MÉTODOS

 Si señor... yo concluyo que el presente debe estar cada vez más presente y mi futuro también y como véis tengo este tema entre ceja y ceja. Del presente no me quejo a nivel individual y porque por una vez en mi vida, he sabido salir de los apuros económicos y de algunos personales, pero queda tela marinera por hacer y creo que voy a tener que volver al método que usé cuando estaba encerrado en el loquero o manicomio. Cada día toca balance del día y después hay anotar los asuntos pendientes para el día siguiente, además hay ver los asuntos que no se han cumplido hoy y hay que saber el porqué.

Sencillo ¿no?. Pero después no es tan sencillo y porque parece mentira pero al final del día no siempre uno encuentra el hueco y a veces tus neuronas están tan agotadas que tu único pensamiento es irte a la cama y hasta el día siguiente. Y además y lo más importante de todo, es que hay que hacerlo con bolígrafo y papel o en su defecto con el ordenador y para que así conste en acta y no puedas escaquearte al día siguiente y con el consabido, ¡yo no había dicho eso!.

Pues no señor, dicho y escrito y a joderte toca. No hay como las pruebas evidentes y escritas y como dicen el películas policíacas, son pruebas incriminatorias y que sirven para condenarte a cadena perpetua. Después ni Superman, ni Iron Men pueden salvarte del autocastigo y ahí solo te espera el Demonio para darte bien y a fondo, por el culo. Y por último es un buen método para ver tu funcionamiento a lo largo de una semana o de un mes o de un año y para ver mejor que vicios se hacen repetitivos y cansinos. Métodos hay muchos y con parecidos resultados, yo muestro este y porque me metieron caña y estopa con él, cuando estaba grillado y encerrado tras unas rejas psiquiátricas.



OMBLIGOS


O sea...que la vida tras esa frontera que delimita la gran Europa del pobre África y de ahí para abajo...no vale nada.
Un africano vale menos que un caramelo para tu chaval.
Pero eso no importa mucho...para esos cuantos que valoran distinto una vida que la otra.
Al parecer nuestra vida vale dos quintales y muchos más.
Y la suya (la de los africanos y demás) vale para que nos limpien los pies o el culo y al mismo tiempo poder decir:
¡tampoco lo hacen tan bien!.
En el fondo y en la superficie, estamos por encima del otro o de los otros o de los que están al otro lado del charco o al otro lado del Estrecho o al otro lado del mundo.
Al final, se nos ven las costuras que delatan como crece nuestra mediocridad como seres humanos.
Y claro y mientras...
surgen los chistes fáciles y graciosillos
que denotan un fondo apestoso a peste rancia, oxidada y llena de rabia
y rebosante de odio racial...
Al final...el moro o el sudaca son una mierda y lo que realmente importa es mirar y siempre, a nuestros ombligos de raza superior.






























Llevar a cuestas tal cantidad de palabras

 Llevar a cuestas tal cantidad de palabras

y tantos versos sueltos

y tantas miradas hacia dentro de uno mismo

y otras tantas y más, hacia lo que me rodea...

que si todo esto lo pienso dos veces más

me siento obligado a decir:

la poesía cansa mucho

y ser poeta y médico, cansa mucho más.

Prefiero quedarme a descansar en cualquier lugar

donde me sienta fresco y agradecido,

y ser más amable con la vida,

y hacerme más entrañable,

y a su vez,

ser más empático con mis ideas y las ajenas.

En fin,

prefiero

sentirme un ser débil e incompleto

que el más completo de los perfectos.





















SER YO MISMO

 Es curiosa la evolución de las personas y hoy en concreto, os voy hablar de la mía. Yo cuando tenía entre 12 y 14 años me consideraba un jipi de la vida y me di la vuelta a España "a dedo" (autostop) y durmiendo en parques y playas y al puto aire libre y la verdad, es que tuve muy buenas sensaciones, pero también es verdad, que me cagué de miedo. Y ya sabéis del palo que va la cosa, el amor libre, el libre pensamiento de las ideas, las melenas al aire y un buen canuto en tus labios, claro que todo esto, iba bien acompañado de una buena dosis de rebeldía con o sin causa.

Más adelante esa rebeldía la encaucé por caminos revolucionarios y entonces venga a organizarse y venga a tirar panfletos y venga a hacer pintadas, asambleas y manifestaciones y de vez en cuando alguna cama redonda. Más adelante me cayeron los pilares revolucionarios al suelo e intenté recomponer la  cosa. Un poquito de aquí, otro poquito de allá y esto nuevo lo incorporo y esto lo quito del medio, es decir, hice un amaño con todo lo que tenía y de ahí salió un engendro bastante confuso. A veces era revolucionario, en otras era un jipi reciclado y en algunas, era un moderno de mierda que estaba más perdido que un pulpo en un garaje. O sea, era un pupurri o mezcladillo de tío.

Y así fuí dando bandazos por la vida y a la vez, tragando mucha saliva, pues en mi, la bilis nunca dejó de segregarse. Y así hasta hace poco años, hará unos 15 o 20 años y fue cuando me di cuenta que había que parar de dar bandazos y que tenía que asentarme. Desde esas, sigo siendo un poco de todo, pero con un principio muy claro y del que ya nadie me mueve, ni me moverá nunca. Tengo que ser yo mismo y por encima de todo y aunque en ello se me vaya la vida. Y el yo mismo abarca: ser solidario y mejor persona, ser amable con quién se lo merezca, ser cariñoso y bondadoso, ser luchador de causas perdidas, ser entrañable y buen amigo, ser claro y conciso, ser un lunático, amar las plantas, árboles y flores, cuidarme y darme mimos...y no sigo, porque si no tendría que escribir un libro.





