LA MALDICIÓN (Alfonso Brezmes)

 


Que te pierdas en un bosque.

Que tardes

muchas veces

muchos años

en dar con la salida.

Y que cuando logres escapar,

y me busques,

y no me encuentres,

comprendas al fin

que tú eras el amor,

y yo, el bosque.


Jaroslav Seifert


 

"He tenido que llegar a edad
avanzada
para aprender a amar el
silencio.
Conmueve a veces más que la
música.
En el silencio aparecen
señales emocionadas
y en las encrucijadas de la
memoria
detectas nombres
que el tiempo pretendía
ahogar".

LOS LÍMITES (Alfonso Costafreda)

 


Pienso en mis límites,
límites que separan
el poema que hago
del que no puedo hacer,
el poema que escribo
del que nunca podré escribir.
Límites también, en consecuencia,
de lo que amo
y de lo que nunca podré amar.

Límites de lo que quisiera decir
o ver o tener.
Palabras que daría
para descubrir, palabras para ayudar.
Límites del amor, palabras
insuficientemente valiosas
en un desierto inacabable.


UN MAL SUEÑO

 


Yo sé que algo o no sé que era...

 me comía por dentro,

que mis entrañas se convertían en un amasijo de carne, mierda y vísceras,

que mis dientes se caían por tanto furor y temblor de encías

que mis huesos se hacían débiles y frágiles 

que mis compañeros de lucha 

se hicieron vampiros buscadores de sangre ajena,

que mis tomates eran granadas de mano a punto de petar,

que mis anhelos eran quimeras colgadas de un manzano,

y que al final

yo me salvaba y por una intuición malvada,

y que así acababa ese sueño... mi sueño...

el río desbordado por tanta gente

mientras a mí me devoraban una manada de hienas carroñeras.

Clarice Lispector

 

"No me den fórmulas ciertas, porque no espero acertar siempre. No me muestren lo que esperan de mí porque voy a seguir mi corazón. No me hagan ser lo que no soy, no me inviten a ser igual, porque soy diferente. No sé amar por la mitad, no sé vivir de mentira."


EL ESPINO (Louise Glück)


 


EL ESPINO

Al lado tuyo, pero no
de tu mano: así te miro
andar por el jardín
de verano: las cosas
que no pueden moverse
aprenden a mirar. No necesito
perseguirte a través
del jardín; en cualquier parte
los humanos dejan
señal de lo que sienten, flores
esparcidas en el polvo del camino, todas
blancas y doradas, algunas
levemente alzadas
por el viento de la tarde. No necesito
seguirte adonde estás ahora,
hundido en la ponzoña de este campo, para
saber la causa de tu huida, de tu humana
pasión, de tu rabia: ¿por qué otra cosa
dejarías caer todo aquello
que has acumulado?

EL SILENCIO (Federico García Lorca)

 

EL SILENCIO


Oye, hijo mío, el silencio.
Es un silencio ondulado,
un silencio,
donde resbalan valles y ecos
y que inclina las frentes
hacia el suelo.

Me gusta la vida vista del revés

 

Me gusta la vida vista del revés o del lado contrario,

con óptica de agujero negro,

con perspectiva de cámara oscura

y observar como se acercan o se alejan

las inquietudes de su alma incomprendida.

DEMASIADO TARDE

 


Ahora sí que pienso que no me va a dar tiempo

de hacer lo que nunca hice

pero que siempre

pero que siempre (insisto) supe

que tendría que hacer.


Se me está haciendo demasiado tarde

para emprender semejante tarea tan utópica.

Y por ello 

reclamo más tiempo,

más férrea disciplina,

más ilusión desbordante

y más ganas de comerme el mundo.

LA VIDA ES UNA HORA (Gloria Fuertes)

 

LA VIDA ES UNA HORA


La vida es una hora,
apenas te da tiempo a amarlo todo,
a verlo todo.
La vida sabe a musgo,
sabe a poco la vida si no tienes
más manos en las manos que te dieron.
Al final escogemos un lugar peligroso,
un pretil, una vía,
la punta de un puñal donde pasar la noche.

MIS DEDOS

 


El pulgar murió poco después de morir lo nuestro,

creo que le dio un infarto fulminante

y ahora está de luto.


El índice sirvió durante un tiempo

como espacio publicitario

en el que nadie jamás colgó un anuncio.


El dedo corazón sigue levantado

dirigido al cielo y en señal de duelo

y esa es su dirección de correo.


El meñique sigue siendo pequeño y tímido

y casi no sale de su cueva.


Y por fin, el anular se ha puesto a mirar para abajo,

prefiere mirar al suelo

que a lo que está por llegar...

Silvina Ocampo


 «Tengo en mí tantos arrepentimientos,

Tantos inútiles presentimientos,

Una fidelidad ciega de perro,

Un corazón que puede ser de hierro

Que no conmueve a veces ni la muerte,

Ni la alegría, ni la buena suerte.

