ÉL Y ELLA


Ella, con ojos de perdida y de que me dejes en paz.
Él, mirándola fijamente pero así todo...ausente.
Los dos, en el silencio más absoluto,
y sobre la mesa, un cenicero
y dos tazas de café humeantes.
Él fumando un cigarrillo en plan compulsivo,
Ella loca por fumarlo.
La mano de él se había apartado de la de ella,
y ahora manoseaba su mechero
y al ritmo frenético que marcaban sus nervios.
Ella mientras tanto, se alisaba el pelo,
y un silencio, un tenso y largo silencio,
se creó entre ellos,
y de fondo gritos de niños,
y en la plaza pasos sin rostro que se iban alejando,
y voces y susurros en oleadas
y después,
el silencio seguía insistiendo,
y los dos se cruzaron la mirada,
y ni un esbozo de sonrisa,
ni nada que indicara una posible tregua,
ella carraspeaba de forma tensa,
él se revolvía incómodo en la silla.
Al fin, los dos se encuentran,
y mantienen firme su mirada uno en el otro.
Un desafío, un reto de altivas espadas,
ninguno de los dos pestañeaba,
sus ojos buscaban un punto débil o una fisura en la pupila del contrario,
o algo que indicara una duda,
y así pasaron los minutos,
o quizá fueran horas,
pues el tiempo ahí no se mide, ni se compara con nada.
Ahora los dos van acercando sus manos,
y poco a poco se tocan los dedos,
y cuando el silencio se rompe al paso de un coche,
él pone su mano sobre la de ella,
y por fin, rompen el rigor mortis de sus ojos,
y se percibe un atisbo de cariño,
una pequeña luz que crece intensamente,
y que les inunda de amor su humor acuoso,
y sus ojos se tiñen de lágrimas,
y con un beso tierno,
sellan por fin, su paz.






















OTOÑO...


Yo soy más de Invierno, mejor dicho soy más Otoñal que otra cosa y porque llegado el otoño (del cual solamente llevamos un día) poco a poco va cambiando mi filosofía vital y si ya antes era un ser solitario, pues ahora es como si viviera en una isla desierta pero no vacía. Del Otoño me gusta todo o casi todo. Me gustan sus olores a tierra mojada o a tierra húmeda y además, me encanta como se viste con esa inmensa variedad de musgos, de setas, de helechos y para que hablar de sus colores...sus colores son hechos por los dioses, esa marrón suave y tierno, ese amarillo pajizo y reluciente, ese verde oliva recién mojado, ese azul cielo o ese gris amenazante del cielo. Y además, llueve o suele llover y todo se limpia y hasta mi alma se limpia de malos pensamientos, aunque es verdad que algunos no se le limpia ni lloviendo lejía, pero por suerte y de momento, entran dentro de las excepciones o casos raros.

Me gusta el calor de mi estufa de leña y su aroma a madera quemada y hay quien dice que el inconveniente que tienen las chimeneas y estufas de leña es que la leña ensucia. Y yo les digo, que si se ensucia habrá que limpiarla y porque no hay mejor calor en el mundo, no hay calor más entrañable y confortable. En otoño mis dos grandes ilusiones son:
- Encender la estufa de leña.
- Ir a por setas (eso era antes. Ahora, prefiero comprarlas).
- Y podía añadir un tercer deseo: escribir con su tenue luz.
Creo que yo me haría de la secta del otoño perpetuo o bueno y para no pasarse dos o tres pueblos, erradicaría de la faz de la tierra al Verano y simplemente se lo añadiría al Otoño y por tanto serían 6 largos meses de Otoño y los otros 6 se los dejaría al Invierno y Primavera. Yo, a éstas alturas de mi vida, no puedo con el Sol y sus ardentías y sudores. Vamos a ver...yo puedo con el Sol cuando está suave y tierno, cuando te acaricia con sus dedos templados la piel. Pero en cambio, cada año que pasa me es más difícil de aguantar su calor veraniego y pegajoso. Y quién sabe y quién sabe si dentro de 3 o 4 años, uno será capaz de reproducir con una impresora 3D las estaciones que uno quiere y así meto en la impresora algunas setas, un poco de musgo verde y amarillo, unas cuantas hojas secas y marrones, unos trocitos de leña (no muchos, no vaya a ser que se joda la impresora) y ¡zasca! y ya tenemos un lindo y maravilloso Otoño casi perpetuo.
Todas las reacciones:

















