APRENDÍ

 


Aprendí a disparar balas de paja.

Fueron mis únicos disparos.

En consecuencia...

nunca maté a nadie,

aunque lo deseé varias veces

en esos días donde te inunda la rabia y el coraje

y en donde tu única idea se tiñe

de venganza y sangre 

y que alguna rata se acabe comiendo las sobras.


Aprendí a tirar piedras,

y era bueno,

apuntaba y la mayoría de las veces, le daba,

hasta que un día se me acabó la inocencia

y me hice consciente de mi inconsciencia

y desde ese día decidí

no volver a matar a nadie con piedras.


Y ahora, no mato

 ahora, sólo respiro y vivo

sólo intuyo que el invierno será duro

y que el verano será de sol impío.

Ahora, siento que el otoño será mío

y que a la primavera la dejaremos a medias

un poco para ti

y otro poco para mí.


Ahora 

me tumbo a contemplar la luna

y hago recuento de mis desencuentros,

ahora

añoro y busco tus besos bajo mi almohada

ahora

no me hundo porque no estoy hundido,

pero tampoco floto como un corcho suspendido

ahora vivo, pervivo,

siento, amo, quiero,

añoro y te echo de menos,

pero aquí estoy,

de pie, 

con la mirada al frente,

y esperando a que salga la luna.

AUTOBIO de GLORIA FUERTES (Blog "Azul de mar")

 

AUTOBIO



Nací a muy temprana edad.
Dejé de ser analfabeta a los tres años,
virgen, a los dieciocho,
mártir, a los cincuenta.
Aprendí a montar en bicicleta,
cuando no me llegaban
los pies a los pedales,
a besar, cuando no me llegaban
los pechos a la boca.
Muy pronto conseguí la madurez.
En el colegio,
la primera en Urbanidad,
Historia Sagrada y Declamación.
Ni Álgebra ni la sor Maripili me iban.
Me echaron.
Nací sin una peseta. Ahora,
después de cincuenta años de trabajar,
tengo dos.

LUIS GARCÍA MONTERO (Blog "Azul de mar")

 

El amor difícil

Quizá tú no me viste,
quizá nadie me viese tan perdido,
tan frío en esta esquina. Pero el viento
pensó que yo era piedra
y quiso con mi cuerpo deshacerse.
Si pudiera encontrarte,
quizá, si te encontrase, yo sabría
explicarme contigo.
Pero bares abiertos y cerrados,
calles de noche y día,
estaciones sin público,
barrios enteros con su gente, luces,
teléfonos, pasillos y esta esquina,
nada saben de ti.
Y cuando el viento quiere destruirse
me busca por la puerta de tu casa.
Yo le repito al viento
que si al fin te encontrase,
que si tú aparecieses, yo sabría
explicarme contigo.

LA QUIETUD TOTAL ME ASUSTA

 


La quietud total me asusta.

La fugacidad merodea a mi alrededor

 como un satélite estropeado.

Lo cotidiano me encanta

porque nunca es igual que ayer

ni será igual que pasado.


El día parece que amanece por el mismo sitio,

pero es mentira,

hay un mínimo desplazamiento sesgado y lateral,

que nos indica

hacia donde se abre la cremallera del cielo,

y ese movimiento se repite una y otra vez,

pero nunca serán igual el uno y el otro,

nunca lo fueron

 ni lo volverán a ser.

CUANDO TE SIENTES TIERRA BALDÍA

 


Cuando te sientes tierra baldía

y al mismo tiempo

arenas movedizas

prefieres ser polvo y lodo,

barro y rescoldo,

tierra siempre mojada,

eternamente húmeda,

porosa, 

lánguida,

despojada de casi todo,

y no teniendo casi de nada,

como un exabrupto repentino,

como una interrupción de tu discurso

como un disparo en tu propio pie

o en el mismo centro de tu alma.

LLAMAN A LA PUERTA Y NO ABRIMOS (Juanjo Barral). Blog "Rua das pretas"


LLAMAN A LA PUERTA Y NO ABRIMOS

 

El hombre llega
a la Luna y luego
es incapaz
de alcanzar
el brazo
del hombre
que se ahoga
en un estrecho
paso
hacia la vida
que podía ser.

 

 Juanjo Barral

LA CLARIDAD



 Es  curioso observar el cristal de mi ventana

y ver sus juegos de luces y colores.


Ahora mismo entra el sol como un puñal

y la claridad se hace brutal,

espasmódica,

explosiva,

es como dejar un papel en blanco

en medio de un agujero negro

e irse sin más.


Hay claridades que matan,

otras que hieren

y hay algunas

que se cuelgan de la copa de un pino

después, todo se torna opaco y gris,

pues detrás de la claridad

siempre está la oscuridad.

MARY SHELLEY


 

"No deseo que las mujeres tengan más poder sobre los hombres, sino que tengan más poder sobre sí mismas".
• Mary Shelley

CADA PALABRA ESCRITA



Cada palabra escrita

es un trozo de alma que se desprende

del alma mater, 

que está en el centro de mi alma.


Cada palabra escrita

está escrita

con tinta, sudor y lágrimas.


Cada palabra escrita es disoluta,

no tiene principios,

ni reglas...ni adverbios

es ella misma y punto.


Cada palabra escrita

tiene su parte de rencor

pero también la tiene de amor

y de ese juego entre los dos,

se hará querer

o se hará odiar....

porque en definitiva

la neutralidad en mi no existe

o sangre

o risas desbordantes.


ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...