HAPPY ENDING (Jaime Gil de Biedma)


HAPPY ENDING


Aunque la noche, conmigo

no la duermas ya,

sólo el azar nos dirá

si es definitivo.


Que aunque el gusto nunca más

vuelve a ser el mismo,

en la vida los olvidos

no suelen durar.

HIBERNO (Elvira Sastre)


HIBERNO

Siempre que dormíamos era invierno,
y en el frío me enseñabas a volar
y yo te echaba de menos.
Entonces despertaba.
Y te te echaba 
de menos.




La primavera no quiere
que los amores de invierno terminen,
           pero el verano  ha llegado
           y ha arrasado con todo.

Ahora tú solo sabes hablar del sol,
te haces un moño despeinado mientras bostezas,
te pintas las uñas de los pies,
te ríes mucho más que antes,
y, mientras,
me dejas de querer.

Ahora yo me vuelvo a refugiar en los poemas
y escribo sobre febrero,
echo de menos la lluvia
y el sabor de tu jersey,

                                y, mientras,
   
                     te quiero más que ayer.

AMOR EN EL PUERTO (1) Pedro M Martínez

 


Amor en el puerto (1)




Llueve, mucho, las barcas cabecean en el muelle, ella cabecea en un recuerdo en equilibrio sobre el retumbar de tambores imitando una cofradía de semana santa. Humea el café sobre la mesa. Humea el rescoldo difuso del ritual de aquellas manos rudas sobre su cuerpo. Estos días de aniversario son los peores, vuelve con más fuerza su aliento en los oídos, el dulce surco en los muslos, el cauce húmedo de los labios por su espalda. Corre las cortinas, no quiere ver el mar ahí abajo, los barcos, el oleaje contra la escollera. No puede dejar de escuchar su cuerpo que pide ternura, que pide pasión, que pide huir de los papeles sobre la mesa, del trabajo, que grita que quiere ser amada. A pesar de todo espera.

AMOR EN EL PUERTO (2) Pedro M Martínez

 


Amor en el puerto (2)




Días de mala fortuna, las gaviotas vuelan bajo, con esta mar no podemos salir a pescar, las aguas están revueltas, frías, el barco amarrado, las cuerdas tensas, bordas resbaladizas, el perro arriba y abajo por el puente, las redes recogidas, el muelle vacío, la tempestad a la altura de los caladeros, cervezas en el bar del puerto, partidas de mus, blasfemias, ella allá arriba, en la casa grande, sé que está mirando, sé que me desea tanto como yo a ella en aquellas tardes por la puerta de atrás, cuando llegaba la noche y empezaba la luz de nuestros cuerpos en la habitación del fondo, gorriones dormidos en la palmera, pocas palabras, jadeos, piernas enlazadas, ella entregada y solícita, ella que nunca me había saludado, ni mirado, la señorita de la casa grande, yo un hijo del pueblo, un pescador, ella que abrazaba mi cabeza contra su pecho y me besaba, me susurraba , me pedía, me decía espera y otra vez y ven mañana hasta aquel día, justo hace dos años, duro recuerdo, salí a la noche de su cuerpo con los rastros del amor entre los dedos, en cada parte de mi ser, me embarqué de madrugada, evocándola, en la travesía, distraído, caí al agua, miedo en la soledad del mar, entre altas olas, miedo a la muerte, soy buen nadador, pude resistir hasta que me encontraron, un aviso, un presagio, hice una promesa, luego fue la costera de la anchoa, después el bonito, luego Azores, mucho trabajo, mi mujer quedó embarazada por segunda vez, el hijo mayor empezó la ikastola, no volví, ella no me llamó, han pasado dos años, justo dos años, sé que me está mirando desde ahí arriba, ojalá deje pronto de llover, puta promesa.

NO SÉ LO QUE PASARÁ MAÑANA


Entre mi rutina y tu rutina,

has escogido la tuya

que no es mejor ni peor que la mía,

es tu rutina y tú vives con ella y dentro de ella.

La mía en cambio

se desarrolla encima de  éste teclado,

que suena a oficina pero en mi caso y de momento

está cerrada al público,

  hay un cartel que dice:

               hoy no despacho

                    y mañana tampoco

y pasado ¿quién sabe?

     a lo mejor pasado

            tengo que vivir del cuento del escribir.


No sé lo que pasará mañana

           a lo mejor llueve

                 a lo mejor se levanta el poderoso viento del norte,

   o a lo mejor mis ojos se cubren de una densa neblina

que no me dejará ver los pormenores del día.

DICE QUE NO SABE (A. Pizarnik)


DICE QUE NO SABE


dice que no sabe del miedo de la muerte del amor

dice que tiene miedo de la muerte del amor

dice que el amor es muerte es miedo

dice que la muerte es miedo es amor

dice que no sabe

VIVIR ES COMO...(Rocío Wittib)


Vivir es como estar a un lado del puente

y no saber que al otro lado


el puente ni siquiera existe.

TEMPRANO EN LA MAÑANA (Gabriela Perosio)


Temprano en la mañana,

antes de irse, él pone la taza

limpia, reluciente

sobre el individual con flores,

el platito, los cubiertos,

la servilleta de papel

junto a la cafetera térmica

Hay veces que ella

ni siquiera los usa.

Los guarda prolijamente en el armario

sin decir nada, sonriendo.

Pero piensa: extraño lenguaje

el de este amor.

CORRECCIONES (Javier Salvago)


La vida se parece a esos poemas

que brotan, en principio, interminables,

retóricos, grandiosos y banales.


Luego vas corrigiendo hasta dejarlos

en lo poco que importa, en los dos versos

que dicen lo que todos ya sabemos.

MOSAICOS 19

 











































Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...