DOMINGO (De hace 4 años)

 

Domingo 8 de septiembre. Domingo como toca, fiestas en el pueblo de al lado (Mahón), en consecuencia éste pueblo (el de aquí, el mío, Es Castell) se ha quedado casi vacío del todo. Las campanas de la iglesia sonando todas locas y debe ser porque muy poca gente acude a su reclamo de atrapa bobos. La gente habla bajito y no sé porqué. Hace calor pero ya no es la bestialidad del calor de agosto. Acabo de volver de desayunar y todo lo encuentro como demasiado quieto y sedado. Hay momentos así, momentos en donde todo va a cámara lenta y es cuando te preguntas ¿en qué dimensión estoy viviendo?. Pero bueno, viene por la calle un capullo en moto y a toda hostia y con el tubo de escape que más bien parece que lleva incorporada una metralleta que va rompiendo tímpanos y que destroza toda esa especie de paz interior, que tanto nos gusta decir que tenemos. Y vuelta a empezar de nuevo y venga a recomponer el anterior decorado, la botella de agua estaba en ésta esquina de la mesa, el móvil estaba en modo silencioso en medio del sofá, la tele estaba apagada, la ventana sigue abierta y por ella penetran escasos sonidos, algunos imperceptibles y otros en cambio, ruidosos a más no poder. Y es que otra moto con tubo de escape a todo volumen, acaba de pasar. Y ya lo voy a dejar y voy a pasar al plan B de mi película. Y a partir de ahora me van a importar un pito los ruidos, es más ahora reclamo ruidos ensordecedores que atronen y sacudan mis viejos y patéticos sentidos.
Domingo dominguete y para cuadrar la rima... y que te den por el culete. Los domingos de mi infancia, eran domingos de misa por la mañana. Y por supuesto eran los días de ponerse las mejores galas y de lucir todo lo estrenado. Me acuerdo de mi polo gris de tela fina y tacto agradable, que sólo me ponía los domingos y porque así estaba estipulado por mi madre (y lo que decía mi madre, iba directamente a misa). Domingos, misa y después venía lo mejor de todo el día, los aperitivos, que en mi tierra gallega eran más que abundantes y sabrosos. Y aquellos ricos berberechos o aquella preciosa nécora o aquella tapa de pulpo con cachelos que era para comerse los dedos. Aparte que los mayores o sea mis padres y sus variopintas amistades, se ponían tibios de vino y bueno, hasta el más antipático se ponía graciosillo. Otros en cambio, los menos, se ponían pesados y empalagosos y porque se habían pasado de dosis o porque el vino les ayudaba a descubrir como en realidad eran. También había el puto tocón de los cojones, que te pasaba su pezuña toda pringosa por la cabeza y después, de tocarse sus asquerosos huevos.
Estaba muy claro que el Domingo estaba partido por dos partes. La mañana que era grandiosa y espléndida y la tarde era triste y casi lagrimosa. Por la mañana te desbordaba el optimismo y todo te parecía fútil y pequeño, en cambio por la tarde te caían los huevos al suelo y porque poco a poco se aproximaba la hora del lunes lunero. Mañana cole, te decías. Era como ver al Domingo desde la trastienda y viéndole el culo a los actores. Yo llevaba fatal lo de los Domingos por la tarde y no sé... y me entraban unas ganas enormes de desaparecer para siempre. Pero nunca lo conseguí del todo. En cambio y años más tarde, le encontré el gusto a la tarde del Domingo y porque me enamoré de su aire melancólico y de su inmensa paz de día de lluvia. Me gustó su enorme vacío y su quietud con ese aire a decadente de vieja canción. El Domingo por la tarde, me suena a "fado" portugués cantado por ejemplo, en una calle siempre mojada (porque tiene que llover, sino no vale) y con su aroma a piedra mojada y en mi hermoso Santiago de Compostela...pues Santiago para mí es el culmen de lo entrañable y decadente. Y que más podría decir: que sí....que me moriría en mi querido Santiago de Compostela y con vistas a la alameda y a una vieja carballeira (me da igual cual sea).




