
Yo no disparo balas, yo disparo dardos y dardos envenenados. Y donde pongo el ojo no pongo bala, simplemente pongo el dardo. Yo soy así y prefiero que el enemigo muera a poquitos y sufriendo mucho, que liquidarlo en un momento. Tampoco digo nada nuevo, pues de sobra lo demuestro en cada uno de mis escritos y es que es una opción como otra cualquiera, repartir estopa y a todo lo que se menea. No tengo otra forma de actuar, bueno sí la tengo, pero solo soy capaz de reivindicar ésta. Y supongo que será porque ya nací así y así de ácido y así de payaso y así de duro y de inmaduro. Pues yo también reclamo la inmadurez y como forma de ser y de estar por la vida.
Vamos a ver, ¿que hicieron los grandes Maduros hasta ahora?, ¿que coño hicieron?. Que hicieron esos hombre sesudos y maduros, que no sea otra cosa que joder el mundo. Si se llama madurez a la obra que hicieron hasta ahora, yo me puedo considerar un Santo o un gilipollas y según se vea, pero yo como inmaduro que soy y que me reclamo, no me siento responsable de lo hecho. Si ésta es la sociedad madura que algunos tanto reclaman, yo pliego el chiringuito y hasta dimito de escribir en mi página Web.
Qué no es mía, ¡eso ya quisiera yo!, pero que la propaganda te vende, que sí es tuya. Pues nada voy a corresponder, gracias Google y gracias por venderme la moto. Véis, aquí estoy demostrando que soy maduro y doy las gracias a quién debo dárselas. Pero de inmediato me sale mi lado inmaduro y mando a Google a tomar por el culo. Y ésta parte es la que reconozco como mía. La otra es como muy afectada o como añadida a mi personalidad, por tanto no es mía y en definitiva, es una idea impuesta.

Porque nosotros nacemos de una forma y después nos van moldeando y con eso que llaman, educación. Primero, en casa y por ejemplo en mi caso, mi madre era una buena moldeadora y con mucho cariño me daba hostias y unas buenas hostias. Ya sabes niño, yo te pego por tú bien. Después y al mismo tiempo, en el Cole y vas a rezar chaval y porque sino te corto los huevos y es que la letra con sangre entra y en eso los Curas eran unos especialistas. Pero ahí, no acaba la Historia, pues después viene la Universidad y en ella te llenaban a hostias psicológicas, que traducido, significaba que habías suspendido y más caña pal cuerpo. Y por último cuando te inagurabas en el curre y te tenías que tragar inseguridades por un tubo y más hostias todavía.
Y un día vas tranquilamente por la calle y de repente, te da un Infarto y al final, te quedas pajarito. Y ésta, pues ya es la hostia definitiva y la que no tiene vuelta de hoja. O sea y en conclusión, que el mundo funciona a base de hostias y ya se nace con una, con una buena bofetada en el culo y por eso lloras, porque te duele y no hay nada de esa historia que nos cuentan y que dice que lloras para poder respirar. ¡Y un huevo!, es simplemente para que nos empecemos a enterar de que va a ir la película.