¡Si tengo un corazón es para que arda!

[…]».

LA IDEA ERA OTRA

 

La idea era otra.

La idea era empezar de nuevo,

era hacerse un hombre de verdad y de mentira,

era ponerse el traje de valiente

salir a la calle

y gritar

¡Aquí estoy yo!.


Pero en fin,

soy más cobarde que valiente

y más sensible que insensible

y más apto

para permanecer callado

que para exaltar los egos.


Y ESO ES TODO LO QUE VA A QUEDAR DE MÍ

 


Lo que me ha dado la vida,

ahora me huele y me sabe a pócima con hierbabuena

y a veces...a pozo negro..


Os voy a contar un secreto,

ahora soy un ser dependiente de la medicación,

es la primera condición

para ser declarado oficialmente... viejo.


La segunda,

 será que te de un infarto

o un ictus que te deje medio paralizado y medio lelo

o que la demencia se presente como un caballo desbocado.


La tercera, 

es que te prohíban comer grasas de cualquier tipo

y te supriman todo tipo de azúcares.


La cuarta,

es que se te caigan todos los dientes

y que mastiques a golpe de encías

lo poco que aún y de momento, te dejan comer.


La quinta, 

está guardada bajo tierra,

en un hermoso nicho con plantas y flores

y con una lápida de mármol

que pone tu nombre con las fechas de nacimiento

y de fallecimiento.


Mientras un gusano salido de la madre tierra

se pasea por tu lápida de mármol

y babea y caga sobre ella...


Y eso es todo lo que va a quedar de mí

y perdónenme ustedes y porque  se lo diga así de claro,

pero a todos ustedes les va a pasar lo mismo que a mí.

EL POEMA (Felipe Benítez Reyes)

 

EL POEMA


Tan extraño
como llegar a una ciudad
y ver cómo la luz
inventa esa ciudad de la que nunca
has logrado salir.

UN POEMA DE SAUDADE (Yasmín C. Moreno)

 

Busco en mi cuerpo la escritura

como quien trabaja la espera 

 

pulir los huesos

rastrillarme el pubis

amasar una a una las horas

 

 

tratar de desatar

con los dedos

el nudo que solo la muerte desata

 

qué era yo

antes de ser yo

 

 

quién era ella antes de alumbrarme

y antes

antes de todo eso

 

 

 

 

quién eras

 

 

HABLEMOS DE TODO ESO

 

 

En cambio de hablar de dios o de los dioses,

hablemos de los hombres y mujeres,

hablemos de la carne, huesos, piel, cerebro y tegumentos,

hablemos de los pecados que cometemos por ser unos pobres mortales,

hablemos del hígado, riñones, estómago y epìglotis,

y de las tripas y entrañas más radicalizadas

y de las almas perdidas dentro del rebaño 

y del inmenso poder de los sueños...

que a veces nos doblegan y nos iluminan la vida

y hasta a veces nos hacen pensar

que podemos cambiar el rumbo mundo...


Hablemos de todo eso,

porque ya estamos hartos de hablar

de penas y miserias de seres rastreros y pedigüeños.

NO HAY AMOR DEL QUE SALGAS INDEMNE

 


Camino como pisando huevos recién paridos

de puntillas y en modo silencio,

despierto pero también medio dormido entre los laureles del pasado,

cuando me creía alguien importante

pero en realidad, era lo que soy ahora...

un pobre paria en busca de su zanahoria o quimera.


De los laureles he pasado al picor que tengo por dentro,

me escuece la vida y me arde y me quema,

yo pido intensidad y profundidad

y me dan las sobras de su propia comida,

yo pido paz y me traen guerra,

yo pido amor y me rompen en mil pedazos

me parten justo por el espinazo

y entonces me veo en el espejo

y compruebo que no hay amor del que salgas indemne.

EL CIRCO

 

Cuando un día me dije...hasta aquí he llegado. Y hasta que otro día también me dije...hasta aquí he llegado. Y aún ahora y a estas alturas, me sigo diciendo...hasta aquí he llegado y no sé ni el como ni el porqué. Por tanto, seguimos llegando y eso supone seguir avanzando. Pero claro pasado el tiempo, eso supone avanzar hacia no sé sabe donde y porque con el tiempo todo se desgasta. Yo no he tocado fondo (de momento), ni me he rendido ante los pies de nadie, ni he rogado, ni suplicado de rodillas todo implorante...Bueno de esto último supongo que algo y porque a veces es muy difícil marcar la diferencia entre rogar o suplicar y pedir un favor a alguien y como sino no sé lo pidieras. En plan extremo, la diferencia es muy clara...pero en ésta vida no todo es tan extremo, ni tan superficial. Ojalá todo fuera a cara A y a cara B y si por aquí no es...pues será al revés y punto y pelota y no sé hable más del tema. Pero me temo que va a ser que no.