LA PEQUEÑA HISTORIA DE MI VIDA


La pequeña historia de mi vida, ha sido muy corta. Demasiado corta pero también ha sido muy intensa. Y que me quiten lo bailado, pero además, que no me quiten de la memoria todo lo vivido y disfrutado. Sin memoria sería una zanahoria seca y sin sustancia o un pa. Digamos que ahora y más nunca necesito tener la memoria fresca y porque cuando más te vas haciendo mayor y los años te empiezan a doblegar el esqueleto y la voluntad, tienes que tirar mucho del carro de la memoria y así vas uniendo historias de antes con las de ahora y porque siempre hay un hilo invisible que lo conecta todo.
Uno aprende y aprende mucho y aunque muchas veces se diga lo contrario. Con el paso del tiempo se aprende y se quiere mejor. Y sobre todo, uno aprende a quererse a él mismo. Esa es mi experiencia. Me castigo menos que antes ante mis fallos y desajustes (me fustigo menos), no vivo tan dentro de la penumbra de la a veces indomable, depresión y si no fuera porque al cuerpo lo noto más carcomido y más desgastado que antes, creo que ahora no sería el tío más feliz de la tierra, pero le andaría cerca. Ahora me quiero como soy, me gusto y me perdono y si tropiezo dos veces en la misma piedra, quitaré esa piedra de mi camino y si no, la evito y punto y pelota. Y lo haré con calma y con la tranquilidad y paciencia que ahora me invade. Mi única prisa, es que no se acabe el día y que nunca se acabe la noche.
Todas las reaccione

















ÁREA DE PRUEBAS ATÓMICAS DE NEVADA

 

Hoy es lunes y día 23 de septiembre. ¿Y que pasó un 23 de septiembre?. pues dice la wikipedia que entre otras cosas pasaron éstas:
1957: en el área de pruebas atómicas de Nevada (a unos 100 km al noroeste de la ciudad de Las Vegas), a las 4:29 (hora local), Estados Unidos detona sobre una torre de hierro de 150 metros de altura su bomba atómica Whitney, de 19 kilotones. (En comparación, la bomba de Hiroshima fue de 13 kilotones). Es la bomba n.º 115 de las 1132 que Estados Unidos detonó entre 1945 y 1992.
Si la tierra está agujereada como un queso de gruyère... ahora, ya sabemos porqué. Nada menos que EEUU detonó 1.132 bombas atómicas en menos de 50 años. Y esas son las que nos cuentan y porque siempre nos ocultaron y nos ocultan pruebas y datos. No es que yo esté descubriendo algo nuevo. Digamos que casi todo está descubierto, pero me temo que ese casi es como el burro con la zanahoria, que cuando piensa que está llegando a ella, se da cuenta, que tendrá que volver a empezar. Hay que ser conscientes de que vivimos en un mundo de mierda y en donde nosotros somos paja de relleno y donde hay cuatro que tienen el puto mando y ordeno y hazlo o sino te mato o te monto un pollo o una guerra mundial de cuatro quilates y esos los que mueven los hilos de todo el tinglado. Mil y pico bombas atómicas y en menos de 50 años y algunas de 19 kilotones y no me toques los cojones (no pude con la tentación de hacer un pareado) y ya veis que bombazo, pues si se compara con la de Hiroshima (13 kilotones y no me toques los c.......), creo que le supera con creces y le come hasta las babas (atómicas, por supuesto).. El área de pruebas atómicas de Nevada, le llaman y situado a 100 km al noroeste de la ciudad de las Vegas. Yo si viviera en las Vegas (cosa que no ocurre, ni ocurrirá nunca), no dormiría nada tranquilo sabiendo éste dato tan explosivo. A 100 km de mierda. A tiro de piedra. A voy a la otra punta de la Isla y vuelvo.
Después decimos que no nos lo merecemos todo y nos lo merecemos y con creces. Años y años de destrucción masiva y explosiva. Siglos de agresión a la tierra que nos amamanta. Plásticos, fábricas humeantes y contaminantes, coches que parecen chimeneas andantes, bosques en período de extinción. La Amazonia arde. Siberia, también. África por descontado. Europa va en camino. A nuestro alrededor todo se adorna y huele a extinción. Yo también empiezo a oler a extinción, me siento contaminado y asqueado por los cuatro costados y a veces, no soy una bomba atómica de 19 kilotones y no me toques los c....., pero debo andarle muy cerca. La rabia me produce una reacción en cadena muy similar a la que me temo que algún día se producirá en la Tierra. Y yo sólo tengo un par de kilotones...

