TRES MISTERIOS

 Desperté con mi mano en tu cintura,
y agarrado a tu cuerpo como una lapa a la roca,
asiéndote con inusitada fuerza,
quizá demasiada,
¿miedo sería?, 
¿miedo a perderte?,
o ¿miedo a quedarme solo?,
pero al fin y al cabo...¡miedo!,
miedo, terror y pánico,
tres patas de la misma silla,
miedo a perderte,
terror a quedarme solo,
y pánico de no volverte a ver,
tres penas en la misma condena,
y tres misterios ancestrales
que nadie ha conseguido dilucidar.




VUELTA A LOS ORÍGENES

 Una de las cosas que más duelen en ésta perra vida, aparte de la muerte prematura, es cuando vuelves a ver un paisaje o un sitio, por ejemplo, 35 años después y se dice pronto, 35 años después. Y eso me pasó a mí cuando volví a ver mi ciudad natal, Vigo (Galicia). La primera sensación que tuve fue la de perderme más que nunca por sus intrincadas calles. Porque Vigo es y fue, un caos urbanístico, pero yo pensaba que las mismas referencias que tenía de antes, ahora me iban a servir de algo. Primera cagada, no me sirvieron para nada o para muy poco, en tal caso para saber donde quedaba el mar, pues es la única cosa que no han podido cambiar. La ría de Vigo era el único recuerdo que era válido, aunque por un momento temí que en uno de esos ataques de pragmatismo que tan frecuentemente padecen nuestros gobernantes, a alguno se le ocurriera asfaltarla y en lugar de agua salada hubiera un espléndido aparcamiento y con una autopista que pasara por el medio. Y no es exagerado, pues por ejemplo en mis tiempos y comprobé que aún ahora sigue existiendo, hay una pequeña isla en la ría y en la que contruyeron un pedazo edificio hacia arriba que es más grande que la propia isla, la isla de Toralla, se llama.

Bueno pues el resto de Vigo ya lo ví con miedo. Fuí a la playa de Samil, cuna de mi infancia veraniega y os juro que me costó reconocerla  y ya los pinares no eran tales pinares, eran unos cuantos pinos famélicos y yo que sé, la sensación era que era una playa de Benidorm. Cuando cogí el barco hacia mis queridas islas Cíes, iba más que acojonado, iba temblando y cuando llegué aluciné, pues gracias a que están protegidas (parques naturales protegidos), se conservaban bastante parecidas y ahí disfruté, disfruté como un loco. El resto del recorrido por los alrededores de Vigo, fueron decepcionantes, nada estaba en su sitio y los sitios donde antes se divisaba el mar, ahora se divisaba cemento. Supongo que el que ve esta película poco a poco, pues se adapta y sigue buscando nuevos rincones, pero el que va de sopetón, como fui yo, ni nuevos rincones ni hostias benditas, todo era puto cemento y todo era candidato a ponerle una bomba.

Claro que esto pasa por dejar pasar tanto tiempo, pero eso no quita que sea verdad esta versión de los hechos. Y si uno tiene cimentada su infancia en base a antiguos recuerdos, pues no sé que deciros, yo prefería haberme quedado con esos recuerdos que llevo dentro de mi alma, que no notar el dolor de como se me rompieron casi todos. Está claro, que soy más romántico que realista, pero es que hay realidades que prefiero ni verlas y menos sentirlas. He luchado un huevo para mantener mis recuerdos tal como estaban y borrar de mi disco duro la última visión que tuve de Vigo y sólo he dejado espacio a mis queridas Islas Cíes, del resto me quedo con la visión  de los recuerdos que tengo de mi entrañable infancia. Sólo que a veces me viene flashes de mi última visión y entonces vuelvo a sentir un dolor punzante que me resulta incapacitante.


 


FUERA YO CAPAZ (Batania)

Fuera yo capaz
de amarte en picado
sin quererte mía;
fuera solo un peine
que pasa por tu pelo
y no lo retiene.



























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COMO SI FUERA...

Como si fuera un cuento mal contado
o una pesadilla mal digerida...
sé que a veces me despierto a media noche
y con el estómago en el cielo de mi boca
y todo arde en mis oquedades y mucosas,
todo me hiere y me hace daño,
todo me estorba y me incomoda,
todo me sangra a borbotones y sin control,
todo me resulta ácido y desconcertante.
Mientras tanto
algo oscuro y punzante crece sin medida
y un agudo grito sale de mis cuerdas vocales,
entonces me doy cuenta
que algo está saliendo por mi boca...
Y al final, hasta siento pena
porque era lo último que de tí quedaba.
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Todas las reacciones:

HACERSE GENTE

A veces se hace agradable
hacerse gente
y diluirse en mareas de brazos y piernas
y comer sano o insano o ¿qué más da?
y sentarse sin más en cualquier lugar
y así disfrutar del espectáculo.
Tener al mismo tiempo
miles de cerebros remotos
andar con millones de pies,
ser cuerpo que se funde a otros cuerpos
que hacen masa,
caminar codo con codo
y abriéndonos paso a puñetazos.
Ser marea y ser océano.
Me gustaría haber anidado,
en las ramas más altas de los árboles
y con las mejores vistas
y ser pájaro que bate sus alas como me da la gana
pero seguir en grupo y hacerse gente.
Todas las reacc






















Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...