Y ahora son las 6 de la tarde y el día pinta mal, por lo menos hasta ahora. Y como no todo tiene terapia, pues tendré que aceptar al día tal como vino y por tanto, dejaré que transcurra el tiempo plácidamente, será mejor hacerlo de ésta que manera, que tener que aceptarlo cabreado. Porque después tendré que descabrearme y normalizarme. O sea, encontrar de nuevo mi equilibrio interior o buscar a mi Karma para que se encargue de mi desaguisado.
Mi karma está tan dentro que me cuesta encontrarlo, supongo que estará dentro de mi alma y jugando al mus con mi otro Yo, ese que de vez en cuando, brota dentro de mi cabeza y me produce ideas delirantes y demasiado locas. Y el Karma está en el medio, está en la tierra de nadie y con dos brazos que extienden a cada Yo, al Yo más sensato y al Yo más loco y dependiendo de cuanto pesé cada Yo, la balanza se inclinará para un lado o para el otro.
La verdad que ahora estoy demasiado cabal como para hacer locuras y eso que intento provocar al lado más animal que tengo, pero es verdad que no lo consigo. Hoy estoy cabal, serio y meditabundo y pretendo dar con la tecla del que me pasa, pero como dije al principio de éste escrito, no todo se cura con terapias. A veces hay que dejarse llevar por el vacío y disfrutar de que al estar vacío, puedes flotar en tu nube con más facilidad.

La verdad que ahora estoy demasiado cabal como para hacer locuras y eso que intento provocar al lado más animal que tengo, pero es verdad que no lo consigo. Hoy estoy cabal, serio y meditabundo y pretendo dar con la tecla del que me pasa, pero como dije al principio de éste escrito, no todo se cura con terapias. A veces hay que dejarse llevar por el vacío y disfrutar de que al estar vacío, puedes flotar en tu nube con más facilidad.