ADORO...

 

Hoy es Sábado y todo el día. Y hoy es Sábado 14 de Septiembre y va a ser mi primer día de reingreso en el trabajo después de 14 días de vacaciones (que por supuesto, han sabido a demasiado poco). Hoy estoy localizado por el móvil y por si me tengo que llevar en el avión a alguien jodido y bien jodido y al hospital de la Isla mayor (Mallorca). Esperemos que no y porque eso indicaría que hay otro nuevo paciente jodido o tan jodido con necesidad de ser trasladado a un centro de más rango. Se me entiende ¿no?. O estoy demasiado espeso, denso, nublado y patoso...Denso estoy y porque hoy dormí de esa forma en que nunca se debiera dormir y me desperté 100 veces y en unas escuchaba como la lluvia atizaba con fuerza y destreza las tejas y en otras, oía al poderoso viento dando portazos y silbando canciones para los seres no durmientes, como yo y entre medias yo meando como un descosido, meadas que no eran humanas y eran de animales prehistóricos (por lo menos de dinosaurios), porque creo que ésta noche de autos he meado los dos Riñones, la Uretra, la Vejiga y el Hígado.
Aún no logro entender de donde coño ha salido tanto líquido y con ese chorro tan prolongado en el espacio tiempo. A veces no sé, ¿no tenéis la impresión de haber meado mucho más que lo bebido e ingerido?. Pues yo esa misma preocupación la tuve ésta noche y volvía a la cama y no paraba de darle vueltas a ese asunto. Estaré meando los Pulmones y después, vendrá el Cerebro diluido en medio de una balsa enorme de urea, ácido úrico y ácido clorhídrico.

Hoy es Sábado y es un Sábado atípico, porque así lo he decretado. Hoy según los vaticinadores del tiempo tendría que ser un día despejado y así como el otro día rompí una lanza a su favor y porque en general aciertan con sus pronósticos, pues hoy va a ser que no. Hoy, día nublado y lluvioso. Día caluroso de denso sudor. Hoy observé como las primeras hojas empezaban su proceso de transformación hacia el denso ocre amarillo otoñal. Claro que se acerca el día 21 de septiembre que era cuando yo decretaba la llegada del otoño y ya podíamos estar a más de 30º C (en Galicia no, pero en Cádiz a esas alturas del mes, era fácil que eso ocurriera)...que a mi me daba exactamente igual. Yo encendía mi chimenea y así quedaba inagurada la temporada otoñal. Claro que al rato, había que abrir todas las ventanas y puertas de la casa y porque del calor que hacía, no se podía ni respirar. Tengo que decirlo claramente, a veces (yo creo que muchas y demasiadas veces) en ésta vida me pueden las ganas. Y mis ganas porque llegue el otoño son especiales y son muy impulsivas y compulsivas. Adoro el otoño tanto como adoro la vida.
Todas las reacciones:




















PEQUEÑAS REFLEXIONES

 

Si me dieran a elegir un superpoder, pediría tener la capacidad de rebobinar y al mismo tiempo, de avanzar en mi vida y como si el todo fuera una película sin fin que conectara el antes, el ahora y el después, con una fluidez bestial y alucinada. Que pasen en dos minutos, todas las diapositivas que necesite para llegar al destino que sea, cualquiera que sea ese destino. No tener que sufrir el esfuerzo diario de revivir todos los recuerdos y que me quede estancado en alguno de ellos y por la razón que sea y que por desgracia, suele ser una experiencia dolorosa. Yo quería volver atrás y seguir aprendiendo sin más sufrimiento. También quisiera avanzar y ver los créditos que conseguirás al final y ver quiénes son los nombres de los protagonistas que te rodearán antes de abrir la puerta del más allá. Pararme un segundo, a escuchar una banda sonora que flote en el aire, ver si el suelo hace juego con las cortinas del salón de casa (aunque ello me importe una mierda) y ver si el tono es el correcto o no lo es y porque no todo tiene que cuadrar como uno previamente lo tenía pensado.
Y si todo tuviera que cuadrar, entonces se acabaría perdiendo la chispa que nos estimula como seres vivos. La vida pasada es bonita, porque lo fue en muchos momentos y además, porque no va a volver a ser así de bonita (será distinta y punto). La vida futura es bonita porque no sabes cómo va a ser, pero a veces, se supone. La vida presente, es bonita y porque cada segundo de vida que pase es estar más cerca del objetivo final, la cima la tendremos cada vez más cerca y desde allí tendremos las mejores vistas que podamos imaginar. Hoy me siento más positivista que nunca, aunque también tengo que reconocer...que me siento más perdido que nunca.
Todas las reacciones:



















