso le acabará produciendo un infarto.
Hace 3 o 4 años, saludé a una antigua novia que había tenido en mi época de estudiante y saludé con emoción y porque hacía años que no estábamos en contacto (años no, décadas) y bueno, yo esperaba correspondencia y que ella se alegrara por lo menos como yo me había alegrado. Pero no, ella no me preguntó como yo estaba (yo sí se lo había preguntado) y en cambio de eso, me preguntó si estaba casado (en ese momento ya estaba divorciado), si había tenido hijos y en ese mismo momento pensé y me va a preguntar si sigo siendo el mismo hijo de puta. Hay que entender que yo de aquellas (cuando estaba con ella) estaba en contra del matrimonio y lo de tener hijos era para otras personas y en ese grupo yo no entraba. Bueno pues ella se quedó con aquella copla y como si las personas y seres humanos no pudiéramos cambiar de idea, Enseguida me dijo que ella no se había casado y no había tenido hijos y como si yo tuviera la culpa de ello. No hizo falta que lo dijera y porque aún soy capaz de captar las indirectas, pero de alguna manera me lo estaba diciendo a gritos. No le dije nada, no le contesté a esa indirecta y porque pensé que no merecía la pena meterse en un debate inexistente, pues cada uno ha sido libre de hacer lo que quería.
Hola Bruno, me decía. Me alegro de verte (aunque fuera vía internet) y yo te saludo pero al mismo tiempo te emito reproches que tengo guardados en mi cámara oscura, Hola X, le había dicho yo tímidamente. Y ¿qué tal te va la vida?. Pero ella no estaba por esa simple labor de saber uno del otro y sin más cuentos y sin más historias, pero entonces comprendí que habláramos lo que habláramos, el guión siempre estaría lleno de reproches o de indirectas que se convertirían en dardos envenenados, No puede haber paz cuando uno de los dos está en plena guerra. Supongo y lo digo sinceramente, que me pasó lo mismo con algunas personas que me dolieron demasiado y porque alguna persona así, hubo. De todas formas, yo hice borrón y cuenta nueva y gracias a esa época donde pude perdonar y comprender a esas pocas personas que en sus tiempos yo había considerado que me habían hecho mucho daño. Y tampoco es que ahora les besaría la lengua y la boca, pero conseguí llegar a un punto intermedio y ni chicha ni limoná y el pasado es pasado y hoy no el que era antes. Señorers y señoras, es inevitable que vayamos evolucionando.