No me gustan los niños soldado
ni las minas que destrozan personas.
No me gustan las guerras fraticidas
ni las que se encargan desde lejos
en el menú del que más tiene
y para destruír el país del más pobre.
No quiero guerra
y tampoco quiero violencia,
explotación o miseria.
Me gustaría ser pacifista
y estar completamente convencido de ello,
pero nada más salir de casa
me pasa rozando una moto
y me salió un grito de las profundidades del alma
y si en ese momento
llego a tener una metralleta en mis manos
coso al tío a balazos y le hago un traje nuevo.
Y os puedo jurar y así lo digo
¡qué no me arrepentiría de ello!.
Pero insisto...
quiero paz y no pido guerra.