SEPTIEMBRE


Ahora me acuerdo de cuando el mes de Septiembre era un mes precioso de necesidad. Era cuando se daba por finiquitado el caluroso verano y el sentir como poco a poco y al lento paso de los días de Septiembre, nos iba envolviendo la mano húmeda del dulce otoño. Volvía la adorable lluvia después de un seco y siempre agresivo verano. Eran Septiembres de vendimias y siempre me acompañará ese olor a uva fermentada de la vendimia y el intenso olor de la tierra mojada. Yo tengo un hermoso jardín lleno de olores, algunos son olores ancestrales cosechados hace mucho tiempo (infancia, niñez, pubertad), otros son más recientes en el tiempo (estudiante, adulto y pasado de rosca) y por fin, otros son actuales y a los que intento, darles forma y contenido con plantas y flores aromáticas (los aromas me inundan de recuerdos y de los más bellos momentos). Y digo, lo intento y porque no siempre consigo. Yo guardo en mi empobrecida memoria de viejo ya medio caduco, el olor a la Naftalina en forma de pequeñas bolas escondidas en los cajones de mi infancia. De vez en cuando me viene un agradable olor a Hierba Luisa que me encandila mi Pituitaria. O a Manzanilla. O a café de pota. Y en los Septiembres me penetra ese olor a tierra mojada y a uva fermentada, aparte del suave aroma de la paja humedecida en los pajares y a maíz recién cortado y a punto de ser desmigado.
Septiembre también es mes de grandes y profundas mareas vivas y todo el mar subía más que nunca y todo el mar bajaba hasta dejar la playa casi desnuda. Claro que ahora vivo rodeado de mar Mediterráneo y el bajar y el subir de las mareas, es mínimo y hasta a veces pienso que es, ridículo. Yo quiero morir mirando al Océano Atlántico (me gustaría) e ir poco a poco apagando mis cansados ojos al mismo tiempo que iría bajando la marea y el momento más sublime de mi muerte coincidiría con el máximo punto de bajada. Bueno también, querría sonidos naturales y que se escuchara al mar en su batir de olas y al viento, levantar arena y espuma. Y en esa cadencia casi perfecta y casi sublime, ir apagando mis velas vitales. En mi tierra gallega se prefiere morir como sea (supongo que siempre será lo mejor posible), pero que te entierren mirando al mar. Es decir, lo que realmente importa a mis paisanos, es que los entierren mirando al mar. Y yo como no creo en la vida después de la muerte, pues pido y ruego que cuando esté en mis últimos estertores, que alguien me acerque hasta mi Océano Atlántico y que allí me deje morir en paz.
Mi visión del mundo y de las cosas la quiero tener y retener antes de picar billete para el otro barrio. Después de muerto, me da igual que me incineren, que me entierren o que me den por el culo. Quién sabe, a lo mejor al otro lado se encuentra la felicidad ideal. Pero yo expongo mis dudas al respeto, pues yo creo que si hemos tenido momentos felices, esos son los que tenemos que retener y nuca olvidar. Y yo nunca fui más feliz en mi vida, que cuando viví en mi tierna y a veces sufrida infancia, pegado al Océano Atlántico y todas las noches escuchaba su maravilloso concierto de olas y no puedo olvidar, todas las ganas acumuladas que me entraban de ponerme a volar. Y por supuesto, que nadie se olvide de ponerme delante los colores otoñales de Septiembre: el sol tangencial dando en mi cara (color ocre con hermosas sombras oscuras otoñales). Las hojas entre verdes y marrones. El mar azul pero mucho más oscuro que en verano. La lluvia en los charcos. El suave gris del cielo. Los reflejos en la arena mojada de la playa. La luz lejana de aquél faro. El cielo pintado de estrellas fugaces. La luna de septiembre, más hermosa que nunca. Y yo de pie y apoyado en mi ventana y percibiendo cada sonido del viento.
Todas las reaccione





























LA SOLEDAD (Séneca)


"La soledad no es estar solo, es estar vacío".



















