POR UN BESO DE LA FLACA
No hace falta que me digas nada,
adoro el silencio y su espesura gris plateada,
y en las noches de verano
disfruto de la quietud morbosa y sinuosa
que nos regala el silencio de la noche más oscura.
No soy de una secta
que adore el silencio.
Puestos a adorar
me quedaría con la luna y sus posturas
con la lluvia del húmedo otoño
con el mar de mis interminables septiembres
y hasta me atrevería a decir,
que me quedaría
con los bosques y campos de amapolas
y ya puestos a pedir
por un beso de la flaca
daría lo que fuera.
NO TENGO GANAS DE TI
No tengo ganas de ti
pero tampoco tengo ganas de mi.
Me siento desinflado como un globo pinchado
o como una marioneta movida por invisibles hilos,
levanto un brazo porque algo tira de mi muñeca,
levanto las piernas porque alguien hace que se muevan mis pies.
Amorfo y anonadado,
apático y sin sangre,
desganado y sin futuro,
el futuro es para otros,
mi futuro, en cambio,
es seguir aquí
y sin decir nada a nadie.
Estoy deseando que pase el día.
La desgana es una enfermedad patológica
que además, no tiene lógica.
Tengo la esperanza
de que la escarcha de la mañana
desincruste de mi piel toda la apatía
y que al final
se haga de nuevo, la luz.
Y SIN MÁS...
LA PUNTA DE UN ICEBERG
Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...