Pero planteémonos entonces la cosa desde otro ángulo...Por el mundo hay tanto payaso que se viste de persona, que en fin, que habría que preguntarse ¿de qué circo han salido?. Se me entiende mejor ¿verdad?. Circo y circo y circo y más puto circo de mierda. Y el otro día vi un circo montado en mi pueblo y me acuerdo de las sensaciones que tuve al verlo. Como vulgarmente se dice...se me cayeron los huevos al suelo.

Primero, porqué pensé en los pobres animales (el circo tenía pinta de tenerlos) y ese pensamiento casi me hundió del todo. Después pensé en los payasos de circo que siempre me dieron más pena que risa (pobres desgraciados). Después recordé el puto ambiente deprimente de los circos. Ambiente lleno de trajes coloridos y descoloridos, raídos y desteñidos. Ambiente con olor a humedades profundas mezcladas con olor a paja mojada en un sitio cerrado y mojado y todo bien aderezado, con unos ligeros toques de mierda de animal. Y aquella megafonía ensordecedora acompañada de la música más cutre y estridente que podía haber. Y los chistes de los payasos, que eran para sacar la metralleta y matarlos allí y en el acto, Y el pobre León todo desaliñado y despeluchado...Y el pobre Tigre deprimido que sólo era mirarle a los ojos y ponerte a llorar con él.

Y me acuerdo cuando yo era pequeño y a mi padre queriéndome llevar al circo. Hijo vamos al circo que éste es muy bueno...Y yo tenía que poner buena cara, pero por dentro ya era un puto flan lleno de angustia. ¿Qué si lo pasaba mal en el circo?. Mal no, mal era poco y lo pasaba de horrible para arriba. Primero y por lo que fuera que así lo quería mi padre, siempre me tocaba ver a los animales del circo en sus jaulas originales (quizá mi padre me llevaba hasta allí y para hacerme un hombre de pelo en pecho...pero la verdad es que no me acuerdo por lo que era).

Después entrábamos en el circo y como solían ser días lluviosos y fríos de otoño o de invierno, pues venían los escalofríos y el paisaje de la pista del circo era un verdadero lodazal de barro, mierda y agua revuelta. Y salía el presentador del llamado espectáculo y cogía el micrófono y aquello chirriaba como la naranja mecánica. Aparte de tener sus botas o zapatos o lo que fuera aquello que llevaban, metidas en el barro y hasta la altura del tobillo y más. A todo esto iba entrando un frío por el culo y los huevos que resultaba ser alucinante. Y los trapecistas que parecían un par de famélicos muertos de hambre columpiándose y como sino tuvieran otra cosa que hacer. Y de nuevo aparecían los payasos del circo y con los que nunca conseguí reírme con uno de sus chistes.

Al revés y como ya dije antes, me deprimían...Pero claro...no podía decirlo...y porque mi padre se iba a mosquear y un huevo, conmigo. Él me llevaba a ver el circo pensando que me iba a entusiasmar igual que a él. Y bueno y cuando empezaba el desfile de los pobres animalitos entonces era para ponerse a llorar sin más dilación. Lo único que recuerdo como un tiempo bueno dentro del circo, era el descanso del intermedio...pues como era una celebración (así se lo tomaba mi padre), siempre caía algo de esas cosas buenas que se llamaban pipas, caramelos, una bebida refrescante y un bocata de lo que fuera.

Claro que después venía la tortura de la segunda parte, pero creo que las cosas con el Estómago lleno, ya no se ven igual y por eso, la segunda parte era menos deprimente de lo que cabría esperar. Al final, acababa la función y yo estaba muerto y aterido de frío, pero no de hambre. Me acuerdo que mi padre siempre me preguntaba Javier...¿ Te gustó el circo?...y yo....pues claro Papá...pero otro día...¿porqué no vamos mejor al cine?. Pero no, a mi padre le gustaba el circo y a mi me tenía que gustar también y sí o sí...






CATEDRALES (Pablo Casares)

 


CATEDRALES

Construimos nuestras vidas
con pequeñas ficciones,
miedos con los que somos
incapaces de reconciliarnos,
distancias con puntos de fuga infinitos
y frágiles andamios
cubiertos de apariencias.

Monumentales catedrales del fracaso
que levantamos cada mañana
con el pie izquierdo.

No duele la vida

 


No duele la vida,

duelen más los bellos amaneceres

y el lento pasar de los atardeceres.


Duele esa luz opaca entre sol y sombra,

duele el prólogo y el epitafio,

duelen los amores prohibidos

y casi nunca vencidos,

duelen las mentes convexas y complejas,

el gruñido y el aliento de fiera,

el olor a carne quemada y de resaca,

la putrefacción de los gusanos y las mariposas,

y la muerte riéndose a carcajadas...


Duele el aroma a leña quemada

las tardes largas y suaves,

el cálido y agradecido color otoñal,

las risas resonando en una caja de zapatos,

y un recuerdo que hizo nido

en medio de tu memoria.

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...