Todas las reacciones:

EL GLIOBLASTOMA


El Glioblastoma no es el tumor cerebral más agresivo (que lo es en sentido literal), pero figuradamente hablando, hay otro tipo de tumor cerebral que es más lesivo y agresivo, se llama la "tumor de la mala baba o de la mala idea". El "tumor de la mala idea" tiene que tener un caldo de cultivo, es decir para que se produzcan setas tiene que haber humedades profundas y lluvias superficiales y torrenciales, por decirlo de otra manera, para que se puedan producir "el tumor de las malas ideas" previamente tiene que estar el campo abonado y bien abonado y con mierda rica en nutrientes. No sé nace con el "tumor de las malas ideas", pero a veces da la casualidad de que hay antecedentes familiares que no han quedado bien registrados y documentados, que por supuesto deben de tener su influencia en el tema, pero en fin, lo que quiero decir, es que al parecer no son tan determinantes. Los "tumores de las malas ideas" se cultivan en el día a día y hay que abonarlos y regarlos todos los días y con sumo cuidado. En fin, se educan poco a poco y se guardan en el oscuro almacén de los resentimientos.
Un día va y uno tiene una mala idea en su cabeza y por lo que sea (por un gran cabreo, por un asunto vengativo o por un desamor contrariado, etc.) va y lo prueba y como es algo nuevo y distinto, pues resulta que le acaba por gustar esa mala idea. Y entonces empiezo todo un rosario de malas ideas (o de reacciones en cadena) y porque no dos y porque no tres o cuatro o cincuenta y así hasta perder la cuenta de malas ideas. Y tanta mala leche hace que todas esas malas ideas juntas formen una inmensa bola que a su vez se encapsula y al final, forma como una especie de nido dentro de nuestro cerebro que nunca va a parar de crecer a tenor de segregar tanta mala leche. Y así, hasta que un día esa "bola o pelota de malas ideas" adquiere autonomía propia y late como un corazón resentido que se va haciendo más mayor y más adulto. Rabia y venganza dicen al unísono todas sus células vivas. Resentimiento a pecho descubierto braman sus membranas de odio y fuego vengativo. Pagarás por lo que me has hecho y sino me has hecho nada, pagarás igualmente. El Trump debe tener una buena y gran "bola o tumor de malas ideas", pero él la tiene llena de odio a los inmigrantes, a las mujeres y a lo que huela a ser humano y a todo lo que rezume algo de vida humanista. Tiene un tumor que se come todo lo vivo de lo ajeno.

El Glioblastoma es un hijo puta de tumor, que como todos los tumores malignos, son muy jodidos en ésta vida que nos ha tocado vivir. Además, está dividido en estadios agresivos y lesivos que van de menos a más y el cuarto estadío, ya es para quedarte tieso en el mismo momento en que te lo diagnostican. El Quinto estadío, creo que no existe y porque el tumor te ha matado antes de saber que tenías el tumor y nunca te dará tiempo de saber que lo has tenido. El "tumor de malas ideas" es ocupante de espacio, es decir, va creciendo como una bola de fuego dentro del cerebro, pero además de eso, tiene manos a larga distancia y manda metástasis hasta en la misma punta del nabo y allí se instala y como si estuviera en su propia casa y coge el mando de la zona invadida y ocupada y crea todo un asentamiento de colono judío que se dedica a joder a los palestinos. Los tumores de malas ideas se arman hasta los dientes y por tanto, son muy agresivos en la corta distancia y en la política que tienen y que realizan en sus putos asentamientos invasivos. La paz no les va, pero cara al mundo exterior, predican que están en son de paz y mientras a sus espaldas se ve como arrasan pueblos enteros a base de bombazos a bombo y platillo. "La mala baba" es su seña de identidad. Y la envidia ajena. Y el pueril resentimiento recocido en ácido sulfúrico. Y la venganza vengativa del odio más primitivo. Y la.........y la...y la....